Las personas con una alta inteligencia emocional están más cómodas consigo mismas, también les ayuda a mejorar sus relaciones personales y comunicación con los demás, desarrollan la empatía, aumentan su autoconfianza, los hace ver las cosas de manera más positiva y reduce sus niveles de ansiedad. “No es el estrés que nos haga caer, es cómo respondemos a las situaciones de estrés”. Wayde Goodall

Es evidente que en cualquier empresa familiar o no se experimentan situaciones negativas como estrés, frustración, bloqueo mental, temor al fracaso, entre muchas otras. Un líder responsable e informado sabe que estos aspectos tienen un impacto en el desempeño de su equipo de trabajo y no deben tomarse a la ligera. Las habilidades de la inteligencia emocional pueden ayudar a los líderes de empresas familiares a considerar el equilibrio afectivo de sus colaboradores como un factor de éxito. Para tener en claro que el trabajo empresarial va más allá de las capacidades cognitivas, consideremos la siguiente historia que leí hace tiempo:

Érase una vez un mono que caminaba por la orilla de un río. Lo sorprendió un pez que daba saltos fuera del agua, era algo que nunca había observado. El mono pensó que el pez se estaba ahogando y trató de ayudarlo sacándolo del agua. Al tenerlo en sus manos, el mono pensó que el pez se movía tanto porque estaba feliz de haberse salvado. Luego de un rato, el pez dejó de moverse y, al verlo sin vida, el mono pensó que no había podido ayudarlo a tiempo para evitar que se ahogara.

Si en el ambiente de una empresa familiar no consideramos las características de cada colaborador y comprendemos su forma de ser y de pensar, podemos caer en la falta de una verdadera comunicación, como ocurrió entre el mono y el pez del relato. Sacar provecho de la gestión de las emociones permitirá a una organización evitar riesgos que impidan su desarrollo óptimo. A continuación, tomemos en cuenta algunas directrices sobre este tipo de problemáticas.

Las emociones pueden ser una brújula. Las dificultades dentro del trabajo de una empresa familiar pueden conducir al desgaste de la comunicación entre los integrantes de la familia y el resto de los colaboradores. Abrir los espacios para entablar un diálogo y moderar las diferencias brindará un ambiente de trabajo mucho más propicio que si no hay una regulación de las críticas, las quejas o las comparaciones. La capacidad de negociación dentro de un equipo se fomenta en el día a día, con acciones y estrategias concretas que permitan a nuestra organización formar una cultura de trabajo que permita orientar las reacciones afectivas para el beneficio de todos. Todo negociador, que quiera tener éxito debe negociar con inteligencia emocional y con estas ideas en la mente: 

No debe haber perdedor ni ganador.

Negociar no es imponer tus ideas o puntos de vista.

Ceder no es perder.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Siempre abiertos al aprendizaje. Toda empresa experimenta altas y bajas en su rendimiento y en el logro de sus objetivos. Si bien esto es inevitable, el liderazgo puede desarrollar la capacidad de adaptación a situaciones de frustración, estrés o miedo al fracaso. entre otras. Aceptar que estas dificultades se presentan y ayudar en la manera de lidiar con ellas permitirá aprender de tan complicadas experiencias y retroalimentar nuestro desempeño. “Aunque nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo… Cualquiera puede empezar de nuevo y hacer un nuevo final”.

Mantener al equipo en sintonía positiva. Dentro de una empresa familiar, el aspecto emocional debe ayudar a mantenernos racionales durante las crisis. Entender que estos ámbitos de lo humano son inseparables nos ayudará a darle un giro positivo a la percepción que tenemos de nuestro trabajo, conduciéndonos a mejores resultados que cuando dejamos de lado esta simbiosis de intelecto y emotividad. Una organización puede responsabilizarse del manejo de reacciones como la ansiedad, la apatía, el orgullo o el bloqueo mental reenfocándose en los objetivos y valores de la empresa, dándose el tiempo para la reflexión o buscando la guía del líder o un asesor en este tipo de habilidades.

En el mundo actual de los negocios no solo importa qué es lo que queremos lograr, sino cómo podemos alcanzar nuestros objetivos de una manera más efectiva. De acuerdo con un estudio, por nuestra mente pasan diariamente unos 60,000 pensamientos y tienen la tendencia de ser en su mayoría negativos. La inteligencia emocional puede ser la guía para regular nuestras emociones, manteniéndonos positivos y enfocados como personas y como colaboradores de una empresa exitosa. “La inteligencia emocional representa el 80 por ciento del éxito en la vida”. Daniel Goleman

Contacto:

Twitter: @mariorizofiscal

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

Los nuevos líderes evolutivos de Latinoamérica
Por

No cabe duda que el acceso a un conocimiento inmediato, en línea y poder aprender de perspectivas de otras personas en d...