Por Carla García Franco* En los siguientes 25 años —que en materia energética es el mediano plazo— el sector energético se convertirá en un motor de crecimiento para México por su capacidad para generar inversiones que se traduzcan en bienes y servicios más complejos que tengan mayor valor agregado en el país y en el mundo. Pero, para que el sector —incluyendo tanto al segmento petrolero, renovables, así como al eléctrico— genere estos beneficios, su desarrollo debe estar basado en cuatro principios fundamentales que aseguren que este motor seguirá andando por las siguientes décadas. Estos cuatro principios son:
  1. Constancia y predictibilidad
Para que el Nuevo Modelo Energético de México pueda funcionar a nivel global, se necesitan dos elementos indispensables: certidumbre y predictibilidad. Si estos elementos están presentes y se privilegian en toda la cadena de valor del sector (desde la creación de nuevas regulaciones hasta los ritmos de implementación de las rondas licitatorias) es posible mitigar los costos de la incertidumbre. Adicionalmente, el país adquiere una ventaja competitiva estratégica y atrae más inversión. En contraposición, un sistema errático e impredecible resulta en una pérdida de oportunidades, un incremento en los costos y una pérdida de dinamismo en la economía.
  1. Competencia e imparcialidad
Durante años México pudo ignorar la competitividad de su sector debido al entorno donde el propio gobierno determinaba el monto y el alcance de la inversión en la industria. Con las complicaciones generadas a partir de este modelo unilateral, el Nuevo Modelo Energético de México nació con la intención de promover la participación de distintos actores. El Nuevo Modelo Energético Mexicano ideó un “piso parejo” de competencia entre distintas empresas. Estas medidas permitieron que una multiplicidad de actores, de todos tamaños y con diferentes enfoques, pudieran participar en los distintos segmentos del sector. Si ningún participante puede favorecerse o estar en desventaja arbitrariamente, la competencia será mayor. Es sólo bajo este supuesto que las fuerzas competitivas serán aprovechadas para generar innovación productiva y capturar valor bajo las reglas existentes.
  1. Transparencia y rendición de cuentas
La transparencia garantiza que la información consultada por la industria y por los ciudadanos es verificable. Toda licitación, todo reporte, todo pago al gobierno, toda adjudicación en licitaciones es trazable. Este acceso a la información empodera no sólo a quienes son participantes directos del sector a través de los concursos y de la toma de decisiones, también empodera al ciudadano y a los consumidores para tomar mejores decisiones. Además, le aporta legitimidad al diálogo que se entabla entre los diferentes actores, incentiva las políticas de desarrollo y apuntala la credibilidad de las instituciones y las empresas a partir de la rendición de cuentas con información factual y precisa.
  1. Creación de conocimiento
El sector energético es, fundamentalmente, un sector de conocimiento. El Nuevo Modelo Energético Mexicano ha contribuido al desarrollo de conocimiento, tecnología y talento, que sirve como motor de crecimiento y una fuente de desarrollo hacia una economía más compleja. El primer paso es la acumulación de información que después puede ser analizada y transformada en conocimiento científico. Este conocimiento, empleado en favor del desarrollo, genera crecimiento económico. Un ejemplo muy claro es la cantidad de sísmica que se ha generado en México, que se ha triplicado desde la nueva regulación en materia energética. Además, la capacidad para agregar información es una clave fundamental para crear economías más complejas. Para atender estas necesidades, el Nuevo Modelo creó instituciones centradas en la agregación de información, como el Centro Nacional de Información de Hidrocarburos, y promueve el análisis de esta información a través de las Autorizaciones de Reconocimiento y Exploración Superficial (ARES). Otro papel importante está en las instituciones académicas y los fondos de apoyo al talento, como los Fondos Sectoriales Conacyt-Sener que promueven la investigación y apoyan el desarrollo de talento. Estos cuatro principios de la industria marcan la diferencia entre un sector próspero o un sector avanzando a pasos lentos y pesados. Los miembros del Comité de Energía de American Chamber of Commerce, estamos comprometidos con México para asegurar el desarrollo del país. Para ello, continuaremos explorando nuevas oportunidades de negocio que, a su vez, integren aún más las relaciones comerciales y económicas de México y Estados Unidos. *Presidente del Comité de Energía de American Chamber of Commerce of Mexico y Directora de Asuntos Externos y Gubernamentales de ExxonMobil en México   Contacto: Twitter: @AmChamMexico / @exxonmobil ‏ Instagram: @AmChamMexico / @exxonmobil LinkedIn: American Chamber of Commerce of Mexico / ExxonMobil Página web: amcham.org.mx / corporate.exxonmobil.com Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

¿Y las reservas de gas natural en México apá?
Por

México estimula y promueve el uso del gas natural para la industria, el comercio y el hogar, pero las reservas y la prod...