Bernardo Castilla aún recuerda aquella noche cuando, de pronto, la inspiración llegó y en menos de tres horas había compuesto ‘Blood or Honey’. Una pieza musical que sentía ajena a él, por lo poco convencional que era.
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Entre cumplir con otros compromisos profesionales y dedicarse a hacer música, pasó más de un año cuando, finalmente, se decidió a mostrársela a Kauss, un reconocido productor musical, quién lejos de deshacer la canción, romperla y modificarla, construyó sobre la idea que ya se tenía.
Ese tiempo también lo necesitaba el actor y vocalista del trío yucateco Glass Cristina para digerir lo que había creado y convencerse a él mismo que era la propuesta correcta para lanzar una carrera en solitario.
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Un piano de cola, emerge entre una cacofonía de guitarras, un saxofón improvisado, risas extrañas y una soprano que consigue llevar al escucha a la cúspide de una expresión musical caótica. De esta forma describen la pieza los artífices del proyecto.
“Hasta la fecha la considero una especie de diario emocional para mí. Creo que la canción está muy cargada emocionalmente. A veces me siento así: cargado en mis emociones y de polos opuestos emocionales”, confiesa Bernado Castilla, en entrevista con Forbes Life Latam.
Lo que vino después fue casi tan artístico y poco convencional como la propia ‘Blood or Honey’.
SUMA DE CREATIVOS
El reto, entonces, recayó en producir el videoclip que acompañaría este lanzamiento. Fue ahí cuando el reconocido director de cine, David Pablos, se sumó al desafío de traducir a imágenes una canción que transita entre la dualidad que está, constantemente, presente en la vida de todas las personas.
“La sangre y la miel hacen referencia a eso. Nacemos cubiertos por la sangre de nuestra madre y luego aprendemos a lidiar con todos estos traumas de la vida y a disfrutar de los placeres. Vamos entre los traumas, el dolor y los placeres”, comenta el cantante
Castilla y Pablos ya habían trabajado juntos en la película ‘El baile de los 41’. Por ello, fue el propio director de cine quien, cuando se enteró que el músico estaba por sacar un proyecto como solista, le sugirió que hicieran algo juntos.
“Me gusta mucho lo que él ha hecho en Glass Cristina, y cuando me mandó la canción me sorprendió que fuera justo por ahí. Creo que para mí lo más importante es que conecté con ella a nivel emocional y fue una pieza que me habló”, recuerda David Pablos
Él no repara en asegurar que de inmediato entendió la letra, el contexto para el cual Bernardo Castilla compuso la canción, de dónde venía y todo se fue trazando casi por sí solo.
Entonces, un cuarto elemento se convirtió en una suma más a una propuesta artística en donde los convencionalismos no tenían cabida. Se trata de Zoh-Laguna, un pequeño pueblo de Campeche, el cual parecía haber sido construido como el set perfecto para contar esta historia.
Sabíamos que queríamos encontrar un lugar el cual no se sintiera como un sitio específico, geográficamente hablando, –comenta el músico– y eso nos lo dio Zoh-Laguna. Una vez que llegas ahí tiene este aspecto de un pueblo maderero, que ya no es, el cual parece haberse quedado un poco varado en el tiempo. Las casas están un poco inclinadas y dan una vibra muy mágica y mística. Es muy difícil encontrar eso.
Para Pablos la experiencia fue igual de extraña.” Yo iba con un diseño de una especie de guion, con la ideal de vamos a ver si esto funciona y lo que más me sorprendió fue que locación funcionaba mejor de lo que tenía planeado.”
El resultado de la canción y el video no requiere explicación: se convierten en una serie de frases e imágenes oníricas, las cuales cada persona, que se acerca a ellas para escucharlas y verlas, tendrá sus propias conjeturas del significado que les representan.
“Me gusta que ambos sean un lienzo para que la gente diga lo que le hace sentir”, dice Bernardo Castilla. David Pablos tampoco se aventura a tratar de explicarlo, pero asegura que su intención fue siempre crear un contraste. “Por un lado quise generar una sensación de placidez, calma e introspección, por el otro un mal viaje, un infierno.”
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Así, ‘Blood or Honey’ se convierte en el sencillo debut del artista de origen yucateco.