Con el cierre del año, es momento de hacer balance de la situación económica que presenta el país tras este intenso año que acaba de concluir, así como de analizar todas esas previsiones que han ido publicando los organismos y que, en cierta forma, tratan de predecir la evolución y el desempeño de la economía mexicana durante el próximo ejercicio. Y hemos de señalar que, como decimos, la agitación y la excepcional incertidumbre con la que convivimos hacen que este balance al que hacemos referencia sea aún más preciso que en otros momentos de la historia; pues, como suelo decir, apartar la vista un segundo de la economía nos impide ver sucesos que, como muestran los datos, acaban siendo determinantes en esa evolución que tratamos de proyectar.

Como bien sabemos, el año 2022, pese a ser un año bastante más positivo y alentador que el 2020, no ha sido tan bueno como su antecesor, el 2021. La economía, que venía de experimentar una intensa recuperación de la demanda con la reapertura tras la pandemia, tuvo que enfrentarse a unas presiones inflacionarias que, motivadas por numerosos factores, obligaron a los bancos centrales a actuar. Y esa actuación a la que hacemos mención, con el objetivo de controlar la inflación, ha erosionado mucho el potencial de las economías, moderando sustancialmente su crecimiento y, en algunos casos, dejándolas al borde de la recesión económica.

Además, a estas presiones inflacionarias debemos añadir otros sucesos que, como la guerra de Ucrania, la inestabilidad política en el mundo, entre otras cuestiones, también han ayudado a que todas las economías pierdan ese dinamismo que, tras la pandemia, las llevó a registrar tasas de crecimiento no vistas en muchos años.

En resumen, el año 2022 no ha sido un mal ejercicio. La economía mexicana prevé cerrar el año con un mejor desempeño del esperado, anotándose un crecimiento que podría llegar a situarse en el 2,5%. Teniendo en cuenta la situación que presentaba el país, así como el estancamiento que presenta la economía mexicana desde hace años, hablamos de un crecimiento que, habiendo sorprendido a todos los analistas, sitúa a México en mejor lugar que hace unos meses; meses en los que el país azteca se debatía entre la estanflación y la recesión económica.

Sin embargo, hemos de señalar algunas cuestiones que son de interés.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

En primer lugar, es preciso destacar que la economía mexicana, pese a expandirse, sigue siendo la única gran economía de América Latina que aún no ha recuperado su nivel de PIB previo a la pandemia. Dicho de otra manera, la economía mexicana aún sigue registrando ese rebote tras la caída vivida en el 2020, pero técnicamente no podemos decir que haya crecido, pues solo ha recuperado parte de lo perdido con la pandemia. Además, las previsiones que se han ido publicando señalan que esta podría no recuperar dicho nivel de PIB previo hasta pasado el año 2024; descolgándose en la recuperación frente a sus economías homólogas.

Asimismo, en lo que respecta a las previsiones que se tienen para el nuevo ejercicio que acabamos de comenzar, la OCDE subraya que la economía mexicana, atendiendo a todos los retos que deben enfrentar las economías durante este año, podría moderarse aún más, anotándose un crecimiento durante el próximo ejercicio que podría no superar el 1%. En otras palabras, la moderación que prevé registrar la economía mexicana, al hilo de muchísimas economías que también han comenzado a notar esa desaceleración global que mencionaba el Fondo Monetario Internacional (por sus siglas, FMI), podría retrasar aún más su recuperación; una situación que pondría, aún más, en aprietos a una economía que, como decíamos, todavía no se ha recuperado de la caída.

En conclusión, podemos seguir afirmando que la economía mexicana creció en 2022, de la misma manera que podemos decir que seguirá creciendo en el 2023. Pero ello, de la misma manera, debemos matizarlo con una recuperación incompleta y un crecimiento que vuelve a debilitarse por segundos. Pues, de no ser así, no solo estaremos errando en nuestras afirmaciones, sino que estaremos comprando una autocomplacencia que, a la luz de los datos, está muy lejos de poder justificarse.

Suscríbete a Forbes México

Contacto:

Correo: franciscocollmorales

Twitter: @Fcollmorales

LinkedIn: francisco-coll

Facebook: FcoCollMorales

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México

 

Siguientes artículos

peso-BMV-inflación
La variable a observar en 2023
Por

Los movimientos en los mercados laborales en Estados Unidos es la variable a observar.