“El éxito en los negocios no llega de la noche a la mañana, sino que es parte de un proceso largo, lleno de improvistos y dificultades.”

Todas las empresas, pequeñas, medianas y grandes son como árboles. Todas surgieron de una semilla (idea), que una vez sembrada requirió de agua y abono (recursos), y de diferentes cuidados especiales (trabajo). Con el tiempo surgió una planta que fue creciendo hasta dar sombra, frutos (utilidades) y más semillas para sembrar más árboles. Así es como una primera empresa nos da oportunidad de abrir otros negocios, se convierte en el primer motor de nuestra acción en el mundo. Para que tengas éxito, es muy importante que estés preparado a seguir una serie de pasos antes de la apertura del negocio que tienes pensado, los cuales serán esenciales para minimizar los riesgos de fracaso y asegurar la obtención de frutos.

 Primer paso: Un negocio se logra, siempre y cuando sepas cómo funciona.

El producto o servicio que tienes pensado ¿Sabes cómo hacerlo bien? ¿Sabes dónde están los clientes que estarían dispuestos a comprarlo? ¿Sabes cuánto cobrar? Si has escuchado la regla de oro de hablar en público: “No hables de lo que no sabes”, trasládalo a los negocios: “No hagas cosas que no sabes” Eso no quiere decir que no puedas abrir un negocio de algo que es completamente ajeno a ti en este momento; lo puedes hacer, pero antes tienes que aprender a hacerlo, y eso implica estudio y dedicación, de lo contrario te será muy riesgoso emprender. Empieza pequeño y se un aprendiz del oficio “Las oportunidades pequeñas son el principio de las grandes empresas.” Demóstenes

Segundo paso: Separa el negocio de tus cuentas personales.

La separación debe ser total. Debes esperar a que el negocio empiece a mostrar rentabilidad, a veces sucede al segundo año de funcionamiento, claro, si eres disciplinado, constante y respetuoso con tu negocio. Es decir, no le retires las utilidades, ni lo cargues con gastos personales o no propios del negocio antes de que esté financieramente sólido. “Todo lo que se hace se puede medir, sólo si se mide se puede controlar, sólo si se controla se puede dirigir y sólo si se dirige se puede mejorar.” Dr. Pedro Mendoza A.

Tercer paso: Ten una preparación profesional, empresarial y humana

Como inversionista, comerciante o empresario, prepárate física, mental, espiritual y profesionalmente para manejar tu negocio, no dejes todo a la sola experiencia ni a las corazonadas. Busca ayuda profesional con personas expertas. Consulta a asesores internos y externos. “Lo mejor que podemos hacer cada emprendedor o empresario es pensar que todavía no hemos hecho nada ya que el día que te endioses o el día que te creas que has hecho algo, nunca vas a seguir avanzando…” José Ramón Garcia, Blusens.

Cuarto paso: Confía en ti y se humilde

Convéncete de esto, cree que puedes y lo harás. Muéstrate siempre dispuesto a colaborar con tus clientes, ayúdalos, oriéntalos. Manténte atento y agradecido con todos los clientes, te compren o no.” Si haces una venta, te dará suficiente para vivir.  Si inviertes tiempo y prestas un buen servicio al cliente, puede hacer una fortuna.” Jim Rohn

Quinto paso: Piensa ganar-ganar

Deja que tus clientes también ganen, para que tu negocio se convierta en alternativa de ayuda. Piensa en ser siempre creativo, deja de competir. Tú debes ser el origen de tu propia creatividad. Tus clientes son aquellos que compran de contado y a crédito, pero que siempre cumplen. Cúmpleles tu también. “Si no hay sentido de confianza en la organización, si las personas viven preocupadas por cubrirse las espaldas… la creatividad será una de las primeras víctimas”.

Sexto paso: Ser buen vendedor implica ser buen comprador

Elige muy bien a tus proveedores y conviértete en un cliente modelo para ellos, cúmpleles con tus pagos y respeta las condiciones de compra, se un negociador, pero nunca bajes la calidad de los productos y servicios que adquieres. “El secreto de mi éxito está en pagar como si fuera pródigo y vender como si estuviera en quiebra.” Henry Ford

Séptimo paso: El capital humano es el motor de tu negocio

Selecciona cuidadosamente a tu personal, capacítalo y remunéralos adecuadamente en función del cumplimiento de objetivos. Ellos son el principal activo de tu negocio y aquí está la clave principal para generar utilidades: debes contar con personal comprometido y motivado, que refleje confianza para los clientes y toda la gente relacionada con su empresa. El tamaño del futuro que experimentamos en la realidad estará determinado, en mucho, por un factor: la gente con la que escogemos relacionarnos. “Cuando invitamos gente genuinamente comprometida con el crecimiento en cada aspecto de nuestra vida, nuestro propio potencial para el crecimiento se torna verdaderamente ilimitado.” Dan Sullivan

Octavo paso: Da más de lo que el cliente espera  

Esfuérzate por hacer lo correcto, por dar lo mejor de ti, por entregar un producto o servicio de mayor calidad de lo que el cliente espera. Cuida tu reputación como emprendedor. Haz las cosas bien hechas, se diligente, interésate por los demás, por hacer bien el trabajo en equipo, por ser excelentes. Si das lo mejor y las cosas no resultan como esperabas, no te sentirás mal, porque sabes que diste la mayor calidad de producto o servicio. “Si quieres ser bien sucedido, necesitas tener una dedicación total, buscar tu último límite y dar lo mejor de ti mismo”. Ayrton Sena

“Hay 3 cosas en la vida que se van y no regresan: las palabras, el tiempo y las oportunidades”.

Cuidando estos puntos clave, la posibilidad de éxito en tu empresa aumenta sustancialmente, solo tienes que escoger el mercado que tenga el potencial de demanda para los productos o servicios que prestas y finalmente estar muy atento con los indicadores internos y externos para adecuarte y adelantarte a los cambios del mercado. Recuerda que “El secreto del éxito está en prepararse para aprovechar las oportunidades en cuanto se presenten.” Disraeli

Lo cierto es que las oportunidades siempre aparecerán, y si somos conscientes de ello, entonces no desperdiciaremos nuestro tiempo mientras las esperamos. Nos prepararemos y capacitaremos, para que en cuanto aparezcan sepamos qué hacer y las aprovecharemos oportunamente. Como bien se dice “Hay 3 cosas en la vida que se van y no regresan: las palabras, el tiempo y las oportunidades”, por ello, recuerda y ten siempre presente sembrar, cosechar y aprovechar cada una de ellas. “La suerte favorece sólo a la mente preparada.” Isaac Asimov

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