Por Gonzalo Alonso* En los últimos años hemos visto una tendencia global en la que las empresas entienden las ventajas fiscales y operativas de alquilar sus activos por encima de comprarlos, tanto en bienes inmuebles como mobiliario hasta algo tan fundamental para la operación de una empresa como los son los servidores y el software que usa la compañía para su día a día. Precisamente de esta última parte es a la que me quiero referir: a la renta de programas para hacer funciones para las que antes era necesario adquirir una licencia. Esta tendencia es conocida como Software As A Service (Software como un servicio), y básicamente lo que nos da es la oportunidad de rentar un programa (usualmente basado en web) para las necesidades operativas particulares con las que nos encontremos. Imaginemos, por ejemplo, que, en lugar de adquirir la licencia de compra de un programa de hojas de cálculo para el cierre de nuestro año fiscal, simplemente rentamos mensualmente a una compañía que diseñó un software especializado para la misma función. Esa es, a grandes rasgos, la característica principal de un modelo SaaS, pero con grandes ventajas:
  • Reduce costos: debido a su arquitectura, el soporte y los datos manejados se alojan en servidores externos, de la compañía que da el servicio, y a los cuales accedemos vía Internet. Al mantener todo en la Nube disminuyen significativamente los gastos de la compañía al no tener que invertir en servidores ni en personal de mantenimiento.
  • Utilizar un SaaS es un catalizador de transparencia, pues nos permite medir, etiquetar y rastrear los servicios. Es decir, transparencia total, CuentasOK es el mejor ejemplo de ello.
  • Es la puerta de entrada a un cambio de modelo de gastos basados en Capital (Capex) en el que inviertes en cosas; a uno enfocado en los gastos de Operaciones (Opex), en el que, en lugar de comprar, rentas todos tus activos y cada mes tienes gastos que sí son deducibles y tienen mayores beneficios fiscales.
Al adoptar un modelo Opex, eliminas el markup en el precio final que suele resultar de la siguiente fórmula: Precio Retail + 15% IVA + ~10% en otras cargas fiscales = 25% extra al precio El modelo Capex nos hace pagar hasta una cuarta parte más de lo que originalmente cuesta el bien o servicio que queremos adquirir… y eso cuando logramos que nos facturen de acuerdo con las leyes mexicanas (que nos den un CFDI). El pasar a Opex es un Game Changer para los emprendimientos mexicanos, pues tener estos SKU virtuales con beneficios fiscales, nos permite trascender fronteras sin tener que invertir fuera (donde cambian las leyes fiscales). Todo esto nos lleva a encontrar nuevas oportunidades de negocio y generar una ventaja contra los competidores. Múltiples proveedores = Múltiples Soluciones El boom de los SaaS alrededor del mundo nos permitirá encontrar múltiples opciones para dar soluciones a más de un problema en nuestra empresa. En los próximos meses veremos despliegues de lo que se conocerá como Infraestructura Hiperconvertida (HCI), que integrará una sofisticada inteligencia para administrar fallos, gestión de eventos, mecanismos de auto-recuperación y análisis de seguridad. Las organizaciones harán la transición a la HCI en lugar de invertir en su propio hardware y en infraestructura local y los departamentos de TI de las empresas podrán dedicarse a tareas más críticas. Conveniencia es la palabra clave No importa donde vayas, en qué locación estés, vas a estar usando algún dispositivo y eso te permite tener a la mano toda la información que necesitas. En 2018-2019 la adopción del software en la Nube seguirá siendo una decisión económicamente sabia, con ventajas reflejadas no sólo en el precio, sino también en la economía de ya no operar con software obsoleto. *CEO de CuentasOK   Contacto: Twitter: @gonzoogle | @Cuentas_OK Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.