Por Máximo Santos Miranda* El epicentro del crecimiento económico mundial se encuentra, sin lugar a dudas, en el continente asiático. Es en este continente donde convergen los grandes proyectos, los mayores recursos y las verdaderas oportunidades. Tal es así, que la propia OCDE señala que entre los años 2020 y 2030 la clase media global pasará de los 3.300 a los 4.900 millones de personas y de ese incremento nada más y menos que el 80% tendrá lugar en Asia. Es en Asia donde radicará la mayor inversión y el mayor consumo del mundo. Por todas estas razones, México debe hacer un enorme esfuerzo por potenciar las relaciones comerciales con este continente. Sin embargo, cuando uno piensa en Asia los países que se le vienen a la cabeza desde el punto de vista económico son, por supuesto, China y en menor medida Japón. A cierta distancia de ambos países se encontrarían los casos de India y de Corea del Sur. Pensar que el crecimiento económico del continente lo van a monopolizar únicamente estos cuatro países sería un error y más en el caso de Japón que lleva lustros creciendo a tasas muy bajas y en donde el envejecimiento de la población es un hecho tan relevante que la propia ONU señala como el país nipón perderá un importante número de habitantes en las próximas décadas. Lee: Big Data, herramienta clave del sector financiero Asia es mucho más que los cuatro países descritos. En este sentido, es de destacar el enorme potencial que presenta un país como Indonesia que aunque no esta muy presente en la escena económica mundial, ocupa el cuarto lugar en el mundo, según cifras oficiales, en cuanto a población se refiere con 270 millones de habitantes. Indonesia viene creciendo a ritmos medios algo superiores al 5% desde el año 2000 y en estos momentos es la decimoquinta economía mundial según los datos del Fondo Monetario Internacional. Las inversiones internacionales están llegando de forma muy importante al país y en este punto es especialmente relevante el peso de las inversiones chinas que están contribuyendo significativamente a mejorar las infraestructuras indonesias. Son varios los estudios que señalan que Indonesia estará entre las diez mayores economías del mundo en el año 2030 y algunos como uno de PricewatherhouseCoopers señala que Indonesia será en el año 2050 la cuarta economía del planeta tras China, India y Estados Unidos. En ese año 2050, y según los estudios de la ONU, la población de Indonesia rondará los 330 millones de personas. Aunque el país cuenta con enormes carencias, especialmente en lo que a su infraestructura se refiere, Indonesia cuenta con 17,000 islas y posee una variedad inmensa de recursos naturales. Además, se encuentra en una situación geográfica envidiable al estar situado en el eje de los dos océanos más prósperos económicamente hablando del mundo: el Índico y el Pacífico. El país es totalmente autosuficiente en lo que a la producción de la energía se refiere y su potencial turístico es enorme, con Bali como punta de lanza en su desarrollo. Lee también: México y el fin del efectivo como medio de pago Por todas las razones expuestas, México debe prestar atención a Indonesia como un potencial socio comercial a desarrollar en los próximos años. En la actualidad los intercambios comerciales entre Indonesia y México se encuentran muy lejos del peso que deberían alcanzar de acuerdo al peso de sus economías. Indonesia es el cuadragésimo sexto comprador de productos mexicanos y ello a pesar de que en los últimos años ha crecido el interés mutuo por potenciar las relaciones comerciales. Fruto de este mayor interés es el incremento del 87% del comercio bilateral que ha tenido lugar entre los años 2007 y 2017. Entre las razones que explican estos bajísimos niveles de intercambio se suelen citar la enorme distancia geográfica, la falta de conectividad aérea y marítima directa, las diferencias culturales, legales y lingüísticas entre ambos países y muy especialmente al desconocimiento que tiene el empresariado de ambas economías por las enormes potencialidades que presentaría el incremento de las relaciones comerciales. Adicionalmente, no existe un marco bilateral o regional que facilite el comercio entre ambos países, por lo que las mercancías mexicanas no gozan de preferencias arancelarias en Indonesia. Te puede interesar: La necesaria reinvención de los bancos Con el objeto de impulsar dichas relaciones comerciales, que serían beneficiosas tanto para México como para Indonesia, será necesario remover los obstáculos señalados. En este sentido sería interesante que se llevaran a cabo visitas a Indonesia de alto nivel político y que se promovieran reuniones entre empresarios de ambos países con el objeto de explorar posibles vías de intercambio comercial. La diplomacia tiene que hacer su trabajo e impulsar el desarrollo de tratados comerciales que sean beneficiosos para ambas partes y es que tanto México como Indonesia son dos economías con un alto potencial de crecimiento. El intercambio de estudiantes universitarios entre ambos países también contribuiría a contar con profesionales versados en el conocimiento de ambas culturas, lo que siempre resultaría favorecedor para establecer nuevos puentes comerciales. *Doctor en Economía y experto en temas de banca, finanzas y hacienda.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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