Rosalino Molina le preparaba las papillas a su hija Elisa. Pronto se dio cuenta de que la falta de tiempo y de opciones en el mercado mexicano ponían en riesgo la posibilidad de darle una alimentación saludable.
En ese tiempo, “me fui a hacer una maestría a Estados Unidos y allá pude comprar productos naturales para bebés. De ahí salió la idea: Invierto mucho tiempo en preparar los alimentos de mi hija y no confío en lo que se vende en el supermercado; debería haber una oferta de productos [en México] para la gente que no tiene tiempo, pero quiere cuidar la salud de sus hijos”, recuerda Rosalino.
Así, junto con Roxana Antohi y Ángel Espinosa, fundó La Huerta de Elisa, un emprendimiento que tiene por objetivo darle opciones frescas y saludables, en forma de papilla para bebés, a todos aquellos que aspiran a una mejor alimentación.
México se enfrenta a un problema de sobrepeso y obesidad infantil. Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del gobierno mexicano señalan que el 44% de los niños de 6 a 23 meses de edad no consume frutas ni verduras. Además, según el estudio internacional de Action Teens, el país podría tener 6.9 millones de niños y adolescentes con obesidad en 2030.
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30 Promesas 2024: La Huerta de Elisa apuesta por papillas más nutritivas
Rosalino Molina explica que esta población es muy vulnerable. “Desde los seis meses hasta los primeros 1,000 días de vida se desarrollan los hábitos de lo que prefiere un bebé”, dice. Por su parte, Roxana señala que las papillas contienen ingredientes como azúcar añadida y conservadores, “cosas que un bebé no debería comer a esa edad, ni de adultos; es decir, el consumo de alimentos ultraprocesados empieza desde las papillas”, comenta.
La Huerta de Elisa ofrece seis opciones de papillas, que son una mezcla de verduras y frutas. “Queremos que sea súper nutritivo; eso es lo que nos importa más”, asegura Roxana.
Roxana y Rosalino consideran que hay una tendencia fuerte entre las madres y padres por darle a sus hijos una alimentación buena, rica y saludable. “Creo que nosotros somos parte de esa generación y estamos haciendo esto porque lo entendemos”, comenta Rosalino Molina.
Sin embargo, el negocio enfrenta algunos retos, pues, aunque ahora sólo se ofrecen papillas, buscan crear otras opciones igual de saludables y acompañar a los pequeños durante cada etapa de su crecimiento. “Queremos que una mamá, a los seis meses [de vida de su bebé], tenga una opción; que a los 12 meses tenga otra; a los dos años, otra; así, desde la guardería hasta la primaria”, dice el emprendedor.
Sus productos son vendidos en línea a través de su página, WhatsApp e Instagram, y en algunas tiendas físicas. Recientemente firmaron un convenio con Walmart para que se instalen refrigeradores en el pasillo de bebés en 100 tiendas de la Ciudad de México
Esto es algo que se hará en México por primera vez. El producto será más accesible al público. “No queremos que sea algo sólo para gente con privilegios. Es una gran oportunidad para crecer”, dice Rosalino.
Este artículo es parte de la edición impresa de Forbes México de las 30 Promesas 2024.
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