Por Iván Álvarez* La transformación digital ha traído tal impulso en las industrias que incluso está reformulado los modelos de negocio de las empresas. Este es el caso de los bancos, cuyo modelo de negocio se está volviendo obsoleto para el consumidor. Si éstos no toman la decisión manifiesta de evolucionar, otros actores más determinados decidirán por ellos. El modelo de la banca requiere adaptarse para responder a la volatilidad de variables económicas, cambios regulatorios, el crecimiento de las Fintech, así como el comportamiento de los consumidores que favorece cada vez más a la adopción de servicios digitales. Por ello, no es opcional tener una estrategia digital, la verdadera decisión radica en elegir el modelo de negocio con el cual se integrará una experiencia para los usuarios a través de todos los canales (digitales y tradicionales). Ante este panorama, el reciente estudio Winning in Digital Economy de Accenture identifica cuatro modelos de negocio exitosos para los bancos en la era digital. Gestor de relación digital Esta es la primera elección para la mayoría de los grandes bancos con capacidad de inversión a fin de complementar sus capacidades actuales y satisfacer las necesidades de sus clientes. Este modelo representa una evolución de lo que actualmente los grandes bancos tienen y no una revolución hacia nuevos modelos. Para tener éxito en esta evolución se requiere: de una verdadera integración entre los canales físicos y digitales, así como la asesoría virtual en tiempo real, construir soluciones que partan de las necesidades de los clientes y no de la oferta que actualmente ofrecen los bancos, y de un ecosistema donde el banco puede beneficiarse de las plataformas de los nativos digitales como Google y Amazon. El especialista digital Aquí los bancos se concentran en hacer una sola cosa, pero hacerla muy bien a través de múltiples canales, sin redundancias innecesarias. Algunos ejemplos incluyen a PayPal en cuanto a los pagos; Quicken Loans en las hipotecas y Betterment en la gestión patrimonial; al ser ‘el especialista digital’ atraerá a incursionar en nuevos canales de distribución. Para tener éxito en este modelo se requiere de innovación constante de productos y servicios para adelantarse al mercado y mantenerse en la preferencia de los clientes. La arquitectura abierta Este modelo consiste en la oferta de una plataforma centrada en los clientes que integre ofertas propias y de terceros con el fin de abarcar una mayor participación en la preferencia de los consumidores. Un mayor número de clientes está dispuesto a construir su propio banco a través de dicha plataforma. Los principales retos de este modelo son mantenerse como el principal poseedor de la relación con los clientes, evitando ser simplemente un intermediario hacia los líderes digitales, así como identificar que los principales ingresos vienen de comisiones de terceros, tarifas de servicio o suscripción y monetización de datos, tal como lo hace Moven, SolarisBank o Level Money. El banco ‘tras bambalinas’ Esta alternativa se refiere a limitar el contacto directo con los clientes y la participación en la cadena de valor. Ser el banco ‘tras bambalinas’ requiere de ofrecer soluciones de principio a fin de que puedan ser fácilmente comercializadas por terceros, manteniendo una operación eficiente y garantizando el cumplimiento regulatorio. Mellon Bank y Bank of New York ya adoptaron este modelo, mientras que el reciente lanzamiento de ClearBank en el Reino Unido es el claro ejemplo de que esta fórmula puede ser atractiva para los nuevos participantes en el mercado. En conclusión, tener una estrategia digital no es una alternativa, pero sí el elegir el modelo de negocio. Al comprender a profundidad estos cuatro modelos y decantarse por alguno, los bancos controlarán su propio destino y no permitirán que el mercado decida por ellos. Deben trazar la ruta hacia su evolución estratégica y eliminar de sus prioridades las iniciativas que no les generen valor en esa dirección. Pero más importante aún, deben tener el enfoque y la disciplina para ejecutar, desarraigarse de ‘lo seguro’ y ofrecer un modelo que combine con el actual entorno digital. *Iván Álvarez es Socio Director de Consultoría para Banca en Accenture México.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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