Esta empresa comenzó como una comunidad en redes sociales, de la mano de sexólogos, para ofrecer información sobre temas básicos de educación sexual. Gran número de personas, explica su fundador, Julio Andrés Sojo, preguntaba por el uso de juguetes sexuales. “Fue donde vimos (él y su esposa) la oportunidad de negocio”, dice. Esta fue punta de lanza para arrancar Meibi, una tienda totalmente online para adquirir juguetes sexuales, en cuyo sitio, además, se ofrece orientación sobre temas sexuales y se publica otro tipo de contenido como relatos eróticos.
Julio Andrés vivió por siete años en China. Tuvo oportunidad de conocer la región donde se produce la silicona médica. Esta información le valió para el desarrollo de su empresa y solucionar la manufactura. Actualmente, en aquel país, Meibi tiene una oficina encabezada por un ingeniero mecánico mexicano; quien, junto con un equipo de cinco personas diseñan parte de los juguetes sexuales que comercializa la empresa.
Meibi
Equipo: Julio Andrés Sojo y Fabiana Martín
Fecha de fundación: 2021
Facturación 2021: 20 MDP
Expectativa de facturación 2022: 50 MDP
Empleados: 30
Sitio web: meibi.mx
De acuerdo con su fundador, para el verano del presente año, esta empresa extenderá su servicio a la región latinoamericana, y también se enfocará en el fortalecimiento de cuatro pilares: desarrollo de contenido que genere interacción, contenido audiovisual, foros de discusión guiados por expertos e incrementar la comunidad –actualmente es de 200,000 personas en redes sociales–.
El mercado de esta empresa está compuesto 80% por mujeres. Esto se atribuye, explica su fundador, al diseño de los productos. No obstante, entre los planes de la empresa, se encuentra el diseño de juguetes sexuales enfocados también al público masculino. Hoy en día, a través del sitio Meibi, también se pueden adquirir productos de la marca europea Lelo y Lora DiCarlo: “Tampoco estamos cerrados a vender su producto, porque son líderes de tecnología. Nosotros queremos llegar a eso algún día. El desarrollo del producto sí va a ser un pilar muy importante […] Queremos tener un equipo grandísimo de product development”, dice.
Esta empresa se ha enfrentado a un gran desafío: el marketing. ¿La razón? Mucho les ha costado pautar debido al tipo de productos que comercializan. El crecimiento que han tenido es orgánico. También se han apoyado en influencers. “Entonces está dificilísimo empezar, porque tú tomas cualquier producto de e-commerce, le metes dinero en marketing digital y los prospectos te empiezan a llegar […] Pero en temas de juguetes sexuales o en temas de bienestar sexual no puedes pautar absolutamente nada”, dice.
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Un reto personal fue también lo que llevó a este emprendedor a enfocarse en el desarrollo y comercialización de juguetes sexuales. “Hablar de sexualidad… digamos… fue mi reto personal. Hablar de juguetes sexuales era un tabú […] Al principio fue como ‘qué van a pensar los demás de que estamos desarrollando juguetes sexuales’. Y entonces dije ‘vamos a crear esta empresa que es padrísima’”, dice.
Este emprendimiento nació en la ciudad de Guanajuato: “La más mocha de México”, dice Julio. “Mi papá era ginecólogo, y, aunque era un hombre de ciencia; no sé si por temas sociales, temas de la ciudad, nunca platicó con nosotros de sexo. Nos mandó a una plática horrible donde sacaron un pepino y le pusieron un condón […] Entonces queremos romper esa brecha, queremos que todo mundo se informe, y que tengan derecho a disfrutar de su sexualidad, que la vivan placenteramente sin miedo al ‘qué van a decir’ o ‘qué van a opinar’”, concluyó.
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