En el mundo de la tecnología, la máxima de Darwin respecto al proceso de selección natural es indiscutible: “Aquellos miembros de la población con características menos adaptadas (según lo determine su medio ambiente) morirán con mayor probabilidad. Entonces aquellos miembros con características mejor adaptadas sobrevivirán más probablemente.”
La innovación significa transformarse continuamente y desarrollar características mejor adaptadas, apalancadas en la experiencia probada.
Esta acelerada innovación ha puesto a nuestra disposición productos y servicios cada vez más poderosos y fáciles de usar. Hoy en día, cualquier teléfono inteligente tiene más poder de procesamiento que las computadoras que enviaron al hombre a la Luna en la misión Apollo.
Todos hemos apreciado cómo la lógica detrás de las grandes empresas transnacionales ha cambiado drásticamente. Ronald Coase ganó el Premio Nobel en 1991 gracias a su teoría desarrollada en 1937, “La naturaleza de la empresa”, en que explica la necesidad de la existencia de las grandes empresas, debido a los enormes costos de construir grandes plantas de producción y los costos de distribución asociados; sin embargo, en la era digital los costos se han desplomado. Actualmente cualquier persona puede construir una empresa transnacional desde su garaje.
La falta de innovación genera, a su vez, la desaparición de muchas empresas; un ejemplo es la aceleración en la rotación de las empresas que forman la lista Fortune 500, las cuales hasta hace unos años tenían una expectativa de vida de 75 años y ahora es de sólo 15 años. Prueba de ello es la desaparición de empresas del tamaño de Siemens, Pan Am, Blockbuster, Banesto, Olivetti y Lehman Brothers, entre otras.
Finalmente, las empresas que sobreviven son aquellas que ofrecen productos y servicios novedosos y acordes a las cambiantes necesidades del consumidor, y para lograrlo deben invertir en innovación y desarrollo de productos vanguardistas cuando tengan una situación financiera saludable y no cuando su participación de mercado vaya en decadencia.
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Darwin tiene razón: innovar o desaparecer
Para evitar desaparecer, las empresas deben invertir en innovación y desarrollo de productos vanguardistas cuando tienen una situación financiera saludable y no cuando su participación de mercado va en decadencia.
