La banca mexicana cumplió “en todo momento” con el índice de capitalización (ICAP) mínimo requerido entre diciembre de 2019, previo a la pandemia de Covid-19, y hasta diciembre de 2022, informó en su más reciente reporte el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF).

El ICAP representa la fortaleza financiera de una institución para soportar pérdidas no esperadas por los riesgos en los que incurre.

El ICAP de los bancos múltiples aumentó 302 puntos base, alcanzando al cierre de 2022 un nivel del 19.0% que, si bien es menor al observado en diciembre de 2021, que fue de 19.5%, obedece a una mayor colocación de créditos a empresas y familias, de acuerdo al Informe Anual Sobre el Estado que Guarda la Estabilidad del Sistema Financiero en México, correspondiente a marzo de 2023, publicado por el CESF, que pertenece a Hacienda.

“Dicho crecimiento de crédito provocó un crecimiento en los activos ponderados sujetos a riesgo totales (APSRT) durante 2022 de 5.6% respecto a diciembre de 2021. Por otra parte, el capital neto creció a un menor ritmo aumentando su saldo en 2.7% respecto a diciembre de 2021”, indicó el CESF.

El incremento en las solicitudes y aprobaciones de créditos puede explicarse a raíz de los estragos generados por la crisis sanitaria. El Inegi reportó en 2020 que se perdieron alrededor de 12.5 millones de empleos, considerando formales e informales, lo que impactó en los préstamos y financiamientos por parte de instituciones de banca múltiple.

Por otro lado, BBVA México informó a finales de 2022 que tras un avance de la inflación, que en noviembre de ese año alcanzó una tasa anual de 7.8%, las personas utilizaron más su tarjeta de crédito para financiar o realizar compras, como la despensa, por ejemplo. 

De este modo, el CESF informó que los activos ponderados sujetos a riesgo totales pasaron de un porcentaje de -1.7% en diciembre de 2021 a 5.6% en el mismo mes de 2022.

Aún y con el contexto mencionado, la banca múltiple fue resiliente a los estragos derivados de la pandemia de Covid-19, concluyó el CESF.

Incertidumbre en 2022

En el reporte, la oficina de la SHCP informó que  durante los primeros tres trimestres de 2022, se observaron “episodios de elevada incertidumbre” y volatilidad en los mercados financieros globales.

El CESF indicó que estos episodios fueron atribuibles a los efectos aún persistentes de la pandemia, los choques inflacionarios, en parte derivados del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y a los ajustes de tasas de interés de los principales bancos centrales para contener la inflación. 

“En específico, durante este periodo, se observó una apreciación generalizada del dólar, un incremento en las primas de riesgo de los mercados emergentes y un apretamiento generalizado de las condiciones financieras”, indicó el consejo.

Lee: Hacienda mantiene estimado de crecimiento económico para 2024 y 2025

Para finales del año mencionado, y principios de 2023, el CESF indicó que  las condiciones financieras globales “se relajaron”, en parte, por la disminución de los riesgos asociados a la pandemia y a la expectativa de la cercanía del fin de alzas en las tasas de interés de las economías avanzadas. 

“No obstante, durante marzo de 2023, dicho relajamiento se vio interrumpido ante la ocurrencia de eventos en los sistemas bancarios de Estados Unidos y europeo que abonaron a un repunte de la volatilidad en los mercados financieros globales”, destacó la oficina de Hacienda.

Prevé que sigan episodios de volatilidad en mercados

El CESF informó que “hacia adelante” se prevé que continúen episodios de volatilidad en los mercados, dada la incertidumbre en cuanto al nivel de la tasa terminal de la Reserva Federal (Fed), asociada a la persistencia en la inflación, la expectativa de un menor crecimiento económico y, recientemente, ante los riesgos de una mayor vulnerabilidad en el sistema financiero.

El gobierno mantuvo sin cambios sus estimados de crecimiento económico para este año y el próximo, de acuerdo con los PreCriterios de Política Económica publicados por Hacienda este miércoles. Para 2024 se prevé que la economía mexicana crecerá en un rango de entre 2.5% y 3.5% en 2024, y para 2025 la expansión será de entre 2% y 3%, en línea con las estimaciones presentadas en el Paquete Económico 2024.

En el documentó se indicó que la moderación de la economía nacional prevista para 2025 obedecerá a la normalización del desempeño de algunos subsectores del sector servicios con desempeños extraordinarios por la reapertura de actividades tras el paso de la pandemia.

Con información de Silvia Rodríguez.

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