Guadalajara, Jal.- En la comunidad de San Juan de los Rangeles, ubicada en el municipio guanajuatense de San Luis de la Paz, los jóvenes estudiantes de preparatoria deben de caminar por dos horas para llegar a su escuela, en el trayecto pasan tres ríos y la mayoría no tiene agua potable. En ese lugar, Juan Carlos quiso enseñarles robótica para que tengan una mejor calidad de vida. “Esto les ayuda a ampliar el panorama de la visión del mundo, acceso a mejores oportunidades y les muestra otra cara del liderazgo”, destaca Juan Carlos de Jesús Reséndiz, coordinador de la comunidad Cultura y Software Libre (Cysol) y asistente al Campus Party 2017. Antes, en lo único que pensaban estos jóvenes al acabar la escuela, narra Reséndiz, era irse a trabajar al campo. Ante esto tuvo que trabajar desde cero para enseñarles a hacer robots. “Los más inteligentes incluso me decían que los reprobara porque decían que no podían hacerlos”, platica Carlos. Al final del curso sus alumnos lograron desarrollar un robot araña.
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Foto: Cortesía.

También puedes leer: Campus Party arranca en Guadalajara su octava edición Para Juan Carlos existen tres elementos en los que es necesario trabajar de manera urgente, para seguir enseñando robótica a estos jóvenes: Telecomunicaciones: Es necesario porque a veces no se puede conseguir ni un doctor. O mínimo hacer una consulta de internet, un reto en una comunidad en la que prácticamente ninguna vivienda dispone de una computadora. Alimentación: ¿O los jóvenes comen o van a la escuela, gastando en sus propios útiles? No pueden hacer dos cosas a la vez. Salud: Un doctor va una vez a la semana a la comunidad y sólo atiende a una persona por familia. “La robótica puede cambiar la vida de estos jóvenes, ya que como dice una frase: ‘Un robot puede hacer el trabajo de 1,000 hombres ordinarios, pero ninguno puede hacer el trabajo de un hombre extraordinario”, comenta. El coordinador de Cysol cuenta que entre los planes para seguir con este proyecto está el acercarse a algunas empresas para recibir apoyo, y señala que por ahora está buscando a Lego para que los apoye con piezas para continuar con la enseñanza de robots. “Estoy tratando de contactar a Lego para que nos ayuden con piezas, para participar en una competencia en Guanajuato”, menciona Juan Carlos. Este proyecto lleva cinco años desarrollándose y se enfoca en conseguir que la tecnología, con robótica y electrónica, pueda impactar positivamente en entornos rurales.
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