¿Se imagina que su fotocopiadora solicite automáticamente cada vez que el cartucho se acaba o que el teléfono de oficina agende la reunión automáticamente? Todo esto será posible en un futuro no muy lejano con el internet de las cosas.     El futuro tiene un nombre, el llamado internet de las cosas, que es una traducción literal de The internet of things, quizá en español deberíamos llamarlo “internet en todas las cosas”. Pero, ¿qué es exactamente el internet de las cosas? Básicamente se refiere a que todas las cosas estén conectadas a internet. Hoy día tenemos smarthphones, tabletas, ordenadores, dispositivos multimedia, entre muchos más, pero el internet de las cosas va mucho más allá, Hoy, sólo el 1% de los objetos del mundo está conectado. Básicamente la hiperconexión consiste en que cada dispositivo que exista a nuestro alrededor vaya dotado de una dirección de internet, y por tanto, capacidad para comunicarse con otros objetos, y de tener relación, es decir, internet saldrá del carril de la informática y colonizará cualquier cosa que se nos ocurra. Esa comunicación se hará por muchos medios: WiFi, WiMax, RFID, 3G, LTE, Bluetooth, NFC, entre otros; no solo se habla de dispositivos que hoy ya tienen electrónica, como puede ser una lavadora o un refrigerador, sino de otros que no la tiene como un interruptor, un termostato, un foco, e incluso dispositivos mecánicos. El desarrollo del internet de las cosas implica que cada vez más las conexiones a internet serán entre máquinas, y no entre personas que se mandan un correo electrónico o mensajería instantánea, y que hará posible que miles de millones de sensores y chips comuniquen los datos que registran, ayudando quizá a regular el tráfico de las ciudades, a medir el consumo de energía del alumbrado público. Para hacer esto posible, el número de aparatos conectados se multiplicará; en la actualidad, hay conectados a internet entre 8,000 y 10,000 millones de dispositivos, pero, de acuerdo a un estudio realizado por Cisco, en 2020, habrá 4,500 millones de internautas, mientras que el número de conexiones ascenderá a 50,000 millones, y cada vez que se conecta un nuevo objeto, como un televisor, un coche o un dispositivo médico, el total de conexiones potenciales se incrementa en otros 50,000 millones, ya que cada objeto puede conectarse e interactuar con el resto. Tanto a nivel doméstico como a nivel profesional, el internet de las cosas podría cambiar el mundo tal y como lo conocemos hoy. Para que el internet de las cosas funcione alrededor del mundo, en cada uno de los hogares y empresas tendrán que pasar décadas, pero actualmente tenemos la oportunidad de usar lo más parecido, Machine to Machine, es un servicio que permite a distintos dispositivos de la empresa conectarse entre sí para gestionar y automatizar los procesos de comunicación entre ellos. Con la ventaja de que los dispositivos pueden ser desde módulos de ubicación vehicular, terminales de punto de venta, dispositivos de entretenimiento, equipos de medición o de control, etiquetas electrónicas inteligentes, microprocesadores presentes en los objetos del hogar, automóvil u oficina, hasta computadoras personales o complejos servidores en un centro de procesamiento de datos. Machine to Machine es la solución de negocios que Telcel le ofrece para mantener la comunicación necesaria de forma organizada y en tiempo real, se trata del fundamento principal del internet de las cosas.     *Este texto fue escrito por Telcel para ser publicado en Forbes Advertorial. Su contenido es de orientación comercial y es independiente de la línea editorial de Forbes México.

 

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