Por Parmy Olson Cuando los principales asesores del gobierno británico participaron en una lluvia de ideas buscando formas eficaces de conseguir que los millennials fueran a votar, debió tener perfecto sentido acercarse a ellos a través de las apps que esos votantes potenciales usan todo el tiempo: Uber y Tinder. En el periodo previo al referéndum histórico del jueves sobre si el Reino Unido debería permanecer en la Unión Europea o abandonarla, ambas aplicaciones colocaron anuncios animando a los usuarios a salir a votar. El objetivo fundamental del gobierno probablemente no era sólo que la gente más joven votara. Las encuestas mostraban que los millennials, más o menos las personas menores de 35 años, se inclinaban leventemente por la permanencia de la Gran Bretaña en la Unión Europea. La estrategia pudo haber sido un intento de conseguir más votos en el lado del Bremain. Se dice que la iniciativa fue idea original de Daniel Korski, asesor especial del primer ministro, David Cameron, y el fruto de la sólida relación que el gobierno ha fomentado con las empresas tecnológicas en el Reino Unido, incluidos los emprendimientos provenientes del extranjero. A estas alturas del año pasado, Korski presidió una reunión en la oficina del primer ministro en el número 10 de Downing Street entre 30 empresas de tecnología, buscando ideas para lograr que las personas más jóvenes acudieran a votar. Una de las sugerencias fue una campaña basada en la captura de selfies, llamada “VoteyMcVoteface”. Los anuncios en Uber y Tinder empezaron a aparecer hace uno o dos meses. Las compañías tecnológicas aceptaron colaborar con el gobierno en la iniciativa a cambio de pequeñas facilidades regulatorias que harán más fácil para los emprendedores tecnológicos locales e internacionales abrir sus empresas en Londres, de acuerdo con la fundadora de una startup familiarizada con la iniciativa. Las políticas fiscales conocidas como alivio para emprendedores, y el 10% de recortes de impuestos para los primeros 10 millones de libras en utilidades generadas por las startups de tecnología, también son medidas que han hecho más fácil a los emprendedores abrir sus puertas aquí. Las iniciativas del gobierno para abrir el Palacio de Buckingham y el 10 de Downing Street para eventos relacionados con startups de tecnología, como Pitch at the Palace, son otro ejemplo de los intentos del gobierno de construir una fuerte relación con el sector tecnológico del país. La estrategia de Uber fue simplemente mostrar a sus usuarios británicos una pantalla emergente preguntando “¿Estás registrado para votar?” Tinder, por su parte, mostró a sus usuarios un quiz que podían responder deslizando las pantallas hacia la derecha o la izquierda, contestando preguntas como ¿cuánto dinero aporta el Reino Unido a la UE?, o sobre el libre tránsito de ciudadanos de la Unión. Tinder trabajó con Bite the Ballot, una ONG con sede en Londres que animó a los jóvenes a votar en el referéndum sobre la UE. La empresa tomó prestado el slogan “Swipe de vote”, que ya se había usado en Estados Unidos para mostrar información sobre los candidatos presidenciales. “Es fundamental que la generación del milenio, que jugará un papel importante en la decisión del referéndum, sea consciente de las políticas en vigor al momento de emitir su voto”, dijo Tinder en un blog el 1 de junio. Ambas apps desplegaron  un enlace al que los usuarios podían acceder para registrarse y votar.

 

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