Durante los últimos dos años, mientras se observabauna desaceleración prácticamente en todos los sectores, la industria de capital privado en México encontró un buen escenario para continuar ejecutando inversiones. ¿La razón? Recursos disponibles y oportunidades de inversión con retornos interesantes, explica en entrevista para Forbes México Liliana Reyes, directora general de la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap). 

Tan solo en el año 2020 se realizó una inversión superior a 5,300 millones de dólares, únicamente por debajo del máximo en 2015, de acuerdo con el estudio Panorama de la Industria de Capital Privado en México 2020 (1H2021), publicado por esta asociación.  

Otro factor que resultó benéfico para la industria es que los fondos que ya tenían inversiones en ciertas empresas continuaron invirtiendo en estas mismas para aprovechar la coyuntura de manera positiva. Así, las compañías lograron reconvertir algunos procesos para aprovechar las oportunidades que se comenzaban a vislumbrar. “Entonces es el mejor momento también para ver las virtudes del capital porque, en una época tan complicada, son las empresas las que suelen aprovechar estas oportunidades”, dice 

En este sentido, comenta Reyes, la pandemia se convirtió en un factor fundamental de crecimiento para empresas enfocadas en los “nuevos consumidores” que requirieron servicios más eficientes. “Entonces, esas empresas que ya habían visto este potencial, digamos a futuro, pues se aceleró, y obviamente, en muchos casos batieron récords de crecimiento. Y yo creo que eso es algo positivo dentro de un entorno tan complejo”, asegura. 

Esto es quizá más visible en inversiones que se ejecutaron y dieron como resultado el surgimiento de unicornios (empresas que alcanzaron un valor igual o superior a mil millones de dólares) en el país. “Otra cosa importante de ese fenómeno es que, en un principio, estas empresas fueron apoyadas por fondos mexicanos en una etapa semilla, pero fueron creciendo e invirtiendo en rondas subsecuentes fondos globales muy importantes que ya vieron esta tracción de las empresas, y que están complementando esa inversión”, afirma.

De acuerdo con el documento de la Amexcap, el capital emprendedor es la estrategia de inversión que ha generado el mayor número de transacciones, principalmente en industrias como servicios financieros y consumo discrecional. En el año 2020 hubo un total de 456 transacciones, de las que 363 fueron de capital emprendedor –el monto invertido fue de 1,329 mdd– y 57 de capital de crecimiento. Estos números contrastan con lo sucedido en el año 2019, cuando hubo un total de 288 transacciones, de las que 226 fueron de capital emprendedor y solo 16 de capital de crecimiento.

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“También empresas medianas que están creciendo, que quieren convertir algunos productos o quieren mejorar su esquema de competitividad, también a través de fondos de crecimiento lo están haciendo. Ahí se requiere otro tamaño de tickets, pero estamos viendo cómo estas brechas entre capital emprendedor y de crecimiento se están cerrando por el mismo crecimiento de las etapas de las empresas […] Yo vería que algunos fondos de crecimiento, como ya está sucediendo, van a empezar a acompañar rondas subsecuentes de las empresas que fueron financiadas con capital emprendedor”, dice.

Con respecto a los fondos especializados en infraestructura y energía, estos invirtieron en el año 2020 cerca de 2,000 mdd en cuatro transacciones, y durante la primera mitad del 2021 se registraron al menos seis transacciones y una inversión de 154 mdd, de acuerdo con el documento de Amexcap. Estas inversiones se concentraron en autopistas y carreteras, energías alternativas, aeropuertos y hospitales.

En opinión de Liliana Reyes, estos sectores, en términos de política, tienen un futuro desafiante: “Hay una propuesta de reforma eléctrica […] que seguramente tiene muchos retos para nuestros fondos, y que, sin duda, ha hecho que algunos inversionistas estén cautelosos de lo que seguirá para poder invertir”, dice. 

Con este escenario de frente, México continúa siendo un país muy atractivo para la inversión. La directiva observa varios aspectos a favor: por un lado, existe una importante acumulación de talento que ya ha tenido oportunidad de desarrollarse en empresas trasnacionales, por lo que son capaces de ofrecer ideas disruptivas y gran experiencia corporativa. Este fenómeno ha potenciado, por ejemplo, el crecimiento de una cantidad relevante de startups. Por otro lado, el país se ha convertido en un impulsor de compañías que también buscan conquistar otros mercados latinoamericanos y también Estados Unidos. 

“Yo creo que México tiene un potencial de ciudades medias muy interesante para el crecimiento de las empresas, y también para el desarrollo local de las capacidades de innovación […] Se nos han acercado a nosotros, como asociación, gobiernos de los estados que quieren trabajar sobre iniciativas de cómo fomentar mayor capital privado en sus regiones y cómo acercar a inversionistas locales a esta industria”, dice. 

El 29 y 30 de marzo se llevará a cabo la Cumbre 2022 de Capital Privado, Amexcap. El evento, que se realizará en modalidad presencial e híbrida en la Hacienda de los Morales en la Ciudad de México, tendrá el objetivo de reunir a los actores fundamentales que contribuyen al crecimiento de la industria de capital privado en México.

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