Por Mercedes Fuguet* En enero de 2019 entrarán en vigor la Norma Internacional de Información Financiera (NIIF) 16 y la Norma de Información Financiera (NIF) D-5, así como la ASC 842 (esta última sólo para empresas públicas), relativas a arrendamientos. Bajo NIIF 16 y NIF D-5 las reglas cambian sustancialmente en el caso del reconocimiento contable de los contratos: los arrendamientos puros u operativos y los financieros o capitalizables, celebrados por el arrendatario, sufrirán una homologación en su tratamiento. Este cambio traerá modificaciones en procesos, sistemas, métricas como EBITDA, cumplimiento de cláusulas de préstamos, o incluso podría desincentivar la renta de activos y favorecer la decisión estratégica de comprarlos. Hasta el mes de octubre de este año, únicamente el 5% de las empresas mexicanas reportó haber concluido la implementación de las mismas y 66% se encontraba en proceso de hacerlo, de acuerdo con los resultados de la 2018 Accounting Change Survey, elaborada por PwC. ¿Qué progreso han experimentado las entidades mexicanas? Los resultados de la encuesta muestran que cerca del 30% de las empresas en el país no ha comenzado el proceso de implementación de las nuevas normas de arrendamientos o aún evalúa el impacto que tendrán en su organización. Cabe destacar que el proceso de evaluación para las nuevas normas contables es vital. No obstante, 87.5% de las empresas que se encuentran en proceso de implementación presentan un avance inferior al 50%, y solo el 12.5% ha alcanzado de 51 a 75% de progreso en este aspecto. Para más del 60% de las organizaciones mexicanas que participaron en la encuesta, los procesos más complejos han sido la extracción de datos (que considera recopilación, calidad de la información y remediación en cómo conseguir  la información requerida por la norma para el cálculo del pasivo y el derecho a uso lo cual implica no solamente información de cada contrato sino también elementos de juicio de la Gerencia) y con ello, asegurar que todos los arrendamientos  se contabilicen de acuerdo con la nueva norma de arrendamientos. Con relación a las herramientas que utilizarán las compañías, el 41% afirma que implementará un nuevo sistema de gestión de arrendamientos y 38% hará uso de aplicaciones computacionales (i.e. hojas de cálculo), para gestionar los cálculos y registro contable de los arrendamientos. En términos generales, el 54.5% de las compañías en México señala que la adopción ha sido algo difícil, con otro 30% afirmando que le ha sido muy complicado. Impactos y desafíos Diversas industrias experimentarán los cambios de diferente manera. Contablemente, los sectores de retail, telecomunicaciones y transportación y logística podrían ser los más afectados por el volumen de arrendamientos operativos que suelen tener, por lo que el reconocimiento de nuevos pasivos por la obligación de pago de los arrendamientos y activos por derecho de uso serán relevantes, así como el impacto en el estado de resultados y flujo del efectivo. El sector de bienes raíces y arrendadores de equipos vería una transformación en su modelo de negocio, ya que puede cambiar el comportamiento y preferencias de sus clientes, los arrendatarios. Implementar las normas requiere de cambios o nuevos procesos, controles y juicio minuciosos que permitan establecer una estrategia sólida a partir de un diagnóstico correcto de los impactos y la recopilación y uso de datos confiables. Como se puede observar en los resultados de las encuestas, para las empresas que están implementando la norma ha sido clave definir las herramientas tecnológicas que mejor se adaptan a las necesidades de la empresa (en función del inventario de contratos y complejidades de los contratos). Asimismo, es importante la definición del proceso que se llevará a cabo para garantizar la integridad de la población de arrendamientos, y el análisis de contratos, para determinar los cálculos y registros contables, así como las revelaciones relevantes de adopción en los estados financieros al 31 de diciembre de 2018 y subsecuentemente. Podemos añadir que la implementación de esta norma tan relevante será exitosa en la medida en la que se tenga una buena planificación y control del proceso de adopción y se incorpore a un equipo multidisciplinario (áreas contables, Legales, de Procura, presupuesto, Dirección de Finanzas, Auditoría Interna, Sistemas, Procesos, etc.), acompañados desde el inicio con un programa de capacitación. La fecha de adopción está a la vuelta de la esquina, hay todavía muchos retos y desafíos para su implementación. Las empresas están trabajando para estar en cumplimiento con los nuevos requerimientos normativos con diferentes avances. Muchos esfuerzos a la fecha de adopción son provisionales para definir los impactos al 1 de enero de 2019, pero en gran cantidad de casos los cambios en procesos y sistemas continuarán durante el año de adopción hasta garantizar que el día a día de las operaciones en las que pudiera haber arrendamientos se detecten, analicen y registren de acuerdo con los requerimientos de la norma desde su origen. *Socia líder de Accounting Changes, PwC México.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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