Es una realidad que la pandemia impulsó las actividades digitales que antes eran presenciales, por ejemplo, hoy comprar productos en un supermercado tradicional es una elección menos frecuente ante los catálogos de comercio electrónico, las entrevistas de trabajo ocurren vía digital y las verificaciones de datos financieros nos piden acceso a aplicaciones móviles.

Estas acciones digitales contemporáneas nos han llevado a buscar mecanismos digitales para identificarnos y hacer intercambio de información sólidos, sin exponer la seguridad de la información más sensible.

En este sentido, empresas y negocios han aplicado procesos de identificación digital para tener certidumbre de que cada usuario sea quien dice ser. 

“Sin embargo, transparentar nuestras acciones digitales implica realizar procesos de seguridad que, en ocasiones, pueden demandar operaciones incómodas para los usuarios, por ejemplo, la verificación vía SMS, biometría y otros elementos de fricción”, asegura Mario Martínez, vicepresidente de Cyber & Intelligence Solutions de Mastercard México y Centroamérica.

De acuerdo con el ejecutivo, una experiencia de usuario negativa puede llevar a declinar un trámite -o una compra-, ya que 50% de los usuarios tuvo una mala experiencia y abandonó el proceso de compra durante el primer año de la pandemia, mientras que 51% de los comercios asegura que el robo de identidad es una preocupación prioritaria.

Ante un escenario de esta magnitud, la industria ha implementado diversos tipos de autenticación. “Para ello, las empresas y entidades financieras pueden buscar un equilibrio entre los mecanismos de seguridad sin caer en elementos de fricción”, expresa Mario Martínez.

“Durante todos estos procesos en los que todos estamos expuestos, existen elementos de fricción como tener que construir contraseñas muy complejas, responder al CAPTCHA y enviar documentos de identidad. Todo esto tiene la finalidad de proteger al usuario, pero generan fricción, es decir, incomodidad”.

Lee también: Identidad digital, un mecanismo para evitar fricción en la experiencia de usuario

Consciente de esta zona de oportunidad, Mastercard utiliza procesos de seguridad donde almacena y verifica información que permita el acceso al usuario sin fricción, de cara a una economía digital de fácil acceso para empresas y entidades. 

El impacto de estas soluciones digitales es visible en la mitigación de intentos de acceso, optimizando la experiencia orgánica en escenarios como la apertura de cuentas.

Hoy, Mastercard ofrece a los comercios la oportunidad de integrar soluciones de respaldo que protegen la seguridad de los datos más sensibles, en un panorama donde las acciones más simples ya son digitales.

 

Siguientes artículos

Aeromar
Aerolíneas se quedan con millones de pesos de impuestos de turistas extranjeros
Por

Aerolíneas se han quedado con el pago del impuesto de viajeros, el cual se destina para gastos del INM y la construcción...