Por: Santiago F. Arroyo Seguedo
El 01 de enero de 2023 se cumplieron seis años de la “liberación” del sector gasolinero en México, lo cual trajo consigo la introducción de marcas diferenciadas a PEMEX, tanto en los combustibles, como en las estaciones de servicio.
Esta “liberación” del mercado provocó que PEMEX perdiera más del 50% de presencia de mercado, según datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE); se observó que para finales de 2017, ostentaba cerca de 4,400 gasolineras bajo su modelo de franquicia, en un entorno con poco más de 11 mil expendios, sin embargo, para finales de 2022 la empresa del Estado mexicano contaba con una presencia en 7,100 gasolineras de 13,200 operando en el país; siendo una proporción de entre un 45% y 50% de presencia del mercado que, para 6 años de la liberación y expansión del sector, pudiera decirse que PEMEX no ha logrado cautivar al inversionista gasolinero del todo. Asimismo, los Estados del país con mayor presencia de gasolineras con marcas distintas a PEMEX son Tabasco, Aguascalientes, Coahuila, Nuevo León y Baja California; los que tienen una mayor presencia son Morelos, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Nayarit.
Precisando que, en el Noroeste y Noreste del país, fueron las primeras regiones en dónde se liberó el mercado en 2016 y, de acuerdo con el programa que sostenía en aquellos días la CRE (que fue cerrado sin concluir en febrero de 2019), los últimos lugares en “liberar el mercado y marcas”, sería el sureste mexicano.
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Sin embargo, los grandes problemas que se le atribuyen a los reguladores energéticos, al menos en el sector petrolíferos, pueden aliviarse con un sencillo recordatorio: PEMEX aún detenta más del 70% del suministro de combustibles a las estaciones de servicio y que, el negocio principal de PEMEX es vender combustibles, no el posicionamiento de marca.
Hoy, existen registradas más de 430 marcas de “gasolineras” diferentes a PEMEX, incluyendo a las famosas marcas extranjeras que, difícilmente alcanzan a contabilizar 10 en el conjunto, pero que han provocado un profundo sesgo ideológico en las políticas energéticas de la Administración Pública Federal actual, al grado de contar con un “plan de rescate” de la marca PEMEX, que únicamente ha logrado paralizar a más de 450 solicitudes de permisos en la CRE.
Ante esto, es importante acotar que casi el 90% de las marcas diferenciadas a PEMEX son “banderas blancas” o “marcas blancas”, es decir, modelos 100% mexicanos que nacen, en su mayoría, de un reconocimiento del mercado regionalizado por parte de los dueños con el paso de los años y se esmeran en proveer mejores servicios, así como contratos de suministro especializados con diferentes comercializadores o PEMEX misma, lo que brinda una variedad en escalas de precios, razón por la que encontramos una divergencia sustancial en los precios finales al público en las gasolineras.
Así pues, la Administración Pública Federal y los órganos reguladores cuentan enfrente una serie de catalizadores para mejorar los ingresos de PEMEX, sin provocar daños al mercado como los que tienen al país en medio de controversias internacionales como los del TMEC.
Y, de igual forma, las y los inversionistas gasolineros del país, cuentan con opciones para establecer líneas de negocio que no los vincule directamente a la franquicia PEMEX, puesto que es un modelo que los consumidores sistemáticamente han rechazado, pero sí reforzar la creación de marcas mexicanas que generen una “tercera vía” en el sector gasolinero mexicano, ondeando así las “banderas blancas” que nos enfoquen a la construcción de una paz productiva.
Y sí, las “banderas blancas” en el sector gasolinero mexicano, tienen un enorme valor dentro del mercado, sólo hay que saber aprovecharlas.
Contacto:
Santiago F. Arroyo Seguedo, director general de Ursus Energy y especialista en materia energética con enfoque a negocios en hidrocarburos.
Twitter: @SarroyoSi
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
