Shangri-La Paris se erige sobre lo que fue la antigua mansión del príncipe Roland Bonaparte, sobrino del emperador francés Napoleón Bonaparte, y refleja tanto el significado del arte asiático de la hospitalidad, como la esencia del arte francés de vivir.
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Se ubica en el distrito 16 de París, en el número 10 de la Avenue d´Iéna, en donde existe una gran concentración de museos como el Guimet Museum, Palais Galliera, Palais de Tokyo, Museum of Man, Musée d’Art Moderne de Paris y Marmottan Monet Museum. Además, en 2009 esta joya arquitectónica fue declarada como monumento histórico de París.
La historia
En 1891 el príncipe Roland Bonaparte compró alrededor de 3 mil metros cuadrados de superficie en la avenida d’Iéna debido a la proximidad que tiene este lugar con el río Sena y porque el mismo sitio figuraba como el corazón de las escenas urbanas y sociales más emocionantes de la capital.
Posteriormente, decidió que el arquitecto Ernest Janty —reconocido por sus labores en el Louvre y los palacios de las Tullerías para Napoleón III— estuviera a cargo de esta construcción de estilo ecléctico, que combinara los estilos arquitectónicos de los siglos XVII y XIX.
La edificación del lugar tomó un proceso de cuatro años —de 1892 a 1896— y luego se convirtió en el hogar del príncipe Roland Bonaparte, quien hace 114 años abrió por primera vez las puertas de esta residencia a la sociedad parisina.
El proyecto de conservación
En 2006 Shangri-La Hotels and Resorts adquirió el palacio para convertirlo en un hotel europeo y registrar la edificación como monumento histórico, demostrando la importancia histórica y cultural que resguarda.
Más tarde se emprendió un proyecto de renovación que estuvo a cargo del arquitecto Richard Martinet y del diseñador de interiores Pierre-Yves Rochon. El proceso tomó cuatro años e incluyó modificaciones en la pintura, los pisos y las columnas de mármol.
Esta renovación arquitectónica incluyó la creación de diferentes habitaciones, dos restaurantes, la transformación de establos en un gimnasio y una piscina, así como la integración de ventanas y puertas acristaladas para conducir al interior del jardín, con el objetivo de lograr que estas lucieran como si siempre hubieran existido. Asimismo se trabajó en adaptaciones tecnológicas para dotar de electricidad a este palacio.
Además, estas transformaciones develaron tesoros arquitectónicos que fueron escondidos por reformas anteriores, uno de ellos se reveló cuando se demolió el falso techo de una sala de conferencias, dando paso a una estructura de vidrio y acero incrustado.
Los detalles arquitectónicos
La fachada del Shangri-La Paris está inspirada en el estilo Louis XIV con una intrincada mampostería de pierda de L’Oise, incluye el escudo de armas de la familia: cabezas de león y astas, además, se distingue por ser una obra de los escultores Steiner y Houguenade, figuras reconocidas por la artesanía que realizaron en el Louvre.
El lobby se construyó con cinco variedades de mármol y un techo abovedado que incluye los diferentes símbolos del zodiaco. El ala Fresnel comprende la extensa biblioteca y la colección de arte del príncipe Roland Bonaparte.
A su llegada, los huéspedes son recibidos en un patio que está protegido por un portón de cristal, en donde se ubican dos jarrones inspirados en la dinastía Ming. A la derecha del mismo, los visitantes pueden viajara hasta 1896, a través de la histórica sala de billar de diseño grecorromano que cuenta con una chimenea y un lobby.
El Shangri-La Paris se caracteriza por su piscina de 17 metros de largo que se encuentra bañada por luz natural, un elemento que invita a sus huéspedes a experimentar una relajación y serenidad extraordinarias.
Cuenta con 100 habitaciones y suites que ofrecen impresionantes vistas hacia la Torre Eiffel y a los diversos monumentos que se ubican a su alrededor. Además, posee dos restaurantes en donde se ofrece cocina asiática, uno de ellos, el Shang Palace que fue galardonado con una estrella Michelin.
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Experiencia culinaria
Shang Palace
El 8 de septiembre de 2011 el Shang Palace abrió sus puertas al público para convertirse en el primer restaurante de alta cocina china. Desde entonces, el chef ejecutivo Samuel Lee se ha asegurado de mantener una auténtico estilo culinario, inspirado en el sureste de China y gracias a ello se han convertido en el único restaurante chino con una estrella Michelin.
La Bauhinia
La Bauhinia cuenta con un entrepiso en el corazón del hotel y ofrece diferentes platillos inspirados en el oeste y el sudeste asiático, como: Som O (ensalada tailandesa de pomelo) y Otak-Otak (filete de bacalao con curry y leche de coco).
Equilibrio y serenidad en el spa Chi
El spa Chi se inspira en el legendario Shangri-La, un lugar de intimidad, paz, encanto y bienestar, es por eso que brinda masajes y tratamientos basados en auténticos métodos naturales y curativos, implementados por diferentes culturas asiáticas.
En este lugar, los principios de la vitalidad, la vida fitness y la belleza se combinan con terapias únicas, que son personalizadas para cada uno de los huéspedes, de acuerdo con sus objetivos y necesidades.
La inspiración botánica de la coctelería
En el Shangri-La Paris también destaca el Bar Botaniste, en donde el barman inspira la coctelería del lugar en la carrera botánica del príncipe Roland Bonaparte para redefinir la experiencia. Es por eso que impulsa la combinación de plantas, espacias y botánicos para crear diferentes infusiones, tanto frías como calientes.
Entre la coctelería del barman Pierre-Marie Brisson se pueden encontrar cocteles como ‘La samba japonesa‘ una bebida que capta la emoción de las primeras horas de la noche, ‘La Rivière de Cassis’ que combina el licor de tomate con pimienta de Tasmania, zanahoria morada y un whisky de centeno que son infusionados al vacío, además del ‘22nd Century‘, un cóctel creado con dos whiskies diferentes y con cacao.
Para las personas que prefieren disfrutar de los cocteles sin alcohol, Le Bar Botaniste ofrece una paleta aromática de sabores que recurre a las infusiones naturales y a toques florales para compensar el aporte de los destilados.
El toque acogedor de un bar de lujo
La decoración de Le Bar Botaniste es un trabajo de Pierre-Yves Rochon y está inspirada en las tiendas de campaña que se utilizaban durante las exploraciones de la era napoleónica. Esto con el objetivo de crear un ambiente que invita a sus huéspedes a disfrutar de largas estancias y relajadas veladas.
“Me gustaría que nuestros invitados se olviden de entorno cuando visiten el bar y piensen solo en el ambiente cálido y el servicio personalizado, que, en mi opinión, constituye el 70% de la experiencia, destacó el barman Pierre-Marie Brisson, a través de un comunicado.
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