Los empresarios élite tienen derecho de picaporte con la autoridad. Son invitados a informes, cenas, comidas y eventos privados. Tienen acceso directo al poder político al más alto nivel. Son influyentes, se les toma en cuenta, se les escucha, están bien conectados. Pueden desatorar un asunto con una llamada.

Generalmente son dueños, accionistas mayoritarios o directores de megaempresas. Algunos las heredaron, otros las crearon por sí mismos. Tuvieron talento, astucia, suerte o todas las anteriores.

Algunas de estas empresas compiten al tú por tú con el mundo, otras gozan de protección monopólica o son tan grandes que pueden venden caros sus servicios o productos en México.

Algunos de ellos, quizá lograron hacerse poderosos por medio de favores gubernamentales, otros no. Actualmente, sin embargo, todos cuentan con esa franquicia, esa gracia, esa relación importante con políticos del más alto nivel.

Los medios de comunicación los toman en cuenta. Tienen peso político y social, y lo hacen valer.

Muchos de ellos apoyan directa o indirectamente a las organizaciones empresariales. Algunos genuinamente hacen labores altruistas, otros sólo lo aparentan. Es una buena manera de protegerse o de enviar mensajes a la autoridad sin desgastarse.

Son, en pocas palabras, lo que Andrés Manuel López Obrador alguna vez calificó como parte de la “mafia del poder” y que ahora invita a su cena rifa del avión, no-avión.

Muchos ciudadanos y empresarios los consideran líderes y los respetan, otros no, pues los ven como una cúpula que sólo se representa a sí misma y que interfiere en la vida política con fines personales, pero sobretodo, sin ningún interés verdadero en mejorar el sistema político del país.

Teniendo tanto poder, rara vez vemos a alguno de ellos enfrentarse públicamente a los políticos porque esa “ropa sucia” se lava en casa. La cautela, la política de relación personal y el control de la situación es lo suyo y lo manejan con habilidad. En México y en todo el mundo. Es la cúspide de la pirámide.

Hay sistemas políticos que generan liderazgos, competencia y oportunidades para muchos, el sistema mexicano no. Hemos avanzado en los últimos 25 años con apertura y libertades, pero aún estamos muy lejos de los sistemas que promueven y defienden al libre mercado y a la libertad empresarial. Por tanto, la movilidad empresarial, al igual que la social, es limitada. Es raro ver nuevos empresarios élite en México, son los mismos desde hace años. Es raro ver innovación de clase mundial en nuestro sistema. Se premia la cautela, no el riesgo, en todos los sentidos.

Si apoyan alguna ONG, cámara o partido político, lo hacen con mucha discreción porque el riesgo de perder el derecho de picaporte es muy alta, y en México todo se sabe y todo se escucha, legal o ilegalmente, y si no, se intriga.

Sin juzgar a nadie, porque cualquiera de nosotros quizá haría lo mismo con ese poder, propongo que los ciudadanos y el resto de los empresarios micro, pequeños, medianos y grandes, los que no somos élite, dejemos de fincar nuestras esperanzas en ellos.

La defensa de la democracia y de las libertades no está en unos cuantos, sino en todos. Y cuando hablo de libertades me refiero a todas, no sólo a las económicas. Todos los sistemas se fortalecen y evolucionan con libertad personal.

Traemos un desequilibrio fuerte entre sociedad y gobierno, traemos una concentración de poder peligrosa en el gobierno y sólo los que no tenemos poder estamos interesados en fortalecer al sistema. Esa es la lección histórica, no hay excepciones, no hay atajos. Es una tarea tardada, sistémica, colectiva, de aprendizaje por experiencia. 

Los sistemas desarrollados no son aquellos que escogen a los “mejores líderes”, sino los que desconfían del poder por sistema y ponen a prueba a sus líderes constantemente. Son tiempos nuevos, ya no hay velos ni misterios y esa es justamente la gran oportunidad para el país. Sin estar en contra de nadie, podemos todos estar a favor de un mejor sistema.

 

Contacto:

*Santiago Roel R. es Director y fundador de Semáforo Delictivo, herramienta de rendición de cuentas, evaluación y análisis del comportamiento de la delincuencia y violencia en México.

Twitter: @semaforodelito

 

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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