Por Alejandro Medina / enviado HANNOVER, ALEMANIA. – En un stand del pabellón 16 del CeBIT, la feria de tecnología más importante de Europa, espalda con espalda hay un par de estadounidenses que parecen no cuadrar con el centenar de videojuegos que está a su alrededor. Es el área de realidad virtual; a un lado se ubica una empresa que presenta una aventura de superhéroes y otra de vampiros que deben ser aniquilados. Los doctores son David Axelrod y David Sarno. A su modo, también se dedican a experimentar con realidad virtual. Su proyecto nació al interior de las instalaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, institución académica en la que enseña Axelrod, quien, luego de conocer a Sarno en 2015, tuvo la idea de diseñar un corazón en realidad virtual. The Stanford Virtual Heart tardó 11 meses en ver la luz; seis estuvieron dedicados sólo a la planeación y cinco al desarrollo de la experiencia. Con esta nueva herramienta, Axelrod y Sarno tratan de revolucionar la cardiología. Tienen mucho trabajo por delante, sobre todo si se considera que, cada año, mueren 17.5 millones de personas en el mundo por enfermedades cardiovasculares, poco más de 30% del total de fallecimientos ocurridos. El objetivo principal del corazón virtual de The Stanford Virtual Heart es mejorar la manera en que los estudiantes de medicina aprenden a identificar las distintas enfermedades de este órgano, primordialmente durante los primeros años de vida de las personas.

Cortesía: Lighthaus / Stanford

“Soy un cardiólogo especializado en Pediatría y eso me permite darme cuenta de que muchas de las enfermedades cardiovasculares que tienen las personas en edades adultas pueden corregirse con mayor facilidad durante su infancia. El problema, sin embargo, es que muy pocas veces llegan a detectarse”, afirma el médico residente del Lucile Packard Children’s Hospital, Axelrod. Este médico niega que estas enfermedades se diagnostiquen mal por falta de capacidad de los doctores, sino porque llegan a ser muy difíciles de ubicar, por lo que es necesario que se refuerce el aprendizaje de los especialistas con herramientas que les sirvan para tener un mejor acercamiento a cada parte del corazón. “Como doctores, trabajamos con males muy complejos. Con esta alternativa, lo que pretendemos es mejorar su entrenamiento para que las personas puedan ser mejor atendidas”, asevera. Y agrega: “Hoy, los médicos están acostumbrados a aprender con libros o, en el mejor de los casos, con cadáveres. La nuestra es una innovación tridimensional que ofrece una imagen completamente distinta”. El proyecto de realidad virtual permite a los estudiantes ver el corazón de forma integral, moverlo para tener todas las perspectivas, ampliarlo y ver a detalle cada una de sus partes. Pero eso es sólo el principio: también da la posibilidad de elegir entre nueve distintas enfermedades o malformaciones que se reflejan en el músculo cardiaco, para analizarlas también a detalle. Si bien el proyecto de Axelrod y Sarno aún se encuentra en sus primeras etapas, la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford ya lo está empleando, además de que se está usando en los diversos programas de actualización médica que tiene la academia. Un tercer uso que le están empezando a dar los creadores de este corazón se relaciona con las personas cercanas al paciente, a quienes invitan a ponerse el visor de realidad virtual con miras a que puedan conocer de mejor forma cuál es el padecimiento que tiene su familiar. Te puede interesarRealidad virtual: alcanzar lo que parecía inalcanzable

Cortesía: Lighthaus / Stanford

  Diversión, salud y prevención David Sarno ya tiene sobre la mesa nuevas posibilidades para usar la realidad virtual en el ámbito de la salud. Entre las opiniones favorables que ha recibido está la de Facebook, que permitió que el sistema sea utilizado en la plataforma de Oculus. “Si bien apenas estamos empezando con este tipo de aplicaciones, las reacciones han sido positivas, por lo que creo que el potencial que tenemos de cara al futuro es enorme, primero por la dimensión que otorga a la educación y, después, por el desarrollo que se puede conseguir en los próximos años”, dice el desarrollador. Sarno asegura que desde su trinchera en Lighthaus tratará de impulsar el tema; sin embargo, señala que es importante que vayan apareciendo nuevas iniciativas que sepan dar a la tecnología usos más prácticos que el entretenimiento. “Hay mucha gente haciendo cosas muy interesantes y divertidas en videojuegos. Todo lo que hacen las compañías que se dedican a eso es genial, pero nos gustaría ver más prácticas como la que tenemos nosotros, que tengan una funcionalidad más marcada sobre la vida de las personas”, concluye el desarrollador. Te puede interesar: Los 16 mejores doctores especialistas de México Cifras cardíacas
  •  17.5 millones de personas mueren al año de enfermedades cardíacas.
  • 11 meses tardó desarrollar el Stanford virtual heart.
  • 15 años de edad promedio tienen las personas diagnosticadas con cardiopatías.

Cortesía: Lighthaus / Stanford

  Herramienta para la enseñanza Hace unos meses, el cardiólogo mexicano francisco Javier León Hernández tuvo noticias acerca del corazón virtual de los doctores Axelrod y Sarno. “Para nosotros, como médicos, es mucho más sencillo curar a un paciente a edad temprana que hacerlo en la etapa adulta; sin embargo, diagnosticar problemas cardíacos congénitos no es algo fácil de hacer, y ahí es donde considero que podría ayudarnos el proyecto encabezado por el doctor Axelrod”, observa León Hernández, también presidente de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México. El corazón virtual es una herramienta que permitiría a los profesores cardiólogos no sólo fortalecer los conocimientos de los alumnos de las escuelas de Medicina, sino también el de todos los doctores de primer contacto, quienes son los encargados de hacer diagnósticos iniciales. “De esta manera, podríamos dar solución rápida a las cardiopatías congénitas, las cuales representan la cuarta causa de muerte en el mundo”, agrega León Hernández. La mayoría de los pacientes que son diagnosticados con cardiopatías tienen, en promedio, entre 10 y 15 años, una edad que, si bien no es alta, no es tampoco la ideal para empezar a resolver este tipo de padecimientos. Hay también un factor económico importante: ocho de cada 10 pacientes pediátricos que son enviados a hospitales de segundo y tercer nivel están relacionados con cuestiones de corazón, pero no en todos el diagnóstico es correcto, lo que implica gastos extra para las instituciones de salud, señala el galeno mexicano. El corazón virtual también ofrece ventajas al momento de dar el tratamiento. “Este aprendizaje implicaría evitar en pacientes la utilización de métodos invasivos para hacer detecciones, ya que los doctores tendrían una mayor certeza sobre el comportamiento del órgano”, concluye León Hernández. Te puede interesarTurismo médico: un mercado en sala de espera

Cortesía: Lighthaus / Stanford

 

 

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