Por Laura Astorga Carrera* Cuando en 1985, Alison Bechdel publicó una tira cómica llamada “The Rule”, de seguro no esperó la mediática revolución que vivimos ahora. En esta tira cómica, dos mujeres caminan rumbo al cine y discuten qué película ir a ver. Una de ellas le dice a la otra que tiene una regla para las películas y las ve sólo si cumplen los siguientes tres requisitos: que salgan al menos dos mujeres con nombres propios, que hablen entre ellas y que cuando hablen, sea de algo que no sean hombres. Esta tira evolucionaría años después al Bechdel Test. Desde entonces, la inconformidad por la falta de representación femenina en la industria audiovisual ha motivado a muchas mujeres a crear otras formas de medición del sexismo, que aborden esta problemática desde diferentes perspectivas y analicen diferentes dimensiones; como por ejemplo: El principio Pitufina: Katha Pollitt escritora-New York Times Aplica si la historia cuenta con un grupo hombres y solo una mujer, quien es definida por estereotipos. Los hombres son la regla y la mujer la excepción. Lámpara sexy: Kelly Sue DeConnick escritora-Marvel Funciona cuando se puede quitar a un personaje femenino de la historia, reemplazarlo por una lámpara, y que la historia siga funcionando dado que ese personaje no es relevante para la trama. Las personas buscamos vernos representadas en el arte y en la cultura en general. Cuando vemos una película, una serie de TV o leemos un libro, esperamos encontrar algún personaje con el cual identificarnos y que tenga similitudes con nuestra propia historia y contexto. Por ello, no es casualidad que muchos de estos tests respondan al contexto social de las creadoras. Ellas, como nosotras, van a hacer demandas según sus vivencias para lograr un vínculo emocional con esa narrativa. Sin embargo, todo esto no ha sucedido, y más bien se ha generado un doble discurso: uno donde nosotras sabemos que no estamos representadas y nos cuesta mucho acceder a espacios de poder donde se decide el contenido del cine y la TV; y el otro en paralelo donde intentamos a toda costa complacer esa representación manipulada que se hace de nosotras en el mass-media para poder sentir esa empatía. Un día nos cansamos de jugar el doble juego, entonces agudizamos la mirada y descubrimos que estos patrones ultra-sexistas del massmedia mundial eran una construcción cultural perfectamente vulnerable: y decidimos crear el antídoto. Bienvenidas señoras y señores, esto es el futuro y aquí se acaba el doble discurso. Desde hace un tiempo para acá, las reglas vienen cambiando. Con sólo repasar las consignas que se han vuelto movimientos político-mediáticos, nos podemos hacer una idea: Ni una menos, He for She, Body Positive, MeToo, Times Up, Femvertising, 8M Madrid. Nuestro antídoto va en dos vías, una es la procuración de espacios de poder en contenidos para las mujeres del medio (y si, incluye cuotas en el sector privado); pero la otra es el público. El público que tanto ama ver Netflix en casa va al cine el fin de semana o lee la prensa en su teléfono. Entonces querido público, he aquí la sistematización de lo que se usa hoy para detectar el sexismo en el massmedia. Para campañas y piezas publicitarias
  • Buchanan Test: Holly Buchanan publicista. Lo supera si vemos a una mujer fuera del “hogar“, esa mujer (u otra) tiene un rol que no sea el de “madre“, esa mujer (u otra) NO hace yoga o está en el gym.
  • Headless Women: Marcia Belsky guionista “Handmaid’s Tale“. Aplica sí en la pieza gráfica decapita, fetichiza y deshumaniza a las mujeres; fragmentando su cuerpo en partes sexuales descontextualizadas y convirtiéndolo en un objeto únicamente para ser observado por “hombres“.
Para reportajes y piezas periodísticas
  • Finkbeiner Test: Christie Aschwanden periodista. Diseñado para evitar estereotipos sexistas en la ciencia, la tecnología, los deportes, la política y la carrera militar. “La historia no debe mencionar… al sujeto como “mujer “, el trabajo de su pareja, cómo se reparte su tiempo entre trabajo y hogar, cuán agresiva es con sus subalternos, cuán competitiva es en su campo, cómo es un modelo a seguir por otras mujeres… “.
Para cine y tv frente a cámaras
  • Mako-Mori Test: Chaila bloggera. Pasa si tiene un personaje femenino que cuenta con su propio arco narrativo, y el mismo no es el contrapunto del arco narrativo del “hombre“ en la trama.
  • Male-gaze: Laura Mulvey crítica de cine/ensayista. Aplica si por ejemplo, hay miradas de los hombres hacia las mujeres donde las mujeres son colocadas como trofeo y la cámara se ralentiza en sus cuerpos. Cuando ellas son personajes pasivos y sin fortalezas pero personajes sexualmente activos. Cuando su función es complacer a personajes masculinos. Cuando todo lo que sucede a ellas en la historia se ve desde la reacción de los hombres: mujeres que se miran al espejo y se califican, reprueban o desprecian; mujeres que miran a otras mujeres y se comparan y califican, reprueban o desprecian.
  • Female-gaze: Jill Soloway, Laura Astorga, Mila Gisbert cineastas. Sucede cuando los distintos tipos de violencia hacia las mujeres son el “contexto” no el “texto” de la historia. O cuando el evento detonante, plot o conflicto, no es un evento violento hacia mujeres protagonistas o secundarias. O cuando en la narrativa se muestra la introspección de los personajes, sean femeninos o masculinos.
