Por: Marco Antonio García Velázquez
Desde el momento en que decides comenzar con un emprendimiento y tomar el puesto de liderazgo, a diario te ves implicado con potenciales riesgos que ponen en peligro la supervivencia y crecimiento de tu compañía.
El riesgo es inherente en la vida de una compañía, el mismo sistema económico, a través de los mercados financieros, inversiones y financiamiento se fundamenta en este concepto. Es por ello que el riesgo está intrínsecamente relacionado con el fracaso.
Desafortunadamente en México ser emprendedor puede conducir fácilmente al fracaso, de acuerdo con información de la fintech Konfío, en México solo el 25% de las pymes sobreviven a sus dos primeros años de operación. Los factores del fracaso pueden ir desde la operación interna –toma de decisiones–, la relación con el mercado –productos, marketing, posicionamiento– y el contexto externo –inflación, retos sociales, retos sanitarios, etc.
Por ello, el fracaso se ha vuelto un tema recurrente en el mundo empresarial, llegando incluso a ser capitalizado por algunos emprendedores como Leticia Gasca, fundadora de Fuck Up Nights, una serie de eventos donde se comparten fracasos profesionales, ya sean historias de negocios que quiebran, acuerdos de socios que se pelean, productos que deben retirarse del mercado, etcétera.
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O tal es el caso del podcast “Maestros del Escalamiento”, donde el anfitrión Daniel Marcos, platica con diferentes emprendedores de Latinoamérica para analizar qué hay detrás de su éxito. Lo que llama la atención es que a cada uno de los invitados les hace una pregunta recurrente: ¿cuál es tu mayor fracaso?
Es entonces que surge la pregunta: ¿el fracaso es inevitable? ¿8 de cada 10 emprendedores deben fracasar con algún proyecto o compañía antes de lograr una empresa rentable? La respuesta es obvia: por supuesto que no. Tan sólo durante 2020, en el año más crítico de la pandemia, cerraron 1 millón 10 mil pymes en el país, lo que no nos da una gran lista de líderes experimentados sino personas con sueños y proyectos acabados.
Lo importante y que hay detrás de estos ejemplos es que el fracaso brinda experiencia y aprendizajes, no quiere decir que el fracaso sea una parte inherente del emprendimiento. Por eso es importante aprender a través de la experimentación que permita generar conclusiones informadas. Como afirma el futurólogo Salim Ismail: “no se trata de lanzar una moneda al aire, la experimentación se trata de un enfoque sistemático en un entorno controlado para crear riesgos calculados que generen aprendizajes valiosos”.
Experimentar te permite dar un paso atrás para reducir el riesgo, se trata de pasar de “lanzar un nuevo producto al mercado” a “analizar la viabilidad del producto en un mercado delimitado”. Compañías como Google lo hacen desde hace más de 15 años; P&G tiene el reconocimiento “Premio por el fracaso heroico” para su equipo; Grupo Tata tiene el “Premio Atreverse a intentar; o Adobe ha implementado la “Caja roja”, una dinámica que consiste en que cualquier empleado que quiera desarrollar una idea recibirá las herramientas, técnicas y financiamiento inicial de 500 dólares para ponerla en marcha.
Con este precepto fue que Eric Ries, autor del aclamado Lean Startup, cambió los negocios. El “Enfoque Lean” consiste en lanzar productos y servicios a través del aprendizaje, experimentación, interacción con los clientes y análisis de datos. En sólo 3 meses las empresas pueden aprender la viabilidad de un producto sin invertir grandes recursos.
Veamos los modelos de crowdfunding como Kickstarter: una plataforma en la que cualquier organización puede colocar productos o servicios para que reciban financiamiento colectivo. La inversión sólo se realiza si el proyecto recibe suficiente interés de financiamiento, lo que le da un grupo de inversores y potenciales consumidores.
Para evitar el fracaso hay que arriesgarse a experimentar, es por eso que te comparto 4 recomendaciones para poner en marcha el proceso de experimentación en tu empresa:
Interacción con clientes: ¿qué mejor que antes de poner en marcha un proyecto o invertir un sólo centavo de capital conozcas, por la voz de personas que ya te compran, si el nuevo producto, servicio o proyecto es de su interés?
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Idear con tu equipo: no importa el número de colaboradores de tu compañía, lo importante es que tengan oportunidad de interactuar e idear proyectos o productos colectivos. La empresa de tecnología HP creó el “foro mensual de innovación” para que su equipo se reuniera hasta por 3 horas para crear y debatir ideas. Este foro les permitió reunir cerca de 200 ideas, que luego se compilaron, priorizaron y probaron con clientes reales.
Combate las resistencia del status quo: así como los organismos vivos, las empresas tienen un sistema inmunológico conformado por estructuras, procesos y mentalidades del equipo que hacen todo lo posible por evitar el cambio. Para combatirlo, debes asegurarte que todos estén involucrados en el proceso, desde generar ideas, aprender nuevos conceptos, diseñar los planes hasta implementar.
Rodéate de la experiencia de otros emprendedores: la mejor forma de evitar errores es conocer la experiencia y fracaso de otros emprendedores. Existen foros y espacios donde los líderes de negocios se reúnen para discutir y nutrirse de forma mutua.
Al final del día, la razón clave por la que arriesgarte con la experimentación te ayuda a alejarte del fracaso es porque te permite estar en sintonía con las dinámicas del mercado. Así es que puedes pivotar, analizar y adaptarte, incluso cuando el mundo exterior se vuelve más volátil.
Contacto:
Marco Antonio García Velázquez, editor en jefe Growth Institute
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
