Para que una empresa sea exitosa y se mantenga, tiene que adaptarse a las necesidades cambiantes de sus clientes, de hecho, un alto porcentaje de los consumidores dejarían de comprar o pedir algún servicio si tuvieran una mala experiencia. Por eso es importante que se reinventen constantemente y no quedarse en la zona de confort.

Muchas de las empresas más exitosas lograron llegar hasta donde están gracias a que se arriesgaron y dejaron de hacer lo mismo de siempre. “No es posible resolver los problemas de hoy con las soluciones de ayer.” Roger Van Oech

En su libro “No te comas el Marshmallow todavía”, Joachim de Posada señala que a menudo el ser humano toca la cima del éxito por un instante y cree que un logro momentáneo es suficiente para sentirse completamente realizado. Ocurre lo mismo en los negocios: ¿cuántas empresas cumplen una meta, o sobrepasan las expectativas, y luego caen de la montaña y se estancan en un llano? ¿cuántas compañías tuvieron una época dorada de algunos años y sus propietarios viven presumiendo esos logros pasados como si se hubieran saciado con tan sólo una probada de éxito? 

El verdadero éxito no es el haber sido, sino el seguir siendo; el éxito es volátil y muy dinámico. Hoy tu empresa ha cumplido sus objetivos, ¿cuáles serán las metas de mañana? ¿qué harás una vez que cumplas los objetivos que estableciste ayer? ¿qué harás después de llegar a la cima? ¿estás ya en el pico más alto de la montaña?  Si ya lo estás, ¿qué harás para seguir arriba? 

Lee también: La versatilidad y la innovación como fortalezas de una empresa familiar

El mundo cambia a cada instante y para mantenerte en la cima debes seguir moviéndote, aunque suene contradictorio. Pero ¿qué debes hacer para que tu negocio logre el éxito permanente? He aquí seis puntos que te ayudarán:

1. Sé ágil. Asegúrate de estar siempre al pendiente de todo lo que pasa en el mundo: Nuevas tecnologías, noticias, eventos… Esto te ayudará a crear estrategias que se adapten a la época y que den mejores resultados, siempre estarás informado y en tendencia.

2. Monitorea el entorno. Mantente atento observando el horizonte, recuerda que vivimos en un mundo en constante movimiento. Si anticipas a tiempo los cambios o riesgos que vienen, podrás implementar las medidas necesarias para enfrentarlos y convertirlos en oportunidades.

3. Atrévete a hacerlo. Mide riesgos, calcula y hazlo. No alcanzarás lo extraordinario sentado en un sillón, sal de tu zona de confort, arriésgate y triunfa; y si caes, ¡levántate!

4. Haz de la excelencia un hábito. Si has hecho algo bien, continúa haciéndolo bien; incorpora a tu rutina todo aquello que contribuye al éxito, transmite esa actitud de disciplina y apertura al cambio a los que colaboran contigo; y cuando logres transmitirla a todo el personal, tu compañía trabajará como un reloj suizo: con movimientos perfectos, precisos y siempre sincronizados.

5. Apasiónate. Encuentra la pasión por lo que haces, eso te mantendrá siempre motivado y trabajando; además transmitirás tu entusiasmo a tu equipo y lograrás mejores resultados.

6. Da la milla extra. Da más de lo que se espera de ti, con tu equipo, con tus clientes y con tu empresa. ¿Cómo esperas destacarte si ofreces lo mismo que el promedio?

7. Busca y acepta ayuda. No siempre tendrás todas las respuestas, pide ayuda cuando la necesites, pregunta a tus clientes, proveedores y colaboradores; y si es necesario, sal y busca la asesoría de profesionales; siempre habrá alguien que tenga lo que a ti te hace falta.

8. Sé humano. Como director siempre quieres tener todo el control de tu empresa y reducir al máximo los riesgos, pero recuerda que tus colaboradores necesitan que los trates como personas y no como robots. Aprende a ser un líder consciente, eso te ayudará a ganarte la confianza de tu equipo de colaboradores y a motivarlos para que hagan su trabajo lo mejor posible y reflejen esa misma pasión hacia los clientes. “El liderazgo empieza con la conciencia de uno mismo, no puedes mejorar una debilidad o un fallo si no eres consciente de su existencia”.  Robin Sharma.

No te conformes con la satisfacción instantánea de haberlo hecho una vez cuando puedes seguir haciéndolo bien e incluso mejor. Los logros pasados ya fueron; busca nuevos retos, innova, cambia, y trabaja para la excelencia. Sólo así lograrás mantenerte en la cima y permanentemente satisfecho. “No puedo entender por qué la gente está asustada con las nuevas ideas. Yo lo estoy de las viejas”. John Cage

No olvides preguntarte día a día: ¿qué estoy dispuesto a hacer hoy para ser una persona exitosa el día de mañana y mantenerme en la cima?

Contacto:

Twitter: @mariorizofiscal

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

 

Siguientes artículos

emprendimiento-emprendedores-empresa-contabilidad-credito
‘Super founder’: experiencia, ‘storytelling’, intuición y liderazgo
Por

Las startups llegaron para transformar Latinoamérica y es importante entender los diferentes perfiles de emprendedores t...