Por: Claudia Raunich*

Desde hace más de un mes muchos estamos trabajando desde casa. Un home office prolongado que es nuevo para todos, colaboradores y empresas, y atípico, pues implica interponer los espacios laborales y personales como nunca antes habíamos visto. 

La indicación de aislamiento social, los riesgos de salud, la incertidumbre económica y la responsabilidad de cumplir con las tareas cotidianas, encontrando nuevas soluciones tanto en la vida como en el trabajo, resultan estresantes.

Sin embargo, esta crisis también ofrece la oportunidad de adoptar prácticas que nos ayuden a integrar nuestros espacios, acomodándolos en una rutina diaria que resulte productiva y satisfactoria, y tender hacia entornos laborales más flexibles, más allá de cualquier coyuntura.

Expertos en recursos humanos de las empresas AmCham, que nos reunimos en los Comités de Diversidad e Inclusión y de Capital Humano y Asuntos Laborales, recomendamos la integración de la vida personal y carrera como base fundamental para preservar el bienestar de los colaboradores, mantener su rendimiento y la calidad de nuestro trabajo. 

Hoy, mientras algunos se ven rebasados por el trabajo a distancia, otros sacan lo mejor del mismo y miran hacia adelante. Esto es posible con resiliencia, que es la capacidad que todos tenemos, y podemos ejercitar, de enfrentar las crisis y salir de ellas fortalecidos. 

Así, en AmCham hemos formulado algunos consejos y mejores prácticas para apoyar a quienes se encuentran trabajando en casa, para integrar las diferentes facetas de su vida con éxito, considerando tres pilares fundamentales: trabajo, bienestar y familia.

Modo trabajo en casa

Actúa

Respeta tu horario de trabajo, mantenlo como si estuvieras en la oficina.

Establece una agenda diaria, contemplando ser flexible. 

Adecúa bien tu espacio de trabajo, asegúrate de que sea cómodo, limpio, y, muy importante, alejado de distractores, con buena iluminación y conexión a Internet.

Sé proactivo y establece contacto con tus colegas y directivos, sin temor alguno para preguntar o contactarlos. 

Respira

Haz pausas frecuentes para cambiar de actividad y despejar tu mente; camina, date tiempo para almorzar y preparar algún snack saludable. 

De ser posible, integra pequeñas indulgencias durante tu rutina de trabajo o a manera de receso, como tu café favorito, poner música que te relaje o asomarte a la ventana o balcón por unos minutos.

Tu salud y bienestar son esenciales

Actívate

Realiza actividades que te hagan sentir bien, desde practicar yoga, hasta preparar el desayuno. Son detalles que importan.

Conserva tus hábitos de higiene, salud personal, sueño y alimentación. Puedes adaptarlos a tus nuevas necesidades. 

Acciones simples, como cambiarte de ropa e integrar actividad física a tu rutina hacen toda la diferencia. Internet pone a tu disposición recursos gratuitos o de bajo costo para lograr tus metas, ¡aprovéchalos!

Reflexiona

Identifica y enfrenta tus emociones, con las siguientes preguntas: ¿Cómo me siento ante la situación que estoy viviendo?, ¿por qué me siento así, ¿cómo la afronto?

Crea un plan que te ayude a tener mayor control sobre tus emociones y sentirte mejor.Mientras tanto, apóyate en ejercicios de respiración. Sus beneficios contra situaciones de estrés son de gran ayuda. 

En familia, límites y oportunidades

Pon límites

Explica a tus familiares tus necesidades y permite que ellos hagan lo mismo. Es aceptable que cada uno requiera su propio espacio. Una vez definidos tus tiempos de trabajo, compártelos con ellos y considera un momento a solas para meditar, escuchar música o dedicarte tiempo.

Comunícate

Mantén una comunicación abierta y constante que te permita identificar tus sentimientos y problemas, y los de ellos. Sé un espacio seguro y de confianza para tus seres queridos.

Para padres de familia

Cuida la información que compartes con tus hijos, asegúrate siempre de explicarles honestamente la situación que estamos viviendo, sin alarmarlos. 

Observa su comportamiento y permíteles expresarse y preguntar sobre la situación. 

Realiza actividades básicas pero divertidas con ellos: cocinar en familia, practicar rutinas de ejercicio juntos o integrarlos en juegos de mesa.

Las empresas no somos ajenas a las implicaciones de este cambio para nuestros colaboradores, y en esta nueva normalidad, buscamos fomentar una convivencia que nos acerque aún en la distancia. ¿Cómo? Algunas ideas:

Promoviendo el uso de la cámara en las videoconferencias y conocer a cada miembro del equipo en su espacio, lo que nos permite conocernos mejor y solidarizarnos con los retos que enfrenta cada uno. 

Buscando proactivamente espacios para compartir, como la hora del lunch, con la participación incluso de quienes conforman el entorno familiar.

Invitando a los colaboradores a expresar sus necesidades, preocupaciones e ideas.

Con resiliencia, los equipos de trabajo exitosos serán aquellos que aprendan a trabajar con mayor empatía y compromiso personal, desarrollando soluciones ágiles y creativas que generen mayor productividad y bienestar para todos.

Contacto:

Claudia Raunich es Presidenta del Comité de Diversidad e Inclusión de American Chamber/Mexico

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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