Sir William Henry Preece fue el arquetípico victoriano. Un británico dechado de ciencia y racionalidad. Nacido en 1834, estudió en la Royal Institution de Londres con el más grande de los científicos, Michael Faraday. A través de su investigación, Preece se convirtió en una de las máximas autoridades en tecnología de las comunicaciones en Gran Bretaña y el Imperio Británico.
Sin embargo, a pesar de sus muchos éxitos, podría decirse que Preece es mejor recordado por tomar una de las peores decisiones tecnológicas de la historia. Hablando sobre el invento revolucionario más profundo de la época, Preece comentó audazmente en 1876 que “los estadounidenses necesitan el teléfono, pero nosotros [el Imperio Británico] no. Tenemos muchos mensajeros”. Posteriormente, Gran Bretaña perdió su posición preeminente anterior como centro de comunicaciones del mundo.
Por supuesto, es difícil pronosticar el futuro, incluso para los aparentemente confiables. No obstante, las malas decisiones tecnológicas nacionales pueden tener enormes repercusiones. Es fundamental que los funcionarios gubernamentales, la comunidad empresarial y la sociedad civil de cualquier país mantengan un conocimiento informado de las tendencias tecnológicas emergentes (especialmente en el ámbito digital) para prepararse mejor y aprovechar las oportunidades que presentan.
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Con este fin, hemos invertido mucho tiempo y recursos durante los últimos tres años aprovechando la sabiduría de una multitud informada. Hemos organizado más de 2,000 seminarios, reuniendo a más de 1,000 académicos, clientes y socios. Sobre la base de estas discusiones, nuestros expertos en tecnología de todo el mundo han compilado nuestras predicciones conjuntas para esta década en el informe recientemente publicado Intelligent World 2030.
Presentamos ocho direcciones para la exploración, que abarcan múltiples disciplinas y dominios, para responder preguntas como: ¿Cómo pueden las TIC ayudar a las personas a superar los problemas y desafíos que enfrentamos? Durante los próximos 10 años, ¿para qué oportunidades deben estar preparadas las organizaciones y las personas? A continuación, un resumen de nuestras ideas clave y una descripción de nuestro mundo futuro.
En el sector salud, predecimos que para 2030 los biosensores sensibles se utilizarán de forma generalizada. Se almacenarán enormes cantidades de datos de salud en la nube, lo que hará que la salud sea computable. Las personas podrán gestionar su salud de forma proactiva, cambiando el enfoque del tratamiento a la prevención. Impulsados por tecnologías como el Internet de las cosas (IoT) y la Inteligencia Artificial (IA), los tratamientos personalizados se convertirán en una realidad. Los dispositivos médicos portátiles permitirán a las personas acceder a servicios coordinados de telemedicina desde la comodidad de sus hogares.
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Para el sector alimentario, para 2030 podremos producir de forma rutinaria gráficos de datos visualizados que harán posible la agricultura de precisión. La recopilación de datos nos permitirá controlar los factores que afectan el crecimiento de los cultivos, como la temperatura y la humedad, para que podamos construir granjas verticales que no se vean afectadas por las incertidumbres del clima y el tiempo. Las tecnologías de impresión en 3D también están introduciendo la posibilidad de que la carne artificial se diseñe de acuerdo con el gusto y los requisitos dietéticos. Para 2030, estaremos construyendo sistemas alimentarios más resilientes y sostenibles y confiando en datos firmes en lugar de los caprichos de los cielos.
Nuestras viviendas estarán cada vez más ordenadas y digitalizadas. Administraremos nuestras posesiones con un catálogo digital impulsado por una red de 10 gigabits, hologramas y otras tecnologías. Los sistemas de entrega automática llevarán los artículos del hogar desde los almacenes compartidos hasta nuestras puertas cuando los necesitemos. Los sistemas de gestión inteligente que controlan nuestro entorno físico para interacciones automáticas significarán que muchos de los nuevos edificios donde vivimos y trabajamos puedan producir cero carbono neto. Los sistemas operativos de IoT de próxima generación permitirán a las personas vivir y trabajar en entornos adaptables que comprendan sus necesidades. Estimamos que el 23% de los hogares del mundo tendrán acceso a banda ancha de fibra de 10 gigabits a finales de la década.
Para 2030, es probable que nuestros sistemas de transporte hayan incorporado múltiples innovaciones en muchas dimensiones diferentes. Prevemos que el 50% de todos los vehículos automotores nuevos vendidos a nivel mundial serán vehículos eléctricos. Los vehículos que utilizan energía verde y controlados por tecnología de conducción autónoma nos proporcionarán un tercer espacio móvil. Los aviones eléctricos de despegue y aterrizaje verticales (eVTOL) acelerarán el rescate de emergencia, reducirán los costos de entrega de suministros médicos de emergencia e incluso pueden cambiar la forma en que las personas viajan al trabajo.
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Las soluciones de movilidad serán eficientes, personalizadas y compartidas, lo que significa que los vehículos se utilizarán de manera mucho más consistente y los viajes serán más ecológicos.
Todos estos requerirán algoritmos de conducción autónoma seguros y estables; sensores fiables y rentables; redes integradas de espacio aéreo-terrestre estables y de alta velocidad; y un cerebro central con una enorme potencia informática para la gestión del tráfico. Estas tecnologías serán indispensables para desarrollar vehículos conectados, autónomos, compartidos y eléctricos que brinden una experiencia de transporte con bajas emisiones de carbono.
Nuestras ciudades serán cada vez más inteligentes para 2030. La expansión de la nueva infraestructura digital permitirá una mejor gestión del entorno urbano, con un uso más eficiente de los recursos y una gobernanza urbana más eficaz. Las plataformas digitales centralizadas para los procesos y servicios gubernamentales harán que los servicios gubernamentales sean más fáciles de usar y de acceder a ellos. Esto ayudará a crear ciudades más cómodas y habitables.
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Para 2030, la transformación digital habrá traído una nueva ola de modernización a las empresas y un auge de la productividad. Se utilizarán máquinas más productivas, como robots colaborativos y robots móviles autónomos. Los nuevos modelos de negocios estarán más centrados en las personas, con una mayor flexibilidad en la manufactura, la logística y otras actividades. La digitalización ayudará a las empresas a entretejerse y monitorear gráficamente sus cadenas de suministro globales para una mejor resiliencia frente a entornos de mercado dinámicos. La informática de IA representará en promedio el 7% de la inversión total en TI de una empresa.
Esperamos que la producción de energía sea más ecológica e inteligente para 2030. Las plantas de energía generarán electricidad a partir de fuentes de energía renovables en lagos y áreas marinas cercanas a la costa. Aparecerá una “Internet de la Energía”, con tecnologías digitales que conecten generación-red-carga-almacenamiento, incluidas plantas de energía virtuales y una nube de energía. Los centros de datos con cero emisiones de carbono y las torres de telecomunicaciones con cero emisiones de carbono podrían convertirse en una posibilidad realista.
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En 2030, la confianza digital será un requisito básico para nuestra infraestructura social. Necesitaremos una combinación de medidas técnicas y organizacionales: blockchain, detección de fraudes por IA y computación para mejorar la privacidad. Esto deberá combinarse con regulaciones de privacidad y seguridad como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés). Si se usan juntas, estas medidas brindarán un mundo inteligente con confianza digital.
En esencia, esperamos que esta década sea una década de inmensa transformación digital respaldada por enormes avances en la potencia informática general y la conectividad fija y móvil. También confiamos más en nuestras predicciones que en las de Sir William Henry Preece y esperamos seguir interactuando con nuestros múltiples interesados en todo el mundo para que todos obtengamos los mejores dividendos digitales de estas tendencias tecnológicas emergentes.
Contacto:
Andrew Williamson es Vicepresidente y Asesor Económico del equipo de Asuntos Gubernamentales de Huawei*
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
