Algunos tuiteros hablan de que hay bots en pro del gobierno que, a cualquier comentario en contra, existen hordas de descalificaciones. El año pasado, vimos el enfrentamiento de las horas de EPN vs. las de AMLO en época electoral, ahora supuestamente solo son visibles las que están a favor del gobierno. Hace algunos días en Twitter, alguien recordó la frase de Peña Nieto, sobre la que ningún presidente “se levantaba para joder a México” y obviamente se levantó una gran polémica, encendiendo de nuevo esta gran polarización, el clásico diría que estamos viendo a un 30% de la población en contra de un 70%, pero desafortunadamente por no poder organizarnos como país ni si quiera de eso podríamos estar seguros. En general ninguno de los bandos enfrentados quiere que a México le vaya mal, pero  considero que el gran problema tiene que ver con el enfrentamiento de las diferentes visiones y el diagnóstico, aunque ambos bandos reconocemos que la corrupción es un gran mal que aqueja a nuestra cultura, no al país, a la cultura, porque la cultura está en los hombres, en el pueblo de México, ese pueblo bueno en donde encontramos gente que roba y quienes no lo hacen, el problema de las generalización absoluta, es la que permite que el pueblo malo, se oculte bajo el pueblo bueno y entonces se da pie a que los buenos se conviertan en carne de cañón. Lo que se está enfrentando, en el fondo, es una diferente la visión y un distinto diagnóstico del país, el gobierno de la Cuarta Transformación cierra fronteras al futuro y al mundo, pretendiendo que primero México y sus problemas, para con esto regresar a las raíces, lo que no está mal en concepto, pero es difícil olvidar que ya somos un país muy importante en el concierto internacional, somos la economía número doce y esto genera que esta visión del gobierno, pueda caer en lo que hoy se critica en todo el mundo, un nacionalismo que cierre fronteras, el problema es que nuestra economía depende de estas grandes relaciones comerciales. Otra gran diferencia y que está enfrentada entre bandos, es que para el gobierno todos los males del país son por dos razones fundamentales, uno, el sistema neoliberalista, que causa daños hasta morales como el aumento de los divorcios y que hasta sus malas prácticas son pecados bíblicos o religiosos. Además de que, como un sistema de gobierno constitucionalista y laico, no se deberían de poner este tipo de comparaciones, por otra parte, se teme (y estamos presenciando) un desmantelamiento de todas las instituciones reguladoras de los balances y equilibrios de poder, competencia, transparencia que se habían creado, para regresar a un sistema nacional y estatista con monopolios públicos y privados en dónde como principal característica se está centralizando todas las decisiones. Se está tratando de desmantelar la lógica de mercado, porque es un arma corruptora del pueblo y pecado. Es cierto que el capitalismo a ultranza puede destruir cualquier balance social, pero lo hace al igual que el comunismo o el socialismo los hizo en su momento. Hoy China, Rusia y hasta la India se han convertido en potencias capitalistas, con diferentes propuestas de acuerdo social, aquí hay voces que alertan que el regreso a las prácticas de políticas públicas de los años 70, no son adecuadas, porque vienen acompañadas con la renuncia a lo que ya se había avanzado en materia, económica, de transparencia del estado, de mercado y hasta logros en la lucha social. Y los más preocupantes es, que mientras en el mundo se enfrenta la llegada de una Cuarta Revolución Industrial, en donde se enfrentan desarrollos biotecnológicos, viajes al espacio, semillas mejoradas, impresión digital de órganos para curar al ser humano, desarrollo de inteligencia artificial, automóviles eléctricos y voladores; en México ofrecen, como parte de la salvación del país, el regresar al mundo del desarrollo del carbón, la producción de gasolinas, cancelación de obras futuristas, como el aeropuerto, las licitaciones de energías renovables y no se entiende que la tecnología y el desarrollo digital y de aplicaciones puede ayudar al mejor desempeño del gobierno y del país. Se prefiriere hablar de austeridad en lugar de eficiencia, que son muy distintas visiones, la primera es detener todo para recomponer, los que implica mayor gasto en recursos, tiempo y dinero, en lugar hacer que las cosas funcionen mejor con el apoyo de las nuevas tecnologías. Se pretende implementar obras de infraestructura pendientes de años y que a lo mejor ya ni son necesarios, en lugar de tener una nueva visión tecnológica del desarrollo y de la creación de un país moderno. Estas, son las visiones que se están enfrentando y que están polarizando al país, ahí está la incertidumbre resumida en una pregunta ¿hacia a donde va México?   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @Marcovherrera YouTube: El Marco del Poder Google+: Marco V. Herrera Berenguer Blog: El Marco del Poder Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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