Concientizar a los niños sobre la importancia del dinero a través de la educación financiera, podría ser un factor determinante para que de adultos no sufran con su retiro. “Creo que la educación financiera es algo que puede cambiar la vida en el largo plazo. La infancia es la principal etapa en la vida que empiezas a forjar hábitos”, asegura Alejandro del Bosque, director comercial de Depósitos y Educación Financiera de Scotiabank. Para Del Bosque contar con educación financiera ayuda a perderle el miedo al dinero con el cual estamos en contacto desde niños. “Además de ayudar a planificar mejor el ahorro para el retiro, también para que utilicen mejor las ofertas y servicios que ofrecen diferentes organizaciones financieras o manejar mejor un crédito”, sostiene. Existen muchos esfuerzos y jugadores que se están incorporando para facilitar una educación financiera en la niñez. “Esto no es un trabajo de una sola entidad o institución, es un esfuerzo conjunto. Hay un camino muy largo por recorrer, ya que creo que se deben incorporar programas de educación pública”, comentó Del Bosque. El interés compuesto es otro de los factores para que los niños comiencen con una educación financiera. En la medida que se empieza a ahorrar desde niño y a ganar intereses —y después intereses de los intereses que ya se han ganado—, la velocidad con que crece el dinero es muestra de que comenzar con una educación financiera a temprana edad sí funciona. El reto para que los niños aprendan a manejar el dinero es compartido entre los padres, tutores, autoridades, bancos o instituciones financieras. “Básicamente debemos de tener productos que sean interesantes para ese segmento de la población. Además de que eso se debe de comunicar bien”, platicó Del Bosque. El banco canadiense Scotiabank cuenta con productos para que los niños aprendan educación financiera, mientras que Banorte lanzó en noviembre de 2016 la primera Afore para niños, para que, desde los recién nacidos hasta los jóvenes de 18 años de edad, comiencen a ahorrar para su jubilación. También puedes leer: El ABC de finanzas para tus hijos   Estos son nueve consejos de Scotiabank y Piggo, aplicación que se especializa en el ahorro y la inversión, para iniciar a los niños en la educación financiera.
  1. Empieza cuanto antes Les toca a los padres dar ese primer empujoncito. No hay que esperar a tener un ingreso adicional como el aguinaldo o el reparto de utilidades para enseñarles a los hijos a ahorrar.
  2. Muéstrale que el dinero se gana con trabajo. Dile a tu pequeño lo que haces en el trabajo, y los trabajos de la gente común, barrenderos, el de la tiendita, el chofer del autobús, etc. Su trabajo les da dinero para comprar cosas.
  3. Sé constante. La educación financiera y el ahorro deben convertirse en un habito. De todos los ingresos se debe destinar un pedacito para el ahorro.
  4. Aprende y equivócate. Ya sabes, al niño le encargaron vender galletas para un proyecto escolar. Por supuesto que eso es un trabajo y ¿qué es lo que pasa?… que al final son las madres las que terminan cocinando y vendiendo las dichosas galletas. Sin embargo, la única persona que se esforzó fuiste tú (y no viste ni un centavo de eso). Deja que empiece a tomar responsabilidades, que se equivoque y que descubra el valor del trabajo. Tú estás para orientarlo y guiarlo por el mejor camino.
  5. Hazlo divertido. Informarse de las muchas alternativas para aprender educación financiera es tarea de los padres. Una buena práctica es llevar a los niños a la sucursal bancaria para que vea los movimientos del dinero.
  6. Elimina las recompensas inmediatas. Muchas veces con tal de que tu hijo haga algo tan básico como tender su cama, portarse bien o sacar buenas calificaciones, somos capaces de darles dinero. Hacer esas tareas son parte de pertenecer a la familia y de apoyar a todos. Evita esto a toda costa. Crea dinámicas prácticas para que haga lo que debe de hacer sin tanto conflicto y si quieres darle dinero, puedes hacerlo por tareas que no son obligación de la familia o que se gastan en contratar a otras personas. Por ejemplo, cortar el pasto.
  7. Conserva el ahorro. Parte de la educación financiera es entender la importancia del ahorro. En la medida que uno pueda cuidar el ahorro eso da una ventaja muy importante para los siguientes años. Ahorrar por ahorrar no tiene ningún sentido y si eres niño es más aburrido de lo que crees. Es mucho mejor si se ahorra por un objetivo. Puedes planear cuándo saldrá la próxima consola de videojuegos y que tu hijo ahorre para comprársela.
  8. El dinero también es para compartir y ayudar. Desafortunadamente hay personas menos favorecidas en la vida. Compartir algo que puede hacer una gran diferencia.
  9. Invierte. Invertir es la manera en que el dinero trabajará para ti en lugar de que tú siempre trabajes para él. Puedes enseñarle a invertir mientras él ahorra. Por cada peso que tu hijo ahorre tú podrás darle 10 centavos. Al momento en que junte 10 pesos, tú le habrás dado 1 peso. De esa manera entenderá que entre más ahorre más dinero tendrá.

 

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