Con tan sólo nombrar el Día de la Candelaria, llegan a la memoria los tamales y de inmediato se hace agua la boca. ¿Alguna vez te imaginaste que fuera posible acompañar esas milenarias y tan diversas creaciones de maíz con vino mexicano? El terruño trasciende los ingredientes que se utilizan en las cocinas locales, de ahí que no es de sorprender que el vino mexicano maride a la perfección con la diversidad de platillos que forman parte de la gastronomía nacional con el maíz como elemento cardinal. También te puede interesar: El vino mexicano revela sus historias más entrañables Y así como podemos encontrar una extraordinaria variedad de tamales, también hay un amplio abanico de etiquetas que pueden casarse tanto con las versiones más tradicionales como con aquellas elaboradas con toda la intención de llevarnos de paseo por México a través de bocados llenos de originalidad.
tamal y vino mexicano

Foto. Forbes Life.

Pero, ¿cuál vino elegir de la gran variedad que provee el terroir nacional para degustar esos tamales que tanto antojo despiertan? Jimena Cuevas, sommelier del Consejo Mexicano Vitivinícola respondió esta pregunta a lo largo de una experiencia en el restaurante Nido del Colegio Superior de Gastronomía que involucró a todos los sentidos. Toma nota: 1. Calixa Blend. Monte Xanic Elaborado con uvas tempranillo, merlot y cabernet, este vino tinto seco de la región de Baja California proporciona en paladar una acidez refrescante. Gracias a su corpulencia y notas a frutos silvestres, pimienta negra y vainilla, resulta el compañero ideal de un tamal Oaxaqueño con salsa morita y suadero. 2. Ocho Blanco. Bruma Hecho con uva Carignan, este vino blanco de Baja California provee una frutalidad y frescura únicas. Su carácter formado a lo largo de 6 meses en barrica equilibra el gusto picosito del tamal de rajas y queso gouda. 3. Pinot Noir. Bodegas del Viento En la cercanía de la Sierra de Artega, al sur de Coahuila, se encuentran el viñedo y la bodega donde surge este vino tinto complejo con notas térreas, cacao y nuez moscada. Su estructura es igual de sugestiva que un tamal gourmet protagonizado por el huauzontle, queso Ramonetti (producidos en Baja California) y salsa roja. 4. Laberinto. Cava Quintanilla Con notas a frutas, compotados y especias, este vigoroso vino tinto de San Luis Potosí complementa el alto perfil de un tamal con corazón de cola de res braseada, salsa de chile cascabel y jamaica frita.
Tamal con cola de res

Foto. Forbes Life.

5. Brut Nature Reserva. Viña Dolores by Freixenet México Por su carácter seco, este vino espumoso producido en Querétaro combina muy bien en contraste con los platillos dulces. La propuesta de Nido fue un coqueto tamal de vainilla con piña rostizada y helado de queso. 6. Moscatel Dulce. Guanamé Aromas florales de jazmín, azahar y madreselva en armonía con notas cítricas de pomelo, hacen de este vino dulce de la región de Guanajuato, el acompañante sincero de un Uchepo conjugado con compota de frambuesa y helado de café de olla para cerrar con broche de oro el festín. No te quedes con el antojo. Puedes probar algunas de estas propuestas en la Barra de Maíz del restaurante Nido. Pero apresúrate a reservar, ya que la experiencia está limitada a 10 comensales.

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