X
BREAKING
Estas son las 30 promesas de los negocios 2024

De haber sido más laxa, quizás Fundary todavía no estaría pensando en buscar capital de riesgo o en expandirse hacia Latinoamérica. Para la plataforma mexicana de crowdfounding, la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiara, conocida como ley fintech, fue como haberse saltado todas las ligas menores para entrenarse directamente con la leyenda del boxeo Mike Tyson. La estricta regulación les dio ventajas competitivas, confía la compañía a Forbes México.

Fundary es una de las 28 compañías que a la fecha han recibido autorización en definitiva por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) en el marco de la ley fintech. Adaptarse las exigencias de la legislación –vigente desde 2018– fue retador, admite Jaime Sánchez, director de Innovación y Comercial de Fundary, pero a la vez los profesionalizó. “Los beneficios son tener procesos en orden, estructuras que no ves cuando empiezas un negocio”.

Lee más: CNBV da el visto bueno a Mercado Pago, podrá operar como Institución de Fondos de Pago Electrónico

Ya con el membrete que la avala como una fintech regulada, Fundary tiene trazados dos planes: atraer más capital de riesgo e inversionistas ángeles para robustecer su operación y expandirse a otros mercados de Latinoamérica. “Ya hay un número que nos identifica, nuestros contratos están registrados ante Condusef. Eso permite que los inversionistas puedan tener una mayor certidumbre acerca de nosotros”, apunta Sánchez en entrevista.

“(Los capitales de riesgo) voltean a vernos más porque saben que nuestra plataforma, al estar aprobada por la CNBV, tiene un nivel de cumplimiento y estabilidad como empresa mucho más grande y al mismo tiempo más valiosa”, agrega.

El directivo no revela nombres de inversionistas con los que han tenido acercamiento, pero comparte que en ese proceso los acompaña la consultora PwC. “Ellos no se hubieran acercado a nosotros si no hubiéramos tenido la aprobación de la CNBV”.

Fundary están en busca de dos tipos de inversionistas: de deuda y de capital. “La parte de deuda es para crecer más en la parte de solicitantes (de crédito). Para el tema del crecimiento hacia otras regiones sí buscamos inversiones en capital porque estamos abriendo otros países, queremos desarrollar nuevos modelos de financiamiento y acelerarnos”, detalla Jaime Sánchez.

No te pierdas: A cuatro años de la Ley fintech suman 27 plataformas reguladas

Para el directivo de Fundary, el estar regulados por la CNBV es una ventaja competitiva, porque la gente los ve con mayor confianza”. Cuenta que durante el proceso de regulación en el marco de la ley fintech, la autoridad les hizo preguntas que no fácilmente hubieran considerado de no haber pasado por la regulación, por ejemplo, cuáles son los controles que se deben tener para poder analizar el capital para prevenir el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo.

“Claro que a todos nos gustaría tener reglas más laxas, pero si hubieran sido tan laxas no hubiéramos estado tan seguros como nuestra plataforma lo es hoy en día”, dice Jaime Sánchez. Hoy Fundary filtra a sus inversionistas para cerciorarse de que el dinero con el que se fondean a las pequeñas y medianas empresas que solicitan créditos no sean de procedencia ilícita o que los inversionistas tengan historiales cuestionables.

“Lo que hacemos primero nosotros es investigar un poco de la persona que está entrando. Primero vamos a validar identidad. Pedimos una cuenta bancaria que esté a su nombre y es la única que autorizamos para recibir dinero.  Ya que verificamos que la persona sí es quien dice ser y que los fondos que se van a recibir vienen del lugar de donde nos dijo que iban a venir, validamos que su nombre no esté listado, que no haya sido reportado”, explica Sánchez.

Te recomendamos: Banca tradicional vs fintech

Agrega que Fundary no admite dinero en efectivo: “todo es a través de SPEI, con eso reducimos mucho los riesgos al mover solamente dinero que ya ha sido bancarizado, que proviene de un banco. Obviamente hay más controles, como todo lo que tiene que ver con nuestro oficial de cumplimiento, creación de expedientes, análisis de transacciones, comportamientos”. Sánches insiste: esto les ha dado ventajas competitivas como para ya pensar en la internacionalización.

“Otra ventaja importante es que la velocidad que tenemos de internacionalización se acelera, porque si hay una ley que es compleja es la mexicana. Hay países que dicen que si ya estás certificado en ciertos países ya nada más necesitas presentar una solicitud con nosotros”, comenta y añade: “gracias a la CNBV por habernos puesto un examen tan difícil porque nos están haciendo la entrada a otros países más fácil”.

Fundary tiene planeado salir a otros países a finales de este año o principios del próximo. “Aprovechando la ley fintech, el internacionalizarnos se vuelve natural y muy ágil. Es una ventaja competitiva contra los que vienen de otros países a México, como tenemos una ley tan completa, que ve tantos aspectos, una empresa de Latinoamérica que quiere venir a México tiene que cumplir con todas esas reglas”.

Más información: Todito Pagos, la fintech de Guillermo Salinas Pliego, quiere un segundo aire

En cambio, subraya, “México al ser tan estricto nos dio una ventaja competitiva, porque nosotros ya cumplimos con la mayoría de lo que te piden los países latinoamericanos y más, que al momento de llegar con ellos, más bien es ya tener toda la documentación lista y estructurada de una manera muy fácil de revisar. Para nosotros internacionalizarnos va a ser muy ágil”.

“Vamos curtidos, pero nos curtimos con Mike Tyson porque sí es complicada la ley fintech. En Perú me parece que la ley dice que si ya fuiste certificado en otro país puedes usar la misma documentación para certificarte con ellos. El movernos a Perú es prácticamente natural, que es muy parecido a México, con reglas similares, también manejan una contabilidad electrónica, es natural”, insiste el director de Innovación y Comercial de Fundary.

Al cierre de la charla con Forbes México, el directivo de Fundary se da tiempo para reflexionar sobre las fintech frente a la banca comercial y su postura no es de confrontación entre ambos sectores, sino por el contrario, confía en que se complementan uno al otro.

“Una de las ventajas que tenemos como fintech es que crecimos con tecnología. Si los bancos quisieran adaptar sus sistemas para poder otorgar los servicios que nosotros proveemos, solamente en esa parte de adaptación cuánto tiempo se van a llevar, se vuelve complicado y costoso para ellos. Les abrimos (a los bancos) una oportunidad porque empezamos a bancarizar empresas que no estaban bancarizadas”, reflexiona.

Suscríbete a Forbes México

 

Siguientes artículos

Esta plataforma de venta de boletos para eventos alista su ingreso a México
Por

Con la ronda de inversión serie A que se daría este año, Joinnus espera potenciar su llegada a México y consolidar sus o...