#DeNuestraRevista: Génesis hedonista desde Madrid
#DeNuestraRevista: Secreto a voces desde París
Afuera, un antiguo obelisco egipcio de 23 metros de altura concentra las miradas de los curiosos turistas, mismos que sucumben ante la belleza inaudita de la Plaza del Popolo. Ésta, que pareciera sacada de un cuento de Las mil y una noches, desemboca en tres calles rectas que conducen al centro de Roma.
A sólo unos pasos de ahí, un enigmático edificio resguarda el Hotel de Russie, el cual ha cautivado con su encanto atemporal tanto a políticos y estrellas, como a artistas y escritores; entre ellos, Pablo Picasso, Federico Fellini y Jean Cocteau, quien lo apodó el “Paraíso en la Tierra”, sobrenombre que este espacio se ha encargado de conservar a través de una propuesta de hospedaje que consolida un profundo sentido de pertenencia. Así, los huéspedes se sentirán como si regresaran a casa.
Para ello, la impresionante propiedad, que es parte de una colección de 14 hoteles y resorts de Rocco Forte Hotels (todos situados en magníficos edificios y ubicaciones excepcionales), pone a disposición de los viajeros su nuevo alojamiento presidencial: la Nijinsky Suite, la cual, con su nombre, rinde homenaje al prestigiado bailarín de ballet y coreógrafo Vaslav Nijinsky, quien también se dejó conquistar por el encanto del refugio romano.
ODA AL ESTILO ATEMPORAL
El rediseño de este espacio es la conclusión de un exhaustivo viaje de renovación, mismo que, durante tres años, condujo la idea firme de crear un oasis de hospitalidad que redefiniera el concepto del lujo. Para ello, se requirió restaurar el Valadier’s Secret Garden, el restaurante Le Jardin, del artista inmersivo Gio Bressana, y mejorar el Stravinsky Bar.
De esta forma, se consiguió forjar un espacio de 172 metros cuadrados, con dos dormitorios, cuyo diseño interior evoca, en cada detalle, el sentido de una residencia romana aristocrática.
Eso lo consigue a través de una mezcla ecléctica de piezas italianas vintage y objetos elaborados de forma artesanal. Se conforma, así, una atmósfera en donde la elegancia atemporal adquiere una nueva significación.
En la suite resaltan estatuas originales que adornan la entrada, paredes rojas vibrantes, una amplia colección de placas del siglo XIX y objetos de arte de la era Valadier. Asimismo, un piso cabujón de terracota establece un vínculo estrecho y tangible entre esta suite, el edificio completo y la ciudad europea.
En tanto, una enorme terraza de 240 metros cuadrados cautiva la mirada de los huéspedes con tan sólo salir a este espacio exterior. Desde ahí, las vistas al jardín secreto del hotel y a los hermosos tejados de Roma reflejan la majestuosidad de un destino que invita a contemplarlo, a tomarse un momento para relajarse bajo la cálida atmósfera del atardecer o al caer la noche; y también a disfrutarlo tras regresar de un largo día, dispuesto a gozar con calma de una velada bajo la luz de la Luna.
Entre el amplio menú de experiencias que los huéspedes pueden seleccionar al alojarse en la suite, destaca un recorrido por la ciudad o por El Vaticano con guía personalizado, o bien, una cata de vinos en la privacidad de este lujoso espacio que presagia un viaje sibarita realmente inolvidable.
Si bien el confort de la suite alienta a permanecer ahí, quienes salgan podrán disfrutar de una singular experiencia al degustar algún aperitivo o saborear un delicioso coctel en el Stravinsky Bar; esto, además de la posibilidad de acceder a una cena con los sabores clásicos italianos siendo protagonistas de Le Jardin. Después, es posible volver a la lujosa habitación para restaurar fuerzas y alistarse para un nuevo día en esta enigmática ciudad que transporta en el tiempo a sus visitantes, los cuales encontrarán en el Hotel de Russie la propuesta ideal para, desde ahí, salir al encuentro de todo lo que el destino tiene para ofrecer.
Síguenos en:
