La sucesión generacional termina con la mayoría de empresas familiares por una falta de visión y fallas en el proceso administrativo.   La falta de planeación de negocios y preparación para la sucesión generacional en las empresas familiares mexicanas, propicia la desaparición de 70 por ciento de este segmento productivo. Por ello la urgencia de revertir esta tendencia, toda vez que 90 por ciento de las empresas en el país se consideran familiares y en su mayoría son pequeñas y medianas. Lo que no está funcionando en la empresa familiar es que básicamente el hecho de que no se prepara una estrategia para la sucesión. Hay estadísticas que revelan que debido a esta falta de preparación y de un plan de negocios su capacidad de vida no es mayor a tres años. Por lo general estas empresas son micro, pequeñas o medianas y carecen de estructura para la toma de decisiones y continuar su crecimiento una vez que el fundador o líder cede el control. Para comenzar un nuevo proceso, un cambio, una iniciativa de crecimiento, conocida como institucionalización, el líder debe promover la transparencia en la información, hacer del conocimiento de los involucrados, sus intereses y sus planes, y al mismo tiempo permitir que participen en la aportación de ideas. Dentro del proceso de institucionalización de la empresa familiar, los miembros deben tener la capacidad de distinguir los límites entre el negocio y la familia. Los conflictos familiares no se deben llevar al negocio y viceversa, y la familia debe tener claro que ser accionista/dueño de la empresa no da el derecho de dar órdenes acerca del manejo de la gestión de operación de la misma, sino que le permite pedir rendimiento de cuentas acerca de las utilidades. La planeación estratégica implica que el líder de la empresa familiar debe conocer el territorio que pisa para saber hacia dónde desea emprender su camino. La visión y misión del líder deben estar alineados a los de su negocio, saber dónde se está ubicado y a dónde se desea ir, para generar un plan estratégico que defina el cómo lograr sus objetivos y con apoyo de qué personas. Debe darse también un compromiso y responsabilidad hacia la calidad y dentro de la misma planeación se debe plantear la responsabilidad hacia el proceso operativo, mediante la implementación de un adecuado control de calidad. La supervivencia del negocio se refleja en gran parte en la satisfacción de sus clientes, quienes demandan productos y servicios que a la altura de sus expectativas. El líder actual debe formar los criterios de selección del sucesor, con base en sus valores y objetivos, tomando en cuenta el perfil que se requiere llenar según el giro del negocio. Contacto: Twitter: @mariorizofiscal

 

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