Culiacán: ¿El punto de ruptura para la estrategia de comunicación de AMLO?
Para un evento de tal magnitud como el operativo de captura fallido de un criminal la información debió ser clara y sin contradicciones, advierten especialistas.
La “fina” estrategia de comunicación que se implementó desde los primeros días del gobierno de Andrés Manuel López Obrador empieza mostrar sus primeros signos de agotamiento, que se aceleró, en gran medida, por el operativo de captura de Ovidio Guzmán López, que resultó en su posterior liberación.
La relación entre los medios de comunicación y los integrantes de la nueva administración, así como el proceso de divulgación de las acciones del gobierno federal, están enfocados en las conferencias matutinas del presidente de México.
Dos días después de asumir su cargo como presidente, López Obrador sostiene conferencias de prensa de lunes a viernes, las cuales duran entre 60 y 120 minutos, en el que se anuncian las acciones del gobierno federal y tanto él mandatario como los integrantes de gobierno se someten a los cuestionamientos de los medios de comunicación.
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Este método se aplicó para divulgar los detalles del operativo de captura de Guzmán López, integrante del Cártel de Sinaloa e hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Al informe, que se presentó en “la mañanera” del 30 de octubre, asistieron los titulares de las dependencias que conforman el gabinete de seguridad, pero la falta de precisión en la información generó un enfrentamiento entre representantes de medios de comunicación y el mandatario.
Para un evento de tal magnitud como el operativo de captura de un criminal, que incluso está siendo investigado en otros países, la información debió ser clara y sin contradicciones, advierte Alfredo Paredes, CEO de Capital Consulting.
“Esto es como un stand up político que se repite todos los días con los mismos chistes y las risas grabadas. Durante un tiempo le funcionó (al equipo de López Obrador) en las elecciones y después porque lo mantenía en un nivel de aceptación, ellos estaban en esa estrategia que si funcionaba. Pero con lo que ocurrió en Culiacán se demandaban respuestas muy concretas, una presencia contundente del Estado, todo reventó”, señaló el especialista.
Este método de divulgación, no sólo mostró contradicciones entre las versiones que ofrecieron funcionarios del gabinete de seguridad, sino que “puso en riesgo” el aparato de combate al narcotráfico y de seguridad del Estado mexicano, advirtió Paredes.
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