Cuando las prioridades están claras, las decisiones se vuelven fáciles. 2024 está en pañales y como cada inicio de un nuevo ciclo, llega a nuestra vida la ilusión de cambios que mejoren nuestra vida. Transformar nuestros hábitos financieros son una base sólida para construir nuestro futuro. Enero es buen momento para empezar a tomar decisiones que edifiquen unas finanzas sólidas.

Empezar a ahorrar inmediatamente

El mejor momento para empezar a ahorrar fue ayer y el segundo mejor es hoy. No hay cantidad pequeña para ahorrar, todo suma. Tu futuro lo agradecerá. Es fácil desanimarse con malas noticias y con eventos que en nuestro día a día complican nuestros propósitos. 

Nuestro cerebro es débil por naturaleza y postergar el consumo es tan difícil como negarse ante una rebanada de pastel de chocolate que está frente a nuestros ojos. No es fortuito que los dos deseos de año nuevo más comunes sean bajar de peso y empezar a ahorrar.

Esto te puede ayudar: 5 retos de ahorro para este 2024

¿Quieres un consejo? Incorpora el ahorro a tu dinámica diaria a través de un presupuesto donde el primer renglón siempre esté ocupado por una cantidad destinada al consumo en el futuro, ¿qué quieres comprar dentro un año?, ¿un auto?, ¿un videojuego?, ¿ese viaje que soñaste? 

Nuestro cerebro interpreta la palabra ahorro como un sacrificio. Ayudar a nuestro cerebro a percibir el ahorro como un aliciente tiene que ver con la segmentación de los objetivos. Construir nuestros objetivos sobre la imagen de una aspiración es una extraordinaria forma de alimentar nuestro ahorro.

Mantener tus gastos por debajo de tus ingresos

El sueldo mínimo aumentará este año 20%. La mayoría ya estamos lamiéndonos los bigotes y si no me equivoco, en tu cabeza ese dinero extra ya tiene asignado algo en lo que lo vas a gastar. 

La mayoría de la gente piensa que mientras más dinero se gana, más dinero se ahorra. Terrible error. Lo que suele pasar es que cuando el ingreso aumenta se produce algo llamado “inflación del estilo de vida”. 

¿Por qué mucha gente cambia de forma regular su automóvil? Algunas veces es por alguna avería, pero muchas veces no. En la actualidad, el consumo no está condicionado por nuestras necesidades, sino por nuestros deseos. En esto también tiene que ver un aumento en nuestro ingreso o la ilusión de un aumento en el futuro, lo que provoca un desajuste en nuestras finanzas. 

Mantener nuestros gastos por debajo de nuestros ingresos es una regla básica en las finanzas de cualquier agente económico: una familia, una empresa o un gobierno son inviables en el largo plazo si las salidas son más grandes que las entradas. 

Ojo aquí: 15 formas de ahorrar dinero a diario

Ser profundamente selectivo en tus deudas

Tomar un crédito suele ser un guiño engañoso para mejorar la calidad de vida. El endeudamiento tiene sentido cuando la deuda mejora nuestra productividad. El inicio de año suele traer en los centros comerciales un tsunami de rebajas en mercancías que casi siempre están destinadas para lo mismo: gastar más de lo que ya habíamos gastado en las fechas decembrinas. 

Recordemos que en México las tasas de interés en tarjetas de crédito están entre las más altas del mundo. Un “gustito” suele salir muy caro. Entre nuestras prioridades las tarjetas de crédito deben de estar destinadas a domiciliar gastos que son obligatorios: teléfono, colegiaturas, o bien, para una emergencia. La temporada de liquidación de mercancías no es una emergencia.

Elegir bien en qué te vas a endeudar o en qué no lo harás es el camino más rápido para mejorar tus finanzas en el corto plazo, por el contrario, tomar malas decisiones al elegir en qué utilizarás un crédito es garantía de algo que lamentarás en el futuro.

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Tomar un crédito para luego invertirlo es una de las peores decisiones que alguien puede tomar. Hace unos días un inversionista me preguntó “Edgar, los rendimientos de los mercados bursátiles fueron magníficas durante el segundo semestre de 2023. ¿Debería tomar dinero de un crédito para invertirlo en algunas acciones?”. La respuesta es nunca.

El mercado de valores es impredecible, el pago de tu deuda, no. En el siglo pasado, durante la década de los 20, los bancos norteamericanos cometieron el exabrupto de prestar dinero sin pedir garantías siempre y cuando ese dinero se invirtiera comprando acciones. Cuando la burbuja del gran crack estalló en 1929, las personas y los bancos quebraron por la insensatez de apalancar la inversión utilizando créditos. 

Recuerda que hay cuatro cosas que son trascendentales en tu vida:

  • Lo que ganas
  • En qué te endeudas
  • Cuánto ahorras
  • Cómo lo inviertes

Como cada mes, te deseo que tengas felices inversiones. 

* Edgar Arenas Sánchez es economista, gerente comercial en una casa de bolsa en México, profesor de economía bursátil en la UNAM, blogger de Rankia México y autor del libro “Invirtiendo y entendiendo”, reconocido por la Universidad Anáhuac, universidad de Cantabria y Santander Financial Institute como mejor asesor de inversiones en 2020 y 2021.

Twitter: @garoarenas
LinkedIn: Edgar Arenas
Email: [email protected]

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