Usar o no las redes sociales es tu decisión y también lo es saber qué quieres proyectar en éstas. Al final, la vida real o el mundo offline, no te dejará mentir.     En distintas conversaciones y encuentros que he tenido últimamente, ha surgido el tema del uso de internet, de las redes sociales y particularmente de Facebook, la red social más popular en nuestro país. Curiosamente, el común denominador de las conversaciones era la falsedad que existe en dicha red, donde la felicidad parece predominar. La biografía ajena comienza a ser una amenaza para nuestra historia, para nuestra dimensión personal y emocional. Comencemos por aclarar el sentido erróneo (semántico) que le hemos otorgado al término redes sociales. Éstas no son propias de la aparición de internet; las redes sociales siempre han existido y son las redes de amigos de la universidad, de la colonia, de la iglesia o de la infancia. El término se trasladó a la red y perdió su esencia al ser concebido como un lugar virtual exclusivo de socializar y compartir tu vida a un círculo social prefabricado. Hay quienes comparten cada minuto de su vida y cada acontecimiento, desde el nacimiento hasta la muerte (dar el pésame por Facebook me parece un exceso). Existe quien tan sólo comparte información general o quienes usan la red para enterarse de lo que hacen los demás. Los llamados stockers, acosadores de la red, que navegan entre perfiles con un afán de morbo. Los eternamente felices o los eternamente negativos. Otros tantos son usuarios promedio que comparten eventos varios de sus vidas, unos con más frecuencia que otros. Esto ocurre en Facebook, pero también en comunidades específicas como de música, yoga, arte o redes sociales menos populares.   ¿Quién eres realmente en la red? Sin embargo, pocos comparten su historia tal cual es. La red se presta a photoshopear la vida, manipular la biografía. No sólo hablo de tu foto de perfil; ésta termina siendo lo de menos cuando lo que se manipula es la propia vida buscando autoafirmación constante de quién eres o de quién quieres ser. Todos conocemos el Photoshop, programa de edición y diseño. Quizá lo hemos criticado pues su aplicación cae en excesos. Así como esta herramienta modifica una imagen al límite de perder su esencia, la red manipula una vida completa hasta crear personalidades y mundos alternos. En estas charlas que comentaba en un principio las preguntas eran: ¿Por qué todo mundo es tan feliz? ¿Esta cadena de los agradecimientos es real? ¿Acaso soy yo la amargada? ¿Soy de otro mundo? Debo confesar que, previo a estas conversaciones, yo ya me hacía estas interrogantes y fue un alivio encontrar gente que pensara como yo. Y para no dejar esto en un juicio de valor, también me di a la tarea de documentarme. Según el libro Robinson Crusoe ya tiene celular, internet se convirtió en una herramienta para crear realidades paralelas. El rezagado del salón encuentra una comunidad virtual donde es aceptado y donde no importa su aspecto físico; el pobre se vuelve rico pues manipula su identidad, aunque lo haga desde un cibercafé; los antisociales tienen más de 1,000 contactos pese a sólo conocer a 100 de ellos. Las redes sociales o las comunidades virtuales, se convirtieron en un medio de autoafirmación como seres humanos. Nos dan el poder de rehacer la propia biografía a través de la red, de crear mundos alternos donde podemos tomar cualquier forma, regresar al pasado, reconstruirlo, componerlo o borrarlo. El libro analiza otras perspectivas del uso de la red y se suma a teorías de la comunicación que comparan la aparición de la televisión y el paradigma social que desató, con la llegada de internet y el impacto que sigue generando a más de 20 años de su uso. El tema no es particular de mis conversaciones ni de este libro; es un tema de impacto y análisis social, y que nuevamente apela a un uso inteligente de la red y a comprender su dualidad.   ¿Realmente eres lo que posteas? Usar o no redes sociales es una decisión individual y también lo es saber qué quieres proyectar en éstas. En el mundo online, sólo tú sabes si tu perfil es un reflejo real de tu vida. La vida real o el mundo offline, no te dejará mentir.     Contacto: Twitter: @SoyYoLucy Facebook: Lucía Zamora Semántik     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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