Durante esta última semana, Microsoft liberó las características técnicas de Project Scorpio, la siguiente versión del Xbox One. Actualmente nos encontramos a la mitad del periodo de vida de esta generación de consolas, lo cual genera bastantes expectativas sobre el camino que tiene la compañía por delante. Al igual que el PlayStation 4 Pro, Project Scorpio es una especie de versión 1.5 del actual hardware insignia de Xbox, con la capacidad de correr juegos a una resolución nativa de 4K -a diferencia del Xbox One S, lanzado el año pasado, que puede desplegar contenido en 4K, pero sólo es video en streaming o Blu-ray-. A pesar de este notable cambio, realmente no se trata de una nueva consola, ya que correrá exactamente los mismos juegos que el actual Xbox One, de la misma manera que sucede con el PlayStation 4 Pro. Para sorpresa de muchos, las características técnicas de Scorpio -que por ahora es un nombre provisional- superan a las del PlayStation 4 Pro, lo cual abre la posibilidad para que Xbox dé la vuelta a la historia de esta generación de consolas. Desde que ambas consolas fueron lanzadas en 2013, el PS4 en sus diferentes versiones ha vendido 56.1 millones de unidades, lo que representa 56.8% de la cuota del mercado, mientras que Microsoft colocó 28.8 millones de Xbox Ones, quedándose con 29.1% del mercado de consolas caseras.
Las diferencias en hardware y software Cuando ambas consolas llegaron el mercado, inmediatamente se hizo claro que PlayStation había lanzado un hardware superior, al menos ligeramente. Sin embargo los papeles ahora se invierten, al tener una brecha más grande entre el PlayStation 4 Pro y Project Scorpio, donde Microsoft lleva la delantera. Para ponerlo en perspectiva: mientras el PS4 original tenía una capacidad de procesamiento de 1.6GHz con 1.84 teraflops de desempeño gráfico, el Xbox One tenía 1.75GHz corriendo a 1.31 teraflops. Esto ocasionó que, al lanzamiento, diversos juegos de terceros desarrolladores tuvieran un mejor desempeño en la consola de Sony. Ahora, mientras el PS4 Pro tiene un procesador de 2.1GHz con 4.2 teraflops, el Xbox Scorpio tendrá 2.3GHz con capacidad gráfica de 6 teraflops. La diferencia entre ambas consolas ahora es bastante marcada, con una considerable ventaja en el lado de Xbox, que esta vez no quiso correr riesgos en cuanto a hardware, asegurándose de que su plataforma tendrá disponible mayores recursos para ofrecer a los desarrolladores. Esto se traduce en juegos técnicamente más desafiantes y ambicioso, corriendo en un sistema más estable. La promesa de Microsoft es que no solamente los juegos por venir de Xbox One alcanzarán una resolución nativa de 4K, sino que también los juegos que ya forman el catálogo de la consola desde su lanzamiento podrán ser desplegados a esta resolución sin necesidad de mucho trabajo por parte de los programadores para hacer un parche que actualice los juegos. Sin embargo, la ventaja en el mercado de prácticamente el doble que PlayStation actualmente tiene sobre Xbox no se debe a una superioridad de hardware, sino de su catálogo. Mientras Xbox tiene franquicias exclusivas como Gears of War, Halo, Forza o Quantum Break, PlayStation tiene una lista mucho más larga que incluye éxitos arrolladores ante la crítica y también en ventas: Bloodborne, Uncharted, Horizon Zero Dawn, The Last Guardian, Gravity Rush, Until Dawn y más. Aunque en el campo de los terceros desarrolladores, Xbox ofrezca una plataforma más robusta que dará más facilidades para correr juegos multiplataforma en ultra alta definición, las ventas han demostrado que la fórmula para el liderazgo está en tener juegos exclusivos de calidad. Atacando a los PC gamers El otro más grande atractivo para optar por el ecosistema de Microsoft es la posibilidad de jugar títulos de Xbox One en una computadora con Windows, así como la retrocompatibilidad con juegos de Xbox 360. Esto primero crea una especie de conflicto, ya que el mercado al que parece que atacara Microsoft al poner en el mercado una consola con características más cercanas a las de una PC de alto rendimiento son los mismos que actualmente ya juegan en Windows. Sin duda alguna, Xbox está apostando con mucha ambición para cambiar la balanza durante lo que resta de esta generación de consolas, que por el momento verá su vida alargada. Project Scorpio es realmente una maravilla de ingeniería tan sólo por la manera en que han logrado juntar tantas características que pondrán en las manos de los jugadores de forma fácil e inmediata, librándolos de las complicaciones que a veces puede tener el jugar en Windows. Sin embargo, los retos siguen siendo los mismos, y una consola –por muy poderosa y optimizada que sea–, si no cuenta con un catálogo exclusivo que se vuelva irresistible a los consumidores, no tiene muchas oportunidades de colocarse a la cabeza. La revelación de Scorpio es sólo el comienzo, ya que el tener una consola tan poderosa sobre la mesa es definitivamente atractivo para los desarrolladores, que en un futuro pueden optar por ceder la exclusividad de sus nuevas propiedades intelectuales a la plataforma que le ofrezca más estabilidad y posibilidades de explotación. Y es ahí precisamente donde puede comenzar a cambiar la actual historia de Xbox frente a PlayStation.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @IrvingPeres Podcast: El Beastcast Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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