La palabra clave en la implementación de tecnología en la nube es riesgo, la responsabilidad sobre funcionalidad y respaldo es crucial.     Está de moda hablar de la nube. La parte técnica no es tan difícil de entender: sistemas que corren en Internet y en los cuales puedo pagar solamente por el uso que hago de ellos. Casi todos los consumidores con acceso a Internet son usuarios también de la nube. El correo electrónico (Gmail, Hotmail, etc.), las redes sociales (Facebook, Twitter, Google+) y muchas más herramientas funcionan de esta manera, así que de alguna manera todos entendemos de qué se trata. Pero en una empresa, ¿cuál es el verdadero cambio al usar un sistema en este modelo? En una palabra: riesgo. Veamos cómo podía yo adquirir o implementar una solución de software en mi negocio antes de que llegaran estos sistemas. Básicamente tenía dos opciones: •             Desarrollar mi propio software •             Adquirir un producto (licencia) para ejecutarlo en los servidores y computadoras de mi negocio Ambas opciones comparten un elemento fundamental: hay que hacer toda la inversión al principio del proyecto. Ya sea pagándole al equipo de TI, a un proveedor de servicios de desarrollo en el primer caso, o a un fabricante de software. El problema de esto es que si la solución no da el resultado de negocio que espero, los proveedores ya cobraron. Todo el riesgo recae en su empresa. Si da resultado o no es totalmente su problema. El mundo de TI está lleno de proyectos “elefante blanco” en los que se invirtieron millones para finalmente no obtener los resultados esperados. La nube transforma todo este modelo; aquí, somos los proveedores quienes tenemos el riesgo ahora y la necesidad de demostrar que nuestras soluciones otorgan verdaderos beneficios de negocio. Puede probar las soluciones disponibles con una mínima inversión, en muchos casos únicamente invirtiendo tiempo. Y es solamente cuando obtiene el resultado esperado que paga normalmente una renta mensual o por transacción. Hasta cierto punto, no es muy importante ese monto de renta dado que cuando decida pagarla ya habrá validado que la solución le da el beneficio de negocio esperado. En la nube es el proveedor quien tiene que hacer la inversión inicial en desarrollar el sistema, operarlo, desplegarlo y tenerlo listo. Usted puede con calma evaluar los beneficios reales y sólo invierte dinero cuando está convencido de los beneficios. Entender las implicaciones de la nube en la disminución del riesgo real de implementar soluciones tecnológicas es fundamental.  Y ese es el verdadero cambio que los sistemas en la nube pueden traer a las compañías.

 

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