Para Guillermo García Alcocer, expresidente de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el costo de minimizar a los reguladores energéticos es que no habrá energía barata para nuestro país.
“Si como sociedad no queremos reguladores porque parece burocracia innecesaria, el costo de esa decisión es no tener energía barata”, declaró el académico en entrevista durante el Foro Forbes Conecta Energía 2020.
El economista egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) explicó que realizar cambios regulatorios en materia energética no impedirán que las inversiones lleguen, pero los capitales exigirán que México pague más por el riesgo asociado.
“En economía, hemos visto que a mayor riesgo, tiene que haber mayor retorno, esa es la regla básica en el sistema financiero. Si logramos bajar el riesgo regulatorio, el retorno que van a exigir las inversiones va a ser menor, y eso se traduce en menores precios de energía”, mencionó el catedrático.
Sus comentarios se producen mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador ha criticado a las autoridades energéticas por considerarlas burocráticas, recortando su presupuesto y provocando recortes de personal especializado, al tiempo que ha capturado a los reguladores con la instalación de funcionarios cercanos a su gobierno, los cuales han promovido desregulaciones o frenos a favor de las empresas estatales Pemex y CFE.
Un botón de muestra: CRE desregula a Pemex para ventas mayoristas de combustible
García Alcocer recordó que el papel de los reguladores económicos nace en la izquierda, pues políticos que promovieron el libre mercado, como la exprimer ministra de Inglaterra Margaret Thatcher o los expresidentes estadounidenses Ronald Reagan y Donald Trump desconfían de los órganos de regulación.
“El regulador no es un promotor de la inversión, es neutral al tipo de proyecto que se le presenta, lo que hace es establecer las reglas del juego, ser el árbitro”, manifestó.
“Si la sociedad quiere un gasto pequeño en el gobierno está bien, el problema es que va a dejar que las reglas cambien con el vaivén de los sexenios, de las elecciones, eso no es algo que guste al inversionista”, agregó.
El expresidente de la CRE recordó que nuestro país se enfrentará a la siguiente revolución energética: el almacenamiento eléctrico masivo y el hidrógeno verde. Mencionó que una política agresiva para explotación de litio en nuestro país, considerado el “oro del siglo XXI”, puede ponerlo a la vanguardia internacional.
“Imagínate a México como potencia mundial en baterías, se puede, se debe, y eso es lo tenemos que empujar”, concluyó.
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