Cómo potenciar la era de la innovación en emergentes

¿Cómo se está promocionando la innovación y el emprendimiento en América Latina? ¿Estamos utilizando modelos tradicionales para una realidad que ya no lo es?     Cada vez más la economía se está conceptualizando desde una perspectiva diferente. Esta nueva visión económica rechaza las asunciones tradicionales, las cuales dictan que la economía es un sistema cerrado que eventualmente logra un estado de equilibrio. En su lugar, esta lógica ve a las economías como sistemas adaptativos complejos abiertos con una evolución endógena. Esta complejidad, muchas veces cercana al caos, en productos y economías, tiene un impacto importante en el crecimiento y desarrollo de los países. Por su parte, varios datos exponen que las economías emergentes han dejado de ser zonas de baja intensidad tecnológica. Esta última década vimos, y en la próxima veremos, una tendencia en donde cada vez más multinacionales emergentes presentan sus innovaciones al resto del mundo. Según las Naciones Unidas, hay aproximadamente 21,500 multinacionales basadas en los mercados emergentes. Algunas de ellas ya son líderes en sus respectivos sectores, como la empresa mexicana de cementos Cemex, la empresa India de BPO Infosys o el fabricante chino de baterías BYD. La brasileña Embraer revolucionó la aeronáutica con un modelo de negocio que otros luego importaron. El grupo Tata de India vende coches para la masa del mercado, un 75% más barato que sus competidores europeos, y no precisamente de baja intensidad tecnológica: incorporan no menos de 90 patentes. Mindray de China ha desarrollado equipos médicos a un 10% del costo de sus competidores occidentales. La africana Safaricom está revolucionando el mercado con su servicio de banca móvil Mpesa. El informe presentado en estos días por el Banco Mundial deja entrever que esta realidad que viven los países emergentes no puede consolidarse en América Latina. De hecho, el documento se denominó “El emprendimiento en América Latina: muchas empresas y poca innovación”. Por ende, cabe preguntarse: ¿hay posibilidades de potenciar esto? ¿Cómo se está promocionando la innovación y el emprendimiento en América Latina? ¿Estamos utilizando modelos tradicionales para una realidad que ya no lo es? ¿Qué características debería tener una nueva política de promoción de la innovación? Para alcanzar este objetivo, necesitamos pensar a la política de promoción de la innovación con un enfoque distinto al de la literatura clásica. El enfoque convencional de política de Innovación consiste en enumerar las fallas de mercado y los cuellos de botellas existentes y luego pensar en intervenciones de política que solucionen esas imperfecciones. En realidad, se reconoce actualmente que las fallas de mercado son genéricas, que todos los mercados en los países emergentes tienen este tipo de fallas, y que son muchas. Por lo tanto, se puede afirmar que todas las empresas que mencionamos se desarrollaron en mercados con fallas, e igual lograron innovar a nivel mundial. Ahora, frente a esta nueva conceptualización de la economía y el surgimiento de nuevas empresas innovadoras desde los países emergentes, es preciso que la promoción de la Innovación permita generar una nueva institucionalidad (no solo instituciones) con las siguientes características: se deben brindar incentivos sólo a nuevas actividades; estos incentivos deben estar correlacionados con la rentabilidad de esas actividades; los incentivos deben ser creíbles en el sentido de Selten; los mecanismos deben ser transparentes y automáticos de forma de evitar la discrecionalidad, la incertidumbre jurídica y los riesgos de captura; los incentivos deben ser graduales y dinámicos; las actividades subsidiadas deben tener un claro potencial de brindar efectos de derrame y demostración; y se debe considerar el componente factorial de la cadena.     Contacto: Twitter: @diego_vallarino e-mail: [email protected] LinkedIn: uy.linkedin.com/in/diegovallarinonavarro/       *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.