Alberto Fernández asume presidencia argentina con el desafío de encarrilar la economía
"Queremos un Estado presente, constructor de justicia social", destacó Fernández durante el discurso de inauguración de su gestión en el Congreso.
Reuters.- El líder de centroizquierda Alberto Fernández asumió en las últimas horas la presidencia de Argentina con la misión de enderezar el rumbo de una economía en crisis que lo obligará a hacer un delicado equilibrio entre las amplias demandas sociales y las de los inversores.
Con la presencia de mandatarios y funcionarios de algunos de los principales socios de Argentina, Fernández -de 60 años- juró como presidente ante el Congreso y por la tarde tomó juramento a sus ministros en la Casa Rosada, tras cuatro años de gestión del líder neoliberal Mauricio Macri.
“Queremos un Estado presente, constructor de justicia social”, destacó Fernández durante el discurso de inauguración de su gestión en el Congreso.
Con una inflación superior al 50% anual, una economía en recesión y una pobreza cercana al 40%, la renegociación de una deuda pública cercana a los 100.000 millones de dólares -que parece impagable en el corto plazo- será clave para el futuro de su Gobierno.
“No hay pagos de deudas que se puedan sostener si el país no crece (…) El país tiene la voluntad de pagar, pero carece de capacidad para hacerlo”, dijo el presidente argentino, que señaló que su prioridad será combatir el hambre y la pobreza.
Muchos inversores se han mostrado inquietos por la probabilidad de que Fernández se vuelque hacia una mayor regulación de la economía, como aplicó su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, cuando gobernó el país entre 2007 y 2015.
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Como las discusiones con el Fondo Monetario Internacional (al que Argentina adeuda alrededor de 44.000 millones de dólares) son vitales, Fernández eligió para el Ministerio de Economía a un académico especializado en deuda, Martín Guzmán, un joven discípulo del Premio Nobel Joseph Stiglitz.
La presencia del presidente cubano de izquierda Miguel Díaz-Canel durante el acto de asunción y la ausencia del mandatario brasileño de ultraderecha Jair Bolsonaro daba un indicio de cuál será el alineamiento internacional de Fernández.
El presidente argentino dijo igualmente que buscará “construir una agenda ambiciosa” con Brasil, más allá de sus diferencias con Bolsonaro.
La titular del FMI, Kristalina Georgieva, saludó por la tarde a Fernández y dijo a través de un tuit que comparte los objetivos de bajar la pobreza e impulsar el crecimiento del país.