“Ser empático es ver el mundo a través de los ojos del otro y no ver nuestro mundo reflejado en sus ojos”. Carl Rogers

La principal característica que define a los nacidos entre 1997 y 2012 es que se trata de la primera generación 100% digital, hiperconectados y ¡capaces de controlar hasta 5 pantallas a la vez!

Esta generación se ha visto más afectada que ninguna otra por la influencia de Internet. Algo que también ha tenido su efecto en su argot. Estos nativos digitales han crecido, además, en el contexto de la crisis económica. Esto les ha impulsado a ser muy maduros, autosuficientes, autodidactas y creativos. El 33% aprende vía tutoriales en internet. Más del 20% lee en tablets y dispositivos electrónicos. Y el 32% hace todas sus tareas y labores online.

La generación Z para 2030, según ilustra este  estudio de ManPowerGroup, conformarán el 58 % de la población económicamente activa. Como sabemos, otras generaciones tienen algunos prejuicios sobre esta generación: se les acusa de ser poco comprometidos, indisciplinados o incapaces de trabajar en equipo. Antes de entrar en materia, creo que la siguiente fábula clásica puede ayudarnos a reflexionar un poco sobre este conflicto:

Había una vez dos ratones que eran amigos. Uno vivía en un palacio e invitó al otro, quien vivía en el campo, a que lo visitara. El anfitrión mostró al otro ratón la abundancia que había en el lugar: quesos, frutas, carne y postres. Estaban a punto de probar ese banquete cuando un hombre abrió la puerta y tuvieron que esconderse. Esto se repitió en numerosas ocasiones y entonces el ratón de campo dijo a su amigo: “Agradezco tu invitación y estoy maravillado con todo, pero no puedo vivir en peligro constante. Prefiero comer humildemente en el campo, donde no tengo ningún temor”.

Cada ratón tenía una forma de vivir y ninguna era mejor o peor que la otra, simplemente era su perspectiva. Quien encabeza una organización familiar debe entender las diferentes maneras de pensar y de desempeñarse laboralmente para conjuntarlas por el bien de la compañía. A continuación, quiero presentar algunos puntos clave para incluir a las generaciones jóvenes en la consecución del éxito.

Una generación con espíritu crítico

Los jóvenes de la generación Z han crecido con la idea de que es fundamental expresar los intereses y necesidades propias. Están conscientes, más que nunca, de la importancia de dejar atrás la discriminación, la violencia, la desigualdad y, en general, comportamientos del ser humano que tienen consecuencias negativas.

Lo anterior explica por qué no están dispuestos a ser parte de un entorno laboral donde no se les toma en cuenta, no existe preocupación por su bienestar o no hay posibilidades de crecimiento. Compaginar esta visión con el trabajo disciplinado y la eficiencia en una organización necesita de una guía constante que sepa sacar el mejor provecho de sus habilidades.

La generación Z elige su lugar de trabajo

Cada vez es más difícil pensar que una persona puede mantenerse de una manera estable en la misma empresa, por eso esta generación busca elegir de manera perspicaz dónde se desarrollará profesionalmente. Los aspectos que privilegian en su elección son la forma en que son tomados en cuenta por sus líderes, el que la empresa considere su estabilidad mental y emocional, así como el que la compañía tenga valores afines con su forma de pensar.

En el pasado, tal vez se pensaba únicamente en lo que un empleado podía ofrecerle a una compañía. La generación Z sabe su valor y exige que las organizaciones también sean capaces de ofrecerles estabilidad y crecimiento en lo personal y profesional.

Además, debes implantar una estructura que promueva la independencia de roles y el trabajo en equipo, favoreciendo que los profesionales puedan desempeñar distintas funciones en su trabajo.

“La generación Z sabe su valor y exige que las organizaciones también sean capaces de ofrecerles estabilidad y crecimiento en lo personal y profesional”.

Una nueva generación, un nuevo tipo de liderazgo

El liderazgo del día de hoy tiene el compromiso de responder a las expectativas de estos jóvenes y hacerlos partícipes del éxito. Alcanzar un equilibrio dependerá de acciones puntuales como establecer canales eficientes de información para escuchar sus opiniones; dar un seguimiento puntual al trabajo, estableciendo objetivos y haciendo siempre observaciones pertinentes que permitan la mejora; ofrecer acceso a puestos claves a los jóvenes que destaquen.

La exigencia de la generación Z de un ambiente laboral empático y respetuoso es una petición justa. Aprovechar e impulsar el talento joven resultará clave para el futuro de una empresa u organización exitosa.

Contacto:
Twitter: @mariorizofiscal

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

Sigue la información sobre los negocios y la actualidad en Forbes México

 

Siguientes artículos

5,300 millones de celulares se convertirán en basura a final de año
Prácticas sostenibles digitales y reciclado de electrónicos
Por

Es una realidad que no hemos sido capaces de llevar un ritmo sostenible de crecimiento y reciclaje, por lo que debemos e...