Por: Joselyn Quintero, especialista en neurofinanzas
Los seres humanos tenemos la creencia de que nuestro movimiento en el tiempo es lineal, cuando es más bien cíclico. Cada año definimos los mismos propósitos financieros que el 96% de las personas abandonamos en el primer trimestre. Aquí te explico los motivos detrás de nuestra inconsistencia y qué debemos tomar en cuenta para establecer metas razonables para el 2023.
Una reciente encuesta de una empresa de crédito evidenció que el 55% de los mexicanos desea salir de deudas y el 43% tiene como meta crear un fondo de emergencias. El INEGI arrojó en su encuesta nacional de inclusión financiera que esas cifras en cuanto a solvencia y ahorros a largo plazo se mantienen relativamente estables, año tras año:
Tenencia de crédito formal: el informe del 2015 indicó que 29.1% de la población poseía algún tipo de endeudamiento, mientras que para 2021, 32.7% de la población lo tenía. Esto nos indica que la variación al alza fue de apenas 3.6 puntos porcentuales en 6 años.
Tenencia de cuenta de retiro: el informe del 2015 indicó que el 41.2% poseía una cuenta de retiro o Afore, mientras que para el 2021, 39.1% la tenía. Esto nos indica que la variación es a la baja en 2.1 puntos porcentuales en el mismo periodo de 6 años.
Lo anterior nos sirve de marco para plantearnos si hay algún error de pensamiento en la forma cómo fijamos las metas financieras y cómo las establecemos de manera razonable.
El presente siempre es más importante
Lo primero que vamos a comprender es lo que se considera como el sesgo del presente. Esto implica que, ante una buena opción a futuro y una opción mediocre en el presente, decimos que preferimos mejor la futura, pero terminamos por elegir la mediocre del presente.
Ante este sesgo, podemos comprender cómo nuestras elecciones de propósitos se convierten en sí mismas en esa preferencia cognitiva que nos llena de entusiasmo, pero que se diluye al quedarse olvidada entre las elecciones mediocres del día a día.
El entorno influye en nuestras acciones
Junto con el sesgo del presente, tenemos lo que conocemos como el poderoso efecto rebaño. Dentro de la neurociencia y las ciencias conductuales está comprobado que los seres humanos respondemos a los efectos de las masas, especialmente cuando se trata de momentos de incertidumbre y crisis, pero también en medio de grandes entusiasmos y euforias.
De esta forma, podemos saber que, aunque tengamos una buena lista de propósitos, de nada nos va a servir estar en un entorno conformado por personas con intereses muy diferentes a los que tenemos planteados como propósito del año. La presión social ejerce un fuerte efecto inconsciente en las decisiones presentes, mediante las decisiones grupales.
Autoestima y metas ambiciosas
El tercero y último elemento para tomar en cuenta en la forma cíclica como vivimos los seres humanos, lo conforma el concepto de autoestima, que no es más que la relación que tenemos con nosotros mismos. Las metas ambiciosas pueden afectar la autoestima si no somos cuidadosos en la forma como las ejecutamos.
La mejor manera de manejar una meta está en dividirla en pequeños pasos, eligiendo siempre lo que sea más sencillo y factible de realizar para que, de esta manera, el progreso sea progresivo y que la persona pueda ir acumulando sentimientos de logro que lo mantengan en constante movimiento hacia lo que tiene planteado como esa gran meta.
De lo racional a lo razonable
Toda la economía y las finanzas tradicionales giran alrededor del principio del hombre económico, un ser racional que siempre dispone de la información adecuada para tomar sus mejores decisiones. Esta premisa de racionalidad absoluta está demostrada que no solo es inexistente, sino que además sería contraproducente para el ecosistema social humano.
En las neurofinanzas, más que de un principio racional, se define al ser humano como un ser razonable, es decir, que tiene la capacidad de razonar de forma limitada y bajo ciertas circunstancias. Es por este motivo que las grandes metas perfectas pueden ser, desde la visión de las neurofinanzas, insuficientes y desmotivadoras.
¡Ponte metas grandes para el año que viene, en Forbes México estamos seguros de que las conseguirás!
5 puntos clave a tomar en cuenta al establecer sus metas financieras del 2023:
- Revisa tu comportamiento para entender en qué momento del año te desmotivas
- Identifica una sola meta principal y otras secundarias, para poder enfocarte mejor
- Evalúa si tu entorno tiene intereses asociados a esa meta, de lo contrario, busca (o crea) un contexto social donde puedas sentirse acompañado
- Toma tu meta principal y las secundarias, divídelas en hitos trimestrales, mensuales e incluso semanales si te resulta conveniente para tener logros todo el año
- Abraza tu razonabilidad, recuerda que algunas veces habrá progreso, otras veces te vas a equivocar, pero siempre vas a aprender. Lo importante es que no te detengas.
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