Alonso Alcocer y Santiago Estévez –ingeniero químico, el primero, y financiero, el segundo– juntaron a un grupo de inversionistas nacionales, internacionales y fondos de inversión y salieron en busca de una empresa que fuera susceptible a una adquisición de control.

 Luego de dos años de exploración, hoy Alcocer y Estévez son CEOs de National Soft, una empresa mexicana nacida en Yucatán en 2001 y especializada en el desarrollo de software empresarial para pequeñas y medianas empresas, con énfasis en el sector restaurantero y de hospitalidad.

El modelo que usaron para convertirse en directores generales de una empresa fue el de fondo de búsqueda, o search fund, el cual, a diferencia del capital privado o venture capital, se enfoca en ubicar empresas consolidadas, con perspectiva de crecimiento positivas y dispuestas a vender para crecer.

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Los fondos de búsqueda nacieron en la década de los 80 en la Escuela de Negocios de Stanford, Estados Unidos. Fue hasta 2009 que el caso de éxito de Mario Sicilia y la adquisición de Bomi abrió camino a los fondos de búsqueda en México. A la fecha se estiman 37 search funds en el país.

Tradicionalmente se trata de un grupo de inversionistas y fondos que entregan dinero a uno o más emprendedores con experiencia –y en algunos casos con un MBA– para que se dediquen exclusivamente a buscar empresas con perspectiva de crecimiento y susceptibles de adquisición.

Y así fue el caso de Alcocer y Estévez. Cuando el primero regresó de hacer su MBA en la London School of Business, en 2021, fundó junto con Santiago el fondo de búsqueda Duhau Capital y desde ahí juntaron a un grupo de inversionistas en lo individual y fondos para salir a buscar empresas.

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En entrevista con Forbes México, los ya CEOs de National Soft comparten que en la adquisición los apoyaron Grupo Bafar y fondos como Peterson Partners, Cerralvo Capital, Relay Investments, Altus Capital, así como inversionistas en lo individual tanto nacionales como extranjeros.

En los dos años de búsqueda, Alcocer y Estévez analizaron más de 3,100 empresas. El primer filtro los dejó con un universo de 1,500 compañías de México, Estados Unidos, Latinoamérica y España. Un segundo filtro los dejó con 350 y finalmente enviaron 40 propuestas de adquisición, concretándose la de National Soft por un monto no revelado.

Estévez detalla que se basaron en tres principios para hacer el descarte de las empresas objetivo: que tuvieran un modelo de negocio con ingreso recurrente, que tuvieran un margen positivo (a diferencia de un venture capital que quizás invierte con empresas que registran en pérdidas) y que tuviera un perfil de crecimiento atractivo.

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“Fue así que nos enfocamos en ciertos sectores de industria, en los cuales hacíamos la prospección de qué empresas estaban en esa industria o en ese nicho y esas son las empresas que contactábamos y con las que teníamos un primer acercamiento”, recuerda.

Cuentan los hoy codirectores generales de la empresa que recurrieron al fondo de búsqueda porque los movía la intención de ser CEOs de una compañía consolidada, estar involucrados en la administración y operación desde las entrañas, algo que es más limitado desde un venture capital, por ejemplo. Queríamos ensuciarnos los zapatos, dice Alcocer.

Aunque no llegan de cero al cargo –juntos trabajaron en el fondo de inversiones Southern Cross y adicionalmente Estévez fue parte de General Atlantic–, admiten que los inversionistas fungieron también como mentores durante la búsqueda y adquisición.

“El inversionista juega un rol crucial, a diferencia de fondos como venture capital o private equity en donde tienes a los limited partners que tienen un rol más pasivo; el inversionista, que normalmente es alguien mucho más experimentado que nosotros, se vuelve crucial para el rebote de ideas sobre el potencial de negocio”, comenta Alcocer.

Además de haber sido parte de Southern Cross, Alcocer fue CFO de Auronix, una empresa de tecnología en el sector de las telecomunicaciones, y es cofundador de Cargoful, una empresa de transporte basada en Italia. Estévez también es cofundador de Cargoful e invierte en startups mexicanas.

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El camino de los nuevos CEOs

Atrás quedó la etapa de búsqueda para Alcocer y Estévez, y viene el reto: mantener y crecer el éxito de National Soft, que tiene presencia en 14 países de Latinoamérica, una plantilla de 120 personas y oficinas en Mérida, Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara y Playa del Carmen.

Al ser el programa Soft Restaurant el producto estrella de la compañía, Alcocer y Estévez ven un amplio margen de crecimiento y digitalización en ese sector, pues una gran parte de él, sobre todo los micro, pequeños y medianos negocios, todavía operan con modelos tradicionales.

Soft Restaurant permite a los negocios hacer control de inventarios, monitorear la producción, facturación electrónica directa y autofactura, soluciones móviles como la terminal móvil y de autoservicio como los kioskos, reportes detallados de ingresos en la nube y controles de seguridad.

“Soft Restaurant administra y controla las distintas áreas del negocio, desde la parte operativa y administrativa hasta la comercial. Se adapta a las diferentes necesidades del usuario, permitiéndole tomar el control de su negocio. El producto también se adapta a restaurantes en distintos ciclos de madurez de gestión y tamaño”, mencionan los nuevos codirectores.

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Tienen expectativas positivas. “El sector restaurantero es enorme, hay más de 600,000 restaurantes en México que representan el 1% del PIB, pero hay poca digitalización. Nuestro estimado es que solamente alrededor del 10% de toda la base de restaurantes en México cuenta hoy en día con una herramienta digital para controlar el negocio”, hace notar Estévez.

“La gran mayoría, alrededor del 95% de los restaurantes en México son negocios pymes que se manejan por pocas personas, el hecho de no tener una herramienta digital les complica bastante la operación del negocio, eso muchas veces resulta en que la tasa de supervivencia de los restaurantes es baja, más del 30% de los restaurantes quiebran en el primer año”, añade.

Por su parte Alcocer cierra: “es una industria que viene creciendo muy rápido, que tiene un potencial enorme de crecimiento y el reto es mantenernos como los líderes en México y expandir con más fuerza la marca en otros países. Tenemos todo el optimismo para poder cumplir las metas que nos planteamos tanto internamente como con nuestros inversionistas”.

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