Por Alberto Torrijos*

Los vehículos interconectados cumplirán con esta promesa y van a revolucionar no sólo la manera en que nos transportamos, sino también cómo trabajamos y nos comunicamos. Serán el resultado de la conjunción de avances de la industria automotriz, de las redes de conexión inalámbrica y de tecnologías de última generación como la inteligencia artificial. 

Cabe señalar que un vehículo interconectado está en constante sinergia con el conductor, quien tiene el control del mismo todo el tiempo; a diferencia de uno autónomo, el cual se conduce sin necesidad de la intervención humana. 

Actualmente, los principales fabricantes automotrices han logrado avances significativos y ya están poniendo en circulación sus primeros modelos interconectados. Este innovador medio de transporte pronto será un estándar en las principales ciudades del mundo. 

Aunque en México no estarán disponibles en el mediano plazo, los conductores están ansiosos por sentarse al volante y experimentar de primera mano las tecnologías más avanzadas que se han integrado en forma paulatina. 

Las dos caras de la moneda

¿Qué esperan los consumidores mexicanos de un vehículo interconectado? ¿Qué ventajas y riesgos pueden prever? ¿Cómo se conectarán estos autos y qué tanto están dispuestos los usuarios a pagar para tener acceso a las prestaciones que estarían disponibles?

El estudio “El Consumidor Automotriz Global 2019”, presentado por Deloitte Consulting Group a finales del año pasado, responde a estas y otras interrogantes, además de dar un indicio bastante claro de hacia dónde se dirigen las preferencias de los consumidores. 

Lo primero que podemos advertir es que entre los usuarios existe gran interés en los distintos beneficios a los que tendrían acceso. Por ejemplo, la mayoría de los encuestados (88%) expresaron estar interesados en que los autos conectados que conducirían les dieran recomendaciones sobre las rutas más seguras para seguir. 

Asimismo, esperarían recibir actualizaciones sobre congestionamientos y rutas alternas (87%), prevenir colisiones (87%), recibir reportes del funcionamiento mecánico (85%), disponibilidad de espacios de estacionamiento (79%) y pronósticos de mantenimiento a partir de los hábitos de manejo (78%), entre otros. 

En contraste, se identificaron también algunas preocupaciones significativas; particularmente, respecto a la información recabada sobre la localización del auto (63%); esto es, el registro de los lugares donde estuvo y la ruta que siguió. De hecho, el 60% dijo que teme que su auto sea hackeado y se ponga en peligro su seguridad física. 

¿A qué otros riesgos temen estar expuestos los conductores? Al acceso malicioso a los datos que genera el uso de las aplicaciones de sus teléfonos móviles, que se conectan y sincronizan con el sistema del auto, y a la información sobre el estado del vehículo y su comportamiento de manejo. 

De hecho, la seguridad es un tema recurrente en la era digital, por lo que será un área en la que los fabricantes de autos y desarrolladores de software invertirán e innovarán hoy y en el futuro. 

El punto de conexión

La industria automotriz, de la mano de desarrolladores de software y aplicaciones, y las empresas de telecomunicaciones, están creando los sistemas que los vehículos utilizarán para conectarse a una red inalámbrica potente que les permita detectarse entre sí y conocer su posición aun cuando no estén en el campo de visión del conductor. 

Y la tecnología 5G, que ofrece velocidades de transmisión diez veces superiores a la 4G, servirá como el principal punto de conexión para esta nueva generación de automóviles, y la cual se prevé que llegue a los principales mercados globales en 2020. 

Si bien la red 5G tardará aún en llegar al país, los conductores ya están anticipándose a lo que podrán lograr con ella.

El estudio revela que para los consumidores mexicanos es muy importante (60%) que los diversos vehículos utilicen la misma tecnología (interfaz), lo que daría certidumbre respecto a la compatibilidad y continuidad a la comunicación. De igual forma, facilitaría el acceso a los servicios disponibles (voz, datos, contenidos de streaming, actualizaciones de tránsito/rutas).

En este sentido, los encuestados tuvieron distintas opiniones sobre cómo prefieren costear los beneficios tecnológicos adicionales que les ofrece la interconectividad. Por ejemplo, poco más de un tercio (39%) optaría por pagar anticipadamente como parte del precio del vehículo, mientras que el 38%, lo haría en base al uso por evento; sólo un 23% cubriría el costo como parte de un servicio mensual al que estuviera suscrito. 

Sin duda, a los mexicanos les entusiasma en gran medida los beneficios y ventajas que los vehículos interconectados les ofrecerán en materia de seguridad y movilidad en las calles y carreteras del país. Y, por supuesto, porque seguirán manteniendo el control ¿Qué tendencias traerá este 2020 en el próximo estudio?

  Contacto: LinkedIn: Alberto Torrijos   *El autor es Socio Líder de Automotriz en Consultoría, Deloitte México.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

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