"La puerta de la felicidad se abre hacia dentro, hay que retirarse un poco para abrirla: si uno la empuja, la cierra cada vez más". Sören Kierkegaard.

La felicidad es un concepto que intentamos definir en cada época. No solo porque los cambios entre una y otra son evidentes (esperanza de vida, posibilidades de desarrollo para las personas, nueva perspectiva en las prioridades, etc.), sino porque también pareciera que no es tan sencillo llegar a una medida universal, como lo hacemos con las distancias o el peso. A veces, lo que es felicidad para un estrato social es distinto para otro, e incluso se ha buscado una explicación meramente científica, basada en la herencia genética y otros aspectos que son más objetivos.

Sin embargo, lo cierto es que es una meta que siempre buscamos alcanzar y que no podemos obtener, al menos no por mucho tiempo. Quizá tiene que ver con la expectativa que algunas historias nos crearon sobre la felicidad: constante, llamativa, eterna y, sobre todo, dependiente de aspectos externos, como el trabajo, el cariño de la gente cercana o la estabilidad económica. En cierto modo, así es.

Siguiendo el camino de los aspectos externos que impactan en la felicidad, quien tiene el papel de Director General recordará que existen 4 pilares importantes en la vida, que como los de una mesa, trabajan al mismo tiempo para sostener la satisfacción de una persona:

  • Salud. La salud es una de esas cosas que, cuando alguien la tiene, olvida lo importante que es para tener una vida plena. Cuando se sufre un accidente o se diagnostica una enfermedad complicada, nos damos cuenta de cómo damos por sentado nuestro cuerpo y tranquilidad.
  • Dinero. Solo quien tiene dinero dice que no es importante. No se trata solamente de poder ir de vacaciones o comprar esos gustos extra a las necesidades básicas, sino de sentir la tranquilidad de un respaldo económico para las emergencias.
  • Amor. Estar cerca de los seres queridos ayuda a que las personas fortalezcan su sistema inmune, tengan apoyo incondicional y, al mismo tiempo, se sientan parte de una comunidad que en realidad necesita de ellas.
  • Felicidad. Este pilar se convierte en la consecuencia de los otros tres, y es lo que convierte a la vida de una persona en un evento disfrutable.

Dicho todo esto, ¿por qué nos cuesta tanto medirla entonces? El primer gran error es creer que es una constante que no se interrumpe. Es la razón de que luego la busquemos en acciones que nos dan sensación de gratificación inmediata, pero de una manera efímera, como ir de compras o conseguir la aprobación de otros. Eso me recuerda mucho a la historia de la mujer que buscaba una aguja afuera de su casa. Al verla hincada en el suelo, tanteando de un lado a otro, sus vecinos, diligentes, ofrecen su ayuda para encontrar la aguja. A punto de caer la noche, uno de ellos le preguntó si recordaba la última vez que la había visto, al notar que la aguja no aparecía. “Dentro de casa”, respondió la mujer. “¿Entonces por qué buscamos afuera, si la perdió adentro?”, preguntó alguien más. Con una sonrisa, la buscadora de agujas les dijo que, precisamente, era un esfuerzo inútil intentar recuperar en el exterior algo que sabemos que perdimos en el interior, “como lo hacemos con nuestra felicidad”, remató.

“Vale la pena tomarse el tiempo para reflexionar sobre lo que es necesario realmente y cómo impacta en nuestro bienestar, es decir cuál es nuestro propósito de vida.”

Y aquí es donde vale la pena tomarse el tiempo para reflexionar sobre lo que es necesario realmente y cómo impacta en nuestro bienestar. Es cierto que hay elementos afuera que nos ayudan a tener una mejor vida, pero de nada sirve procurarlos o tener la fortuna de poseerlos si sentimos que no es suficiente. Quizá tener eso resuelto nos recuerda que hay otras cosas que podemos hacer para sentirnos satisfechos que no relacionamos inmediatamente con los 4 pilares de la vida.

Hablo de aprovechar el puesto de Director General para ayudar a la gente que trabaja en la empresa a alcanzar sus metas, garantizar que algunos de esos pilares se logren gracias a su trabajo, crear un ambiente laboral propicio para empleados felices. La influencia que la dirección de una empresa otorga va un poco más allá de la compañía. Si se baraja bien, se extiende a la industria en la que opera, y se abre la puerta para hacer cambios necesarios que tendrán consecuencias positivas para la empresa, el mercado, la gente que interactúa en todos los niveles y, por extensión, la comunidad en la que vive. Recordemos que el estado de bonanza, en muchas ocasiones, significa que dejamos de preguntarnos todo el día si somos felices, sino que simplemente lo somos, a veces con fuegos artificiales, la mayoría de ellas en total calma. No hace falta tener los 4 pilares en la vida, sin embargo, cuanto más pilares se tienen en la vida, más herramientas de apoyo, y sentido tendremos presente.

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