La premisa es clara: el gobierno federal demostró que es un gran operador político y es tiempo de demostrar que puede ser un operador económico activo.  El sector empresarial espera escuchar qué tiene que decir EPN sobre temas como ejecución de gasto, panorama fiscal y reformas faltantes.     El fin de semana,  Enrique Peña Nieto, se reunió en la Residencia Oficial de Los Pinos con los integrantes de los grupos parlamentarios del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en la Cámara de Diputados, el mensaje destacó que ha sido un logro histórico concretar 11 reformas en 20 meses, sin embargo,  previo a la entrega del Segundo Informe de Gobierno, los empresarios hacen un llamado claro al gobierno, pues si bien demostró que es un gran operador político, consideran que es tiempo de demostrar que puede ser un operador económico activo. “Hay optimismo desde el punto de vista de que se logró el aterrizaje de la reforma para el sector energético, pero no es momento de echar las campanas al vuelo, un crecimiento de 2.5% para 2014 aún no está ad hoc con lo que  puede alcanzar la economía, aún no sabemos con certeza cuál será el impacto de las reformas y aún falta por concretar marcos secundarios para reformas importantes, como el caso de la reforma financiera, donde aún no se han creado los organismos jurídicos que se necesitan”, señaló Daniel Calleja Pinedo, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF). El sector empresarial ha destacado algunos puntos que considera deberán ser temas centrales en el informe y están relacionados con  temas como ejecución de gasto público,  el panorama fiscal y las reformas faltantes.   Pasar de las reformas a la acción El gobierno federal aprobó una serie de reformas clave en tiempo récord, se trata de un logro para la actual administración, sin embargo, Gabriel Casillas, integrante del comité del Indicador IMEF, indica que es tiempo de que el gobierno pase de un operador político a un operador económico activo. Incluso, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), señaló que aún podría ser buen tiempo para ver cambios nuevos en materia fiscal. “Todos los actores debemos estar abiertos al diálogo y a los ajustes necesarios que promuevan la inversión el crecimiento y el empleo. Para miles de empresas formales resultaría fatal el que aumentaran aún más los costos de las diversas obligaciones con el Estado, en particular los relacionados con la generación de empleos. Lo que hay que hacer es afianzar condiciones propicias para abrir fuentes de trabajo bien remuneradas, y no estimular la informalidad y el desempleo”, señala Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del CCE, en su mensaje semanal. De acuerdo con la apreciación de IMEF, la reforma fiscal ha generado un impacto negativo en materia de generación de empleo e inversión en el sector privado. “Los empresarios no han estado presentes en el empuje al crecimiento económico porque han tenido que ver cómo adaptarse al nuevo entorno fiscal”, dijo Daniel Calleja.   Gasto público Gabriel Casillas, explica que uno de los temas centrales que esperan ver es el plan de acción para la ejecución del gasto público, pues si bien se tiene un déficit aprobado de 1.5% del PIB para 2014, este endeudamiento no corresponde con los indicadores de inversión fija bruta. “Si bien hubo modificaciones en la estructura gubernamental que afectan los planes de gasto programable y de infraestructura, lo cierto es que el gasto público debería ser mayor considerando el déficit aprobado de 1.5%”.   Temas pendientes y prudencia fiscal Para el IMEF y el CCE, la agenda en materia de reformas pendientes , estado de derecho y mejora social son cruciales. “El asunto de mayor trascendencia que sigue sin cumplirse entre los compromisos asumidos por las fuerzas políticas al inicio de este sexenio, es la creación de una arquitectura institucional sólida que dé sentido y fuerza al combate a la corrupción, como prioridad estratégica nacional”, critica el CCE. Por su parte, el IMEF señala que el mensaje del Presidente Peña Nieto deberá incluir señales de que se mantendrá la prudencia fiscal aún pese a una baja en ingresos petroleros y pese a los tiempos de ejecución de las reformas. “El próximo presupuesto deberá expresar la voluntad de mantener la disciplina fiscal, pues si bien hay un déficit aprobado de 1.5%, lo ideal es que el próximo paquete económico plantee un déficit de 1% como se tiene proyectado”.

 

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