Por Julio Velázquez
Con la llegada del 5G en México me parece apropiado ahondar más en los desarrollos tecnológicos que son capaces de realizarse por medio de esta tecnología, pues el despliegue de esta red implica más que solo una mayor conectividad entre smartphones y descargas de alta velocidad.
A diferencia de las redes que conocimos anteriormente, la red 5G potencializa tecnologías como el edge computing o computación de borde, la tecnología que hace que tu asistente inteligente pueda contestarte al momento, al acercar lo mejor de las capacidades de la nube a tu dispositivo a través de un entorno uniforme desde el centro de datos más cercano, reduciendo aún más la latencia o posibles interrupciones y optimizando el procesamiento de la información en el dispositivo.
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Cuando se junta esta capacidad tecnológica impulsada por la nube con las funcionalidades del 5G, las organizaciones son capaces de fortalecer sus procesos de negocio, ofrecer nuevas experiencias a sus clientes y desarrollar innovadoras aplicaciones, productos y servicios.
Y aunque parezca adelantado, ya existen ejemplos de usos reales de la unión del edge computing y la red 5G. Estas aplicaciones las podemos encontrar en industrias como la portuaria, donde operadores se apoyan de infraestructuras de software 5G y edge para generar una mayor eficiencia en las operaciones, reducir costos y mejorar la seguridad de sus trabajadores. Los fabricantes de autos también las han incorporado para mandar información de producción y maquinaria, con el fin de rastrear el movimiento de cada autoparte, así como monitorear sus equipos en tiempo real.
Los usuarios finales también están experimentando las aplicaciones de combinar la nube con el 5G. Durante el Consumer Electronics Show (CES) de 2021, mismo que se llevó a cabo por primera vez de manera digital, una automotriz se encontró con un dilema para presentar su más reciente modelo a potenciales clientes de forma cercana. Para resolverlo se apoyaron de tecnología de nube para llevar a los teléfonos de clientes y fans un modelo 3D con el que podían tener una experiencia de alta calidad en la geometría del vehículo, profundidad, textura e iluminación. Crear algo así necesita cantidades extraordinarias de gigabytes, pero al apoyar la construcción de los modelos 3-D con potentes servidores, memoria, procesadores de estilo gaming y la red 5G, fue posible crear una experiencia de usuario ágil y sin interrupciones o retrasos.
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Pero las posibilidades de uso para la sociedad no solo están en el sector del entretenimiento, pueden extenderse hasta llegar a materializar servicios más eficientes de telemedicina o educación digital, por mencionar algunos ejemplos.
Por supuesto, estas aplicaciones no se crean solas y el papel que juegan las empresas de servicios de comunicaciones es clave para su despliegue, requiriendo integrar a la computación de borde en la nube para verdaderamente desplegar todo el potencial e incluso simplificar la forma en que se han venido construyendo y operando las redes de comunicación por más de dos décadas.
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De generar esta integración, así como llegar a construir y ejecutar toda su infraestructura sobre la nube, las empresas podrían aprovechar al máximo los beneficios de esta tecnología computacional, es decir su escalabilidad, capacidad de implementación, fuerza de administración y poder de cómputo ilimitado bajo demanda; así como aplicar estos mismos principios para el desarrollo de software, combinarlo con la potencia de la automatización y aumentar radicalmente su capacidad de productividad y agilidad comercial.
Sin duda, deberá ser un trabajo en conjunto entre operadores, firmas de tecnología y organizaciones de todas las industrias, para desarrollar soluciones que aún no hemos visto bajo la unión del 5G y la nube. Estoy seguro de que conforme avance el tiempo, las aplicaciones nos sorprenderán y apoyarán a las empresas a revolucionar sus industrias.
Julio Velázquez, director general de Google Cloud en México*
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