  • Mujer en el congelador: Gail Simone guionista de tiras cómicas. Funciona cuando en una narrativa hay mujeres torturadas, asesinadas o descuartizadas; solo para mostrar a un hombre que lo contempla, sufre y toma decisiones heroicas al respecto. A ellas las matan, sin embargo, ellos son los protagonistas. Anti-frizz cuando la narrativa está eximida de éste recurso.
  • Furiosa Test: Sean M. Puckett fotógrafo/actor. Cuando alguna historia alborota, en redes sociales y personales, críticas y ofensas sexistas.
  • Waithe Test: Lena Waithe guionista/Emmy Winner por Master of None. Supera si en el reparto hay una mujer negra, quien está en una posición de poder y tiene una relación afectiva saludable.
  • Ko Test: Naomi Ko actriz “Dear White People”. Aprueba si hay una mujer, que no sea blanca y que hable en inglés en 5 o más escenas.
  • Villalobos Test: Ligiah Villalobos productora/guionista. Pasa si tiene una protagonista latina que se muestra como profesional con educación universitaria, habla un inglés sin acento y no está sexualizada.
  • Peirce Test: Kimberly Peirce guionista/directora. Supera si hay una mujer protagonista o antagonista con su propia historia. Esta mujer tiene necesidades y deseos que persigue a través de la acción dramática. La audiencia puede empatizar con los deseos y acciones de ella.
  • Villarreal Test: Lindsey Villarreal productora “Mad Men” y “Bates Motel”. Falla si un personaje femenino principal se presenta como uno de los tres estereotipos comunes en su primera escena: sexualizada, endurecida, o matriarca. La película que falla se puede redimir y pasar si la protagonista se muestra en 1 o más de las siguientes: como alguien con una carrera en una posición de poder, alguien sin temor a tomar malas decisiones, alguien sexual o que escoge una identidad sexual propia.
  • Landau Test: Noga Landau guionista “The Magicians”. Falla si un personaje principal femenino acaba muerta, embarazada o causa un problema en la trama que afecta a un protagonista masculino.
  • Hagen Test: Kate Hagen directora “The Black List”. Pasa si la mitad de los roles en escenas grupales son mujeres y si la primera escena de multitud presenta al menos un 50% de mujeres.
  • Koeze-Dottle Test: Rachael Dottle y Ella Koeze periodistas. Pasa si el reparto secundario es 50% mujeres.
  • Manic-Pixie-Dream-Girl Test: Nathan Rabin crítico y Mila Gisbert cineasta. Sucede si el filme cuenta con un personaje femenino que, a pesar de romper estereotipos sexistas personales, laborales o profesionales; existe sólo para avance y desarrollo del protagonista masculino.
Para cine y tv detrás de cámaras
  • Uphold Test: Rory Uphold guionista/actriz en “This Is Why We’re Single”. Aprueba si el crew tiene 50% mujeres.
  • Rees Davies Test: Kate Rees Davies, directora/productora. Supera el test si todos los departamentos tienen 2 o más mujeres.
  • White Test: Jen White directora de fotografía-ICG. Pasa si la mitad de las jefaturas de departamentos son mujeres, la mitad de los miembros de cada departamento son mujeres, y la mitad del crew son mujeres.
Para cine y tv detrás y frente a cámaras
  • Feldman Score: Rachel Feldman directora/presidenta en DGA. Pasa con una puntuación de cinco o más: 2 puntos por una escritora o directora, 1 punto por una compositora o directora de fotografía, 1 punto por tres productoras/tres jefas de departamento, 1 punto por un equipo que es 50% mujeres, 2 puntos si hay una protagonista femenina que determina los resultados de la historia, 2 puntos si ningún personaje femenino fue victimizado, estereotipado o sexualizado y 1 punto si una escena de sexo muestra los juegos previos o si los personajes femeninos inician el encuentro sexual.
Para literatura, teatro, cine y tv infantil
  • Maisy Test: Thalia Kehoe Rowden bloggera. Aprueba si hay personajes masculinos y femeninos en igual cantidad, si dichos personajes logran intercambiar los roles de género tradicionales y tienen la libertad de disfrutar una amplia gama de experiencias, si estos personajes están libres de sexualización, objetivación, estándares corporales poco realistas y misoginia; y si todos los niños, niñas y sus familias pueden verse representados en el contenido.
Estos tests, y el movimiento Sexismógrafo, es solo el principio. Nuestra fe es que como resultado del reconocimiento a nivel mundial de la constante reproducción del sexismo internalizado y los estereotipos tóxicos, quienes hemos sido fans pasivos de Netflix o lectores voraces vía internet, podríamos empezar a identificar y a medir el material dañino, y comenzar a criticarlo de manera consciente. Cada día se produce más contenido, y eso implica más responsabilidad acerca de lo que circula. ¿Y si probamos desmontar esta construcción cultural creando tests anti-sexistas a la medida de nuestro entorno? Este es el reto entonces, inventar test que podamos aplicar a películas, series, podcasts o periódicos favoritos. Día a día, test por test, podemos ir anotando check en el to-do-list que harán del mundo un mejor lugar para las mujeres y las niñas. Colaboración / investigación: Mandy Tristán y Emma Soglin. *Guionista y Directora de Cine.   Contacto: Correo: [email protected] Facebook: @sexismografo Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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