Si has perdido o te han robado tu smartphone sigue leyendo…     Por Mario Reyes   Hace unos días leía que actualmente en México existen 35.6 millones de smartphone y se espera que el número aumente para finales de 2014. Recuerdo que cuando salieron al mercado los primeros celulares, su valor radicaba en tener la posibilidad de hacer una llamada desde cualquier lugar; hoy, eso ha pasado a segundo plano. Los smartphone dejaron atrás a los celulares y prácticamente son minicomputadoras que nos permiten enviar un correo, tomarnos una foto, navegar en Internet y, además, hablar por teléfono, entre otras funciones. Por eso guardamos en ellos mucha información, tanto personal como de trabajo, pues la línea entre ambos mundos es muy delgada cuando hablamos de un smartphone. Así, en un mismo equipo convive la foto con la familia, nuestra canción favorita y un correo del jefe o la propuesta para el cliente. Pero, ¿qué pasa si perdemos nuestro smartphone? Además de la angustia que nos provoca, debemos pensar en algo más: la información que tenemos en él, su valor y el riesgo que representaría que caiga en manos de un tercero, de un extraño, de alguien que pueda enterarse en dónde y a qué hora es nuestra siguiente cita, en dónde estuvimos el fin de semana, quiénes son nuestros amigos en redes sociales, y mucho más. Bien dicen por ahí que gran parte de los datos en un teléfono inteligente son confidenciales y personales, tanto que ni a nuestra pareja se los dejaríamos ver. Entonces ¿por qué 50% de los mexicanos no usa ni una contraseña para proteger sus smartphone? Quizá en algunos casos es por flojera o desconocimiento, pero el riesgo que corre la información tanto personal como de trabajo es evidente, como lo confirmó el proyecto Honey Stick de Symantec, que consistió en “perder” a propósito 30 smartphone en zonas de gran afluencia (parques, centros comerciales, transporte público, etcétera) en Guadalajara, Monterrey y el Distrito Federal, para ver qué hacía la persona que lo encontraba y qué pasaba con la información en el equipo. Los resultados son reveladores: en prácticamente todos los equipos quien lo encontró intentó ver la información del usuario, desde redes sociales, fotografías privadas (80%) y contactos (67%), hasta el correo corporativo (40%) y la cuenta de banca móvil del dueño (37%), entre otras aplicaciones. ¿Cuántas personas intentaron regresar los smartphone? Únicamente cinco, ninguna en el Distrito Federal. Esto confirma no sólo lo curiosos que somos los mexicanos, sino también que si uno de nuestros empleados extravía su smartphone, las apuestas juegan en nuestra contra. En este sentido recomendamos, primero, usar una contraseña para bloquear nuestro smartphone y educar a nuestros familiares y empleados sobre los riesgos y consecuencias de que un dispositivo se pierda (especialmente aquellos con acceso a la red corporativa). Y, segundo, aprovechar la tecnología en la empresa para reducir el impacto en caso de la pérdida o robo de un smartphone, pues quien lo encuentre sabrá mucho más sobre nosotros de lo que podríamos imaginar. (Para más información del proyecto Honey Stick haz clic aquí.)     Contacto: Correo: [email protected]   Mario Reyes es gerente de Ingeniería para Symantec en México.     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.  

 

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