- Formar una familia, en especial, la llegada de un hijo(a).
- Pertenecer a algo y estar orgullosos de ese algo. El camino más directo es a través de los valores que se viven en el día a dí
¿Tu empresa está lista para dar licencias por paternidad?
Una encuesta muestra que en 90% de los hombres que toman una licencia por paternidad se eleva su motivación y que no hay efectos negativos en la productividad. Un asunto de ganar-ganar.
Hace unas semanas recibí un artículo haciendo referencia a nuevas leyes en Estados Unidos que ofrecen a los hombres licencia de paternidad. El escrito despertó mi curiosidad y me dispuse a investigar un poco más sobre el tema.
Resumiendo los muy diversos datos
Para la madre, en Europa y Asia se encuentran los países que más tiempo ofrecen licencia de maternidad con diferentes porcentajes de salario pagado. El promedio va de tres a cuatro meses. Sobresale Reino Unido, con un año de licencia de maternidad, y Suecia, con un año y cuatro meses. En América el promedio es de catorce semanas.
Para el padre, la ecuación es muy diferente. En América y Asia, el hombre no tiene en casi ningún país beneficios de licencia para paternidad, excepto Canadá y algunos estados de Estados Unidos.
En Europa, muchos países ofrecen una o dos semanas, y sólo Noruega, Eslovenia, Finlandia e Islandia ofrecen arriba de diez semanas.
Suecia ha lanzado una iniciativa buscando motivar al papá a tomar hasta tres meses. La intención es que el hombre no sólo ayude con el cambio y caos que implica un bebé en la dinámica familiar, sino que la experiencia fortalezca la relación de pareja en lugar de generar estrés.
Paternidad y motivación, ecuación clave
Todas las empresas hablan, en su visión o misión, de valores que les permitirán alcanzar ciertos resultados o ser una solución para sus clientes. Y si hablamos de valores, hablamos de conductas.
Dichas conductas pueden ser defensivas o estar ligadas a un alto grado de motivación, claridad de objetivos, deseo de colaborar, satisfacción y orgullo por su trabajo. Las conductas desplegadas por una persona dependerán del tipo de cultura que exista en ese momento dentro de la organización.
Se invierte mucho dinero en capacitar a los empleados en trabajar en equipo, con la intención de que estén motivados y se traduzca en productividad. Lo que a veces se pierde de vista es que la motivación se nutre de diversas fuentes, no sólo del reto o el objetivo de la organización. Dos fuentes de motivación nos interesan para fines de este escrito: